spot_img

Santa Bárbara implora: “no nos dejen solos”

Por:

Compartir esta noticia:

Tegucigalpa – Un mes pasó desde el embate de los poderosos ciclones Eta y Iota en Honduras, pero aún existen zonas que claman por auxilio ante la devastación causada en muchas comunidades. Ese es el caso del departamento de Santa Bárbara, donde al menos 15 aldeas han sido declaradas inhabitables y hay afectación en sus 28 municipios.

– El gobierno ha prometido construir hasta 1 mil 700 viviendas en todo el departamento.

– Autoridades edilicias piden se destinen fondos de la ayuda internacional para reconstruir muchas comunidades afectadas por las tormentas.

– El departamento productor de café también presenta muchas dificultades para sacar la producción en el caso de las fincas que no fueron dañadas.

La realidad que atraviesa este departamento es compleja y pese a algunos esfuerzos de la administración central, todavía hay muchos municipios que no han recibido la atención oportuna.

Al par del Valle de Sula, el departamento de Santa Bárbara es la zona que más daños sufrió en su infraestructura. Hay necesidad de reparación de vías de comunicación, sistemas de agua potable y reubicación de centenares de familias que perdieron sus viviendas.

Lo principal es identificar terrenos para construir viviendas de miles de familias ahora damnificadas, situación que contrasta con los impresionantes aseguramientos de propiedades que se han efectuado las autoridades en ese corredor del occidente de Honduras.

Voltear la vista al departamento

El párroco Leopoldo Serrano hizo un angustioso llamado para que se voltee la vista de la comunidad nacional e internacional a esta zona noroccidental del país que fue severamente afectada por el paso de los ciclones.

Relató que visitó dos albergues y salió triste, con mucha decepción, al ver a la gente damnificada que clama por ayuda, pero sus plegarias no son escuchadas.

Contó que, en los albergues instalados en la zona, dos personas murieron en las últimas horas: uno fue atropellado y otro se quitó la vida por la situación compleja que atraviesan.

“Hable con la esposa del muchacho que se quitó la vida ahorcándose y ella está asustada, muy compungida. Hay mucha desesperación en esta gente, no tienen deseos no siquiera de hacer comida”, narró.

En las instalaciones de un polideportivo, que funciona como albergue, las personas deambulan de un lado hacia otro a la espera que les lleven buena noticias, pero estas nunca llegan, contó el párroco.

Remarcó que “ellos lo que piden son tierras para poder levantar sus casas”.

Mucha desesperanza

Serrano lamentó que solo les dice que esperen. “Una cosa es decir esperen y otra es estar en el lugar de estos damnificados, esta gente está desesperada, yo también lo estoy, casi no duermo porque no tenemos respuestas”, reforzó.

Relató que les propuso a los pobladores celebrar la misa en el lugar de los escombros, pero ellos dijeron que no porque regresar a ese sitio les produce tristeza.

“Me gustaría tener una noticia positiva como regalo de navidad, al menos una llamada del presidente, entiendo que tiene muchas cosas qué resolver, pero aquí hay un montón de hondureños que necesitan un pedacito de tierra”, clamó el líder religioso.

Avizoró que los damnificados de La Reina tendrán una navidad sin luces y muy oscura.

Reveló que apenas comenzaron a construir una casa para una de las familias afectadas por el deslave del mes anterior.

Apeló a la buena voluntad de la población para que done terrenos a los damnificados y que éstos puedan levantar sus casas. “Yo soñaba un solo lugar para todos, pero está bien difícil, tenía una esperanza y la persona que nos iba a donar la tierra ha desaparecido, la sigo buscando”, manifestó.

El cura reveló que los propios afectados le han sugerido que se tomen las calles o que se apropien de terrenos incautados al narcotráfico para poder presionar para construir las viviendas.

“Tenemos que buscar que los hondureños puedan ayudar a los hondureños, si alguien tiene un terreno que lo done para poder construir las viviendas de estas personas”, expresó.

Destrucción en Macuelizo

Alcalde Orlando Moreno Murillo

De su lado, el alcalde de Macuelizo, Orlando Moreno Murillo, dijo que esa zona del departamento de Santa Bárbara hay aproximadamente 200 viviendas destruidas en las comunidades de La Virtud y Buena Vista Flores.

“Un grupo de geólogos concluyó que estas comunidades son inhabitables”, remarcó.

Adicionó que este miércoles se comienza con la construcción de 25 viviendas en la aldea Los Puentes, comunidad de Río Blanco, gracias a la Organización No Gubernamental “Cepudo” y la familia Coello.

Dijo que la prioridad del gobierno municipal de Macuelizo es ubicar la tierra para construir las viviendas.

Relató que las familias afectadas por la destrucción de sus viviendas están albergadas en casas de parientes, amigos y otras personas de buen corazón.

Muchas zonas inhabitables

Mientras, el delegado presidencial para las atenciones en Santa Bárbara, Julio Quiñónez, calificó la situación en ese noroccidental departamento como “muy particular” porque se trata de zonas alejadas, montañosas y de difícil acceso.

Dijo que la evaluación de daños no ha sido fácil y aún visitan lugares que fueron devastados por los ciclones Eta y Iota.

Citó que la comunidad Río Frío, en San Nicolás, la alcaldesa declaró como inhabitable.

“Sale más barato reubicar familias que hacer las obras de mitigación”, aseveró.

Desglosó que por parte del gobierno han llevado ayudas alimenticias, así como un puente Bailey y un importante lote de láminas para reconstruir viviendas afectadas durante el paso de los meteoros.

“Se hizo la transferencia a 15 gobiernos locales para que pudieran atender la emergencia, especialmente en la contratación de recurso humano para habilitar vías y zonas incomunicadas”, señaló.

Refirió que las mayores afectaciones se han producida en las zonas altas, las montañosas, donde es más difícil llegar con la asistencia.

Quiñónez describió que al menos 15 aldeas se convirtieron en inhabitables y que varias fallas geológicas se activaron tras el paso de los fenómenos naturales.

Puntualizó que “el presiente les pidió a los alcaldes que empezaran a identificar los terrenos para construir las viviendas de las personas afectadas y se habló de entre mil 500 y mil 700 aproximadamente”.

“Después del Valle de Sula es Santa Bárbara el que tiene una afectación extraordinaria y en el caso particular es lo complejo del terreno para meter maquinaria y hacer las reparaciones”, concluyó.

Pero los daños y la afectación se extienden a todo el departamento, en San José de Colinas, son muchas las familias que requieren auxilio, igual en Ilama, Gualala, Zacapa, Celilac entre otros municipios golpeados y alejados de la mano de Dios.

(PD)

spot_img
spot_img

Lo + Nuevo

spot_img
spot_img
spot_img
spot_imgspot_img