Por: Otto Martín Wolf
Es difícil hacerse a la idea de que ya han pasado más de cincuenta años desde que las guitarras con novedosas melodías y el cabello largo impuso toda una actitud en la juventud mundial,
mucha de la cual aún se deja sentir y no sólo entre los miembros de aquella generación, pero de otros, los nuevos jóvenes, que a pesar de todo el tiempo y los cambios en gustos y tendencias se suman a los seguidores de “The Fab Four”, como les decían en aquella época.
No ha existido un grupo musical cuya influencia haya sido más grande que la de los Beatles, quienes hasta la fecha son la referencia que se utiliza para medir el éxito de artistas.
Además de la música cambiaron la forma de peinarse, vestir, hablar y hasta de comportarse de toda la juventud mundial.
Detrás de ellos vinieron otras bandas – algunas muy buenas- en la llamada “Invasión Inglesa”, tales como los Rolling Stones, quienes siguen tocando juntos después también de muchas décadas.
Pero consideremos que Los Beatles sólo estuvieron juntos poco menos de diez años y que su separación ocurrió en 1970, precisamente en el mes de Mayo, hace casi cincuenta!
Los talentos combinados de John Lennon y Paul McCartney, con el apoyo de Ringo Starr y George Harrison, sirvieron para componer no sólo melodías movidas del género “Pop” si no que bellezas como “Yesterday”, una de las canciones más grabadas por diferentes cantantes y orquestas en la historia de la música.
Esa creatividad nos dio “Let it be” e “Imagine”, melodías eternas.
Como un adolescente pobre siempre soñé con asistir a uno de sus conciertos, no pude. Pero ya de adulto la vida me dio la oportunidad, hace un par de años, de ver a Paul McCartney en el escenario.
Un hombre de más de setenta años cantó dos horas y pico con toda energía las más famosas de Los Beatles y también muchas otras que su enorme talento ha seguido produciendo a lo largo del tiempo.
Después de Los Beatles a mi modo de ver sólo ha surgido un conjunto cuya música e influencia podrá perdurar en forma significativa: Queen.
Muchos otros han venido, sonado con mayor o menor intensidad por un tiempo y luego desaparecido, especialmente los imitadores descarados, así como también cantantes de mucho éxito, pero nadie –ninguno- con la permanencia de Los Beatles.
De igual manera sus canciones han sido grabadas por otros conjuntos, que han logrado sus quince minutos de fama montados en el carro de Los Beatles.
De verdad eran tan buenos?
Desde luego que sí; pero no sólo fue su música, también su forma suelta, alegre y mundana de ser revolucionó la manera de vestir, incluyendo un cambio en el cabello que dejó de lado la “Vaselina” tan popularizada por Elvis Presley y otras figuras.
El mundo de la música popular y del espectáculo cambió para siempre con Los Beatles.
Pero hubo aún más, la juventud pareció seguirlos a todas partes, incluyendo a un viaje espiritual a India desde donde un gurú, el famoso Maharishi Mahesh Yogi contribuyó a inyectar una nueva forma de pensar en muchos occidentales.
No puedo terminar este viaje al pasado sin recordar una de las declaraciones que más ilustran su forma despreocupada de ser: Durante una presentación en el prestigioso y aristocrático salón Albert Hall en Londres, con la presencia de toda la realeza británica, John Lennon dijo con divertida irreverencia: “Los de los asientos baratos pueden aplaudir, los otros basta con que hagan sonar sus joyas”.
