Roque Zelaya, un pincel que se anticipa al fin del mundo pronosticado por Los Mayas

Siendo que este jueves se cumple la primera mitad de ese ciclo de la profecía oculta en la numeración Maya, Proceso Digital conversó con este primitivista hondureño, él habló sobre su pasión por el arte, una muestra que radica perennemente en su pueblo natal, Las Flores. El artista también habló de los poemas que encierran cada una de sus pinturas, de sus viajes, y hasta de su sueño frustrado de ser futbolista.

¿Qué está preparando actualmente Roque Zelaya?

Esta semana, el 21, estaríamos a mitad de este período de un año de esta noticia Maya, de que el 21 de diciembre va a desaparecer el mundo.

Tengo unas pinturas Mayas, son miniaturas, pero llevan bastantes detalles. Tienen un punto de vista personal, casi todas son imaginarias y otras recopilación.

“La niña que canta” es original, es que yo escribo generalmente un poema en cada cuadro.

¿Cuánto tiempo le llevó hacer esta pintura de la niña Maya?

Varios días, es que lleva un montón de dibujos. Súper pequeños los detalles.

¿Esta muestra en particular la va a exhibir?

No, yo creo que no. Casi no expongo. La directora de un museo, que tiene 30 piezas mías desde hace un año, me dijo que me preparara con cinco dibujos (que son estos) pero que serán una muestra fidedigna.

¿Qué tipo de pinturas utiliza para cada una de estas miniaturas?

Oleo, como el que utilicé para “El último Maya” que a mi criterio es ese que dibuje en la imagen, y esa es pura imaginación mía; viene siendo como tridimensional.

¿Tuvo que conocer mucho antes de hablar de plasmar a los Mayas en oleo?

No, se sabe que está Copán Ruinas desde hace ya muchos años. La primera vez que fui fue hace 27 años, y en ese tiempo he ido 3 veces y sé lo que se ve ahí.

Los siglos se quedaron en piedra eternamente; los Mayas así grabaron a su glamorosa gente, porque eran reyes, príncipes, soberanos, los que plasmaban en esas estelas (lee).

¿Este, especial en la cultura Maya, ha pintado algo mas en torno al tema?

Si, este año he pintado montón de temas relacionados, siempre me ha gustado a mí la temática Maya. Por ejemplo un día va usted a la oficina presidencial ahí va a ver un cuadro mío enorme de las Ruinas de Copán; cuando el presidente Porfirio Lobo se sienta en su escritorio, a su izquierda está el cuadro de Copán, que ese lo ordenó el ingeniero Carlos Flores, cuando él mandó a hacer esa oficina y no la inauguró, quien la estrenó fue el presidente Ricardo Maduro.

¿Alguna vez obtuvo un comentario del ex presidente Maduro, en base a ese cuadro en su despacho?

Fíjese que una vez sube mi hijo a mi estudio y me dice: papá te habla un señor que se llama Ricardo Maduro….y le dije: aló? Habla Ricardo, Roque, que tal estás? …qué Ricardo? El presidente, me dice, es que mirá cada vez que entro a mi oficina yo tengo que ver tu cuadro, porque me da una tranquilidad grandísima, porque la paciencia que tuviste para pintar ese cuadro, es la paciencia que a mí me contagia, me provoca empezar el día bien, y quiero que vengas este día, quiero que vengas hoy si podes a las 11 de la mañana.

Y yo tenía un compromiso a esa hora, me atreví a decirle al presidente que no podía a esa hora.

La cita la reprogramamos para las 4 de la tarde, de acuerdo a la agenda del presidente, que quien la manejaba en ese entonces era el ahora alcalde de Tegucigalpa, Ricardo Álvarez, que era también su secretario privado.

Llevé a mis hijos, porque se emocionaron; y nos tomó fotos con unas cámaras automáticas y conversamos.

¿Esa fue la primera vez que Roque Zelaya tuvo acercamiento con un presidente de la República?

En esta casa estuvo Rafael Leonardo Callejas, para encargarme “La Primera Misa”, que era para regalarlo de los Reyes de España.

