Tegucigalpa.– La violencia en Honduras dejó más de 104,000 personas muertas entre enero de 2000 y septiembre de 2024, informó este martes el estatal Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh).
En un comunicado, el Conadeh también señaló que «la violencia alcanzada en el país es de tal magnitud, que entre los años 2000 y 2010 las muertes violentas de personas sumaron 39.346.
El informe añade que la situación de violencia contra la integridad física y la vida empeoró entre 2011 y 2020, al registrarse 52.393 personas muertas en circunstancias violentas.
«Entre el año 2021 y septiembre de 2024, suman cerca de 13.000 muertes violentas, situación que se ha agravado por las constantes masacres, lo que indica que la galopante violencia homicida no se ha podido frenar pese a las medidas adoptadas, que incluyen un estado de excepción impuesto desde diciembre de 2022», subraya.
Además, el Conadeh instó a las autoridades hondureñas a acercar los servicios de Medicina Forense a las comunidades con el propósito de reducir los índices de impunidad que sobrepasa el 90 % en los delitