¿Se irán los goleadores?, ¿impactarán los últimos escándalos en las separaciones?, ¿despachará el presidente a los que andan en política?, ¿la decisión pasará por los pobres resultados en sus gestiones públicas? o simplemente ¿son arenillas que incomodan la horma del poder?
Las preguntas son muchas y entre las conjeturas de los conocedores tienen un especial peso los últimos escándalos y polémicas como el “arrozazo”, la compra de 100 megas de energía, los “tasones” aeroportuario y migratorio y uno que otro “golito”, que han desatado la incomodidad que el mandatario ha manifestado abiertamente.
Durante esta semana, Lobo Sosa advirtió al gerente de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), Roberto Martínez Lozano, sobre la última compra de energía sucia. El gobernante dijo que ojala el titular de la ENEE tenga la razón sobre la compra de “emergencia” de 100 megavatios de energía y no los medios de comunicación del país en referencia a que la empresa contratada, Wesport Finance LLC, sea una empresa de maletín.
Igualmente, en el último consejo de ministros el mandatario, también advirtió a Martínez Lozano sobre la importancia que presentara la documentación soporte sobre una cuestionada venta de supuesta “chatarra” ante el Tribunal Superior de Cuentas (TSC).
Frente a los repudiados cobros al público a través de los “tasones”, el presidente ha aceptado que en muchos casos son actos en los que sus colaboradores tienen responsabilidad directa.
Haciendo alusión a una metáfora con el fútbol, deporte rey en Honduras, Lobo dijo “a veces pienso que estoy en un partido de fútbol, medio apago un ojo y plus, le meten un gol a uno…”.
Inmediatamente los señalamientos apuntaron como “goleadores” a los ministros y funcionarios que actuaron estrictamente en la negociación y suscripción de los envíos así como los llamados “filtros” por los que cruzaron para salvaguardar los intereses públicos.
No faltó ministro que funcionario que en pleno consejo de ministros pidiera perdón público por los “errores” cometidos.
No se sabe si esa solicitud de indulgencias le ha bastado al gobernante.
Aún con los ecos de los “tasones” apareció en la escena un nuevo tema con proporciones escandalosas: el llamado “arrozazo”.
Se trata de la importación de 14 mil toneladas de arroz que llegaron a Puerto Cortés sin aprobación legal. La compra que supera las cuotas establecidas en los tratados de libre comercio así como afecta de forma directa a los productores nacionales que tienen su cosecha a la puerta.
La llegada del arroz a Honduras requiere de permisos de las secretarias de Agricultura, Industria y Comercio y la Dirección Ejecutiva de Ingresos. Cada una de estas instancias hace rodar el balón hacia el campo contrario para salvar sus responsabilidades.
El mandatario ha dicho que el próximo martes en Consejo de Ministros pedirá a sus colaboradores desenredar la trama y brindar la satisfacción a la ciudadanía expectante.
Porfirio Lobo también ha manifestado su malestar tanto con el ministerio de Finanzas como con el de Educación y advirtió que los pondrá en orden porque “ya dos años y no se ven resultados”.
Agregó que “lo más delicado es que le han atrasado el salario a los empleados, ese relajo que hay en Educación tampoco lo han podido arreglar, quedamos desde octubre que no habrían más planillas complementarias, ¿es culpa de la gente?, no es culpa de los funcionarios que no han podido ordenarse en dos años”.
Analistas consideran que en el caso de Educación es una dependencia que heredó un caótico sistema administrativo y que en medio de la adversidad ha logrado avances.
En el caso de Finanzas es incomprensible que se le achaquen responsabilidades cuando su misión es la de emitir los pagos cuando las planillas están en orden. En tanto su gestión como miembros del Gabinete Económico ha sido sólida en su principal tarea de contribuir en restablecer los vínculos de Honduras en la comunidad financiera internacional y reducir el déficit fiscal.
Frente a este panorama el gobernante comunicará las bajas y los nuevos rostros de su gabinete en las próximas horas. Las preguntas siguen rondando con la esperanza de que los goleadores ahuequen el campo y que sean sustituidos por otros que anoten a favor de los intereses de los hondureños.
