Tegucigalpa – El secuestro de un pediatra en Trinidad, Santa Bárbara, fue el punto que colmó de incertidumbre a los ciudadanos de ese noroccidental departamento hondureño, donde el rebrote de la violencia es inminente.
Se trata del doctor Roberto Mancía, quien, tras décadas de servir con su profesión en Tegucigalpa, decidió trasladarse a su natal lugar, para poder desarrollar en él un trabajo en favor de los más necesitados e igualmente atender su hacienda.
A poco más de un año de vivir en Trinidad, este día ocurrió un episodio dramático en la vida del doctor Mancía al ser privado de su libertad por hombres desconocidos, un hecho que aún no permite dar cuenta del paradero del galeno.
Trinidad es uno de los municipios más grandes y de mayor actividad agrícola, comercial y cultural en la región, allí convergen sectores que dinamizan la vida productiva del departamento.
Desde los pequeños talleres y fábricas de zapatos de gran calidad; la producción de café de características refinadas; el amplio hato ganadero, la siembra de granos y la diversidad de actividades culturales y deportivas, han dado al lugar vida propia y un sitial destacado en la región.
El derroche de arte mostrado en las chimeneas gigantes, las actividades teatrales, la poesía, los paseos por las fincas de café y por las montañas y hoteles entrañables, los campeonatos del futbol, que involucran desde los más pequeñitos y en los que la alcaldía siempre trabaja al lado de los jóvenes y la sociedad civil organizada, han hecho de Trinidad un lugar turístico bastante apetecido.
Pero esa tranquilidad ha cambiado ante la llegada creciente de foráneos que ocupan varios sectores aledaños a la ciudad, dijo un vecino que prefirió el anonimato por temor a represalias de las maras.
En el centro de Trinidad las actividades delincuenciales son minúsculas porque las autoridades han instalado un sistema de cámaras que permiten rastrear a los criminales, dijo otra pobladora que tampoco quiso ser identificada.
Igualmente, los vecinos externaron que la aldea de La Unión es la que denota mayor cantidad de hechos violentos y pidieron mayor presencia de las autoridades allí.
El secuestro del doctor Mancía ocurrió en su hacienda, en la carretera que conduce a Concepción del Norte, siempre en Santa Bárbara.
Autoridades de Seguridad se presentaron en la escena de los hechos y hacen averiguaciones, aunque hasta el momento no han brindado datos concretos.
“No podemos decir que sea necesariamente un secuestro, la investigación debe profundizar su trabajo”, dijo a Proceso Digital el ministro de Seguridad, Julián Pacheco Tinoco.
El funcionario dijo que en todo el país el crimen muestra mutaciones y que Santa Bárbara no es la excepción.
A su juicio los repuntes en las áreas rurales obedecen a la acción que las autoridades han tenido en las ciudades.
Igualmente recordó que en Santa Bárbara la ubicación de la cárcel El Pozo, ha abierto una ventana para la llegada de migrantes que están bajo la lupa de las autoridades.
En ese sentido, vale recordar que hace apenas unas semanas, las autoridades desmantelaron un centro de altas comunicaciones en la aldea de San Miguel de Lajas, en Colinas.
Se estima que ese centro de comunicaciones buscaba ser útil para enlazar a privados de libertad ubicados en El Pozo, una cárcel de alta seguridad edificada en el histórico y colonial municipio de Ilama.
Igualmente, la semana anterior, se descubrió en Gualala, a dos kilómetros de El Pozo, un túnel que era construido por más de una docena de hombres, todos inmigrantes recién llegados a la comunidad.
Ellos dijeron que la excavación tenía el propósito de buscar oro, una coartada poco creíble ya que en la zona no hay registros de la existencia del metal precioso.
Asimismo, hace escasos días, un policía militar, asignado a El Pozo, fue develado por las mismas autoridades quienes le achacaron servir, desde hace varios meses, como fuente de información clasificada para los cabecillas de una organización criminal dentro de ese centro penal.
El ministro Pacheco dijo que las unidades policiales también trabajan reforzando la frontera y lo hacen en puntos sensibles como Corinto, Ocotepeque y los valles (Quimistán, Santa Bárbara y otros municipios aledaños).
Respecto a la actividad de los carteles de la droga en la región occidental el general Pacheco Tinoco manifestó que “no porque algunos se fueron se resolvió el problema, ellos siguen actuando y nosotros también, es una guerra”. Luego indicó que también en el Caribe y en el Sur del país los criminales han mutado para seguir cometiendo sus fechorías.
Así, en Santa Bárbara, las actividades criminales mantienen en incertidumbre a una población poco acostumbrada a la zozobra, pero cada vez más alejada de su ambiente tranquilo que les permitía disfrutar de su trabajo, sus siembras y actividades culturales entre otras.
Otros hechos este año
El departamento de Santa Bárbara está dividido en 28 municipios y posee unas 312 aldeas y más de 1000 caseríos, se encuentra localizado en la parte noroccidental de Honduras.
Las tierras en su mayoría están destinadas a la agricultura, ganadería, café. La industria artesanal comprende la elaboración de sombreros de junco, alfombras de palma, cordelería, alfarería, entre otros. La Minería está presente con el yacimiento subterráneo más grande de Centroamérica, como lo es la Mina de El Mochito.
Bajo esa dinámica y con una población aproximada de 500 mil habitantes, este 2019 ha sido sumamente violento y en él han ocurrido crímenes atroces y diferentes modalidades del crimen.
Este septiembre varios malvivientes prendieron fuego al vehículo del comunicador Miguel Ángel Tróchez en barrio El Llano del Conejo en el municipio de Santa Bárbara. El periodista santabarbarense calificó el ataque a su vivienda como un mensaje a la población en el sentido que la extorsión ha ganado terreno en ese noroccidental departamento hondureño.
Igualmente, un mes antes -agosto- un exregidor y exjuez municipal del municipio de San Luis, Santa Bárbara, fue gravemente herido en las últimas horas a manos de desconocidos, aunque el suceso ocurrió en San Pedro Sula.
La ola de crímenes también da cuenta durante el mismo agosto un reconocido pastor evangélico y propietario de una radioemisora fue encontrado asesinado en el municipio de Concepción Sur, Santa Bárbara.
Asimismo, en enero de 2019 fue asesinado el hermano del actual magistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Jorge Abilio Serrano en la carretera que conduce hacia al municipio de San José de Colinas, Santa Bárbara.
Las capturas de personas en posesión de drogas, así como altas sumas de dinero son otros hechos que se repiten constantemente en ese departamento noroccidental.
Debido a toda esta dinámica criminal, la Fiscalía ha ejecutado acciones focalizadas en ese departamento, como es el caso de la Operación Hormiga III.