En 1992 España celebró el Encuentro de los Mundos por los 500 años de Descubrimiento de América, entonces como parte de la celebración de España, en Barcelona fue un encuentro Iberoamericano de Presidentes, y quien lo iba a dirigir era el Rey Juan Carlos; entonces vino Callejas en persona con su esposa Norma, a encargarme “La Primera Misa” que hizo Colón en el Cuarto Viaje.

¿Así como tiene la idea de hacer cuadros, tiene poemas o viceversa?

Fíjese que tengo un montón de poemas para hacer cuadros, porque mientras pinto tengo todo el tiempo del mundo para pensar en alguna frase en alguna línea, un verso; y tengo al lado siempre un papel para anotar. Entonces, mientras pinto un cuadro he hecho poemas.

Entonces siempre tendré más poemas que cuadros, pero ese poema me sirve para sacar un cuadro. Otras veces le cambio el poema que ya tengo, se lo cambio al cuadro porque lo veo de otra forma, con un sentido diferente.

¿Cuánto tiempo permanece en su estudio?

Yo quisiera todo el día, pero me toca hacer un montón de mandados de la casa.

¿Qué sentimientos le produce cuando aparece en la portada de un libro artístico de Israel o su pintura en la portada del almanaque Escuela Para Todos 2012?

Lo mejor que puedo sentir que todavía en Honduras hay partes buenas, que es el campo, donde todavía hay lugares a los que la delincuencia no ha llegado. Digo yo: qué bendición que todavía tenemos rincones que no están del todo contaminados por la inseguridad.

P: A propósito de la delincuencia, este es un factor primordial por el que mucha gente decide emigrar hacia Estados Unidos y el mundo, ¿ha pintado alguna vez sobre la migración?

No, fíjese que no. Ese tema me parece muy triste, y yo por lo general plasmo en mis pinturas la alegría de la gente, el color, lo tradicional. Además en mi familia pasó un caso bien particular, un pariente de mi esposa se fue hacia Estados Unidos y en su ruta por México lo secuestraron; cuando se rescató al muchacho éstas personas seguían llamando exigiendo dinero….es un tema bastante triste, como viajan estos hondureños y centroamericanos: arriba de los vagones del tren, exponiendo sus vidas para mejorar….

Sin embargo, ¿Qué lugares de Honduras –de donde estos inmigrantes son originarios- ha retratado en sus pinturas?

La Ceiba, Copán, San Pedro Sula, Pespire, Choluteca, El Lago de Yojoa, Comayagua, Santa Lucía, Tegucigalpa, Yuscarán, Danlí, San Antonio de Flores, Amapala; de norte a sur.

¿Algún lugar en particular que le cautivó?

Mi pueblo…mi pueblo casi no tiene nada. Yo le encuentro…es que como ahí nací, ahí crecí. Es que una cosa es ver las cosas y otras, observarlas.

Todo mundo ve las cosas en el pueblo. Y yo las observaba y al observarlas les encontré un montón de cosas. Es lo que ahora me sirve desde niño, que uno crea un propio libro de la vida, y en cierto grado de la edad mayor al ojear ese libro que son los recuerdos, es lo que a un primitivista le da la inspiración, la inquietud de pintar algún momento.

Imagínese cada vez que iba a la escuela, por el camino a la casa, a la plaza, todo lo que miraba….animales, cerdos, plantas, flores, gente. Y luego al llegar al típico cuadrante de las cuadras del pueblo y que no tenía parque…y ahora el parque lleva mi nombre y hay un busto de bronce con mi imagen.

¿Alguna vez se imaginó tanta fama?

No, yo quería ser jugador…quería ser futbolista. Va a parecer chiste pero resulta que yo estaba en el equipo “Águila del Sur” del pueblo, pero hubo un desacuerdo con el técnico, porque yo jugaba y no pasaba la pelota a mis demás compañeros.

Yo recuerdo que entre tantas jugadas, desencajé con él porque me quité como 6 jugadores facilito, y la verdad que hice mal porque tiene que jugar uno con los otros jugadores…y eso no le pareció gracioso al técnico y desde ahí ya no seguí.