Los maestros anunciaron la tarde del jueves que las negociaciones quedaban suspendidas, a pesar de haberse llegado a acuerdos en 17 de los 19 puntos en discordia, porque el presidente se negó a recibirlos en cumplimiento de su palabra de que no se reunirá con la dirigencia magisterial en tanto ellos se mantengan en huelga.
Lobo ha cuestionado la huelga de los maestros porque “afecta a los hijos e hijas de los más pobres” de Honduras.
Asimismo ha expresado que no permitirá que acciones públicas, como manifestaciones, que afecten a terceros.
Tras anunciar la ruptura de las negociaciones, la dirigencia magisterial se reunió con sus bases en la Universidad Pedagógica, desde donde decidieron ir en manifestación a la casa presidencial a presionar al presidente para que los recibiera.
En su camino, como ya es costumbre, rayaron paredes y gritaron consignas contra el “gobierno golpista” de Lobo.
Al toparse con la barrera policial que les impedía su paso hasta las inmediaciones de la sede del Poder Ejecutivo enfrentaron a los policías con palos y piedras, ante lo cual las autoridades respondieron con el uso de gases lacrimógenos y balas de goma para disolver la manifestación.
El resultado preliminar: tres militares heridos y dos docentes.
El viernes de la semana pasada, los maestros también fueron desalojados violentamente cuando mantenían bloqueado el paso por los bulevares Centroamérica y Fuerzas Armadas, dos de las principales vías de comunicación en Tegucigalpa.
¿Por qué los maestros se retiraron de la mesa de negociaciones?
Los maestros aducen que se retiraron de las negociaciones porque quieren que el presidente Lobo les reciba antes de ellos suspender la huelga que ya se encamina a su cuarta semana consecutiva.
Quieren al ministro de Educación, Alejandro Ventura, y a varios de sus colaboradores fuera de sus cargos.
No obstante, fuentes ligadas al Gobierno hondureño no descartan que los hilos de este movimiento estén moviéndose desde República Dominicana, donde reside actualmente el ex presidente hondureño Manuel Zelaya, derrocado del cargo el 28 de junio de 2009 por intentar reformar la constitución de la república, coordinador del frente de resistencia nacional, que demanda su retorno al país “sin condiciones”.
“No vamos a rendir nuestras banderas de lucha”, dijo Zelaya el fin de semana anterioren una carta enviada a los maestros y al frente de resistencia.
Esta semana, se anunció que un contingente de activistas del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas (COPINH) se había unido de manera permanente a la lucha de los maestros, a quienes consideran “columna vertebral, sangre y músculo de la resistencia”, que dirige Zelaya.
Tras los sucesos del jueves, la dirigencia del Frente de Resistencia y del COPIMH llamó a sus bases a apoyar la lucha magisterial.
También se hicieron circular afiches en los que se acusa al gobierno de Lobo de “golpista” y “ladrón”.
El gobierno no hizo una declaración oficial sobre los acontecimientos, pero los maestros anunciaron que hoy volverán a las calles “a denunciar la represión del gobierno golpista”.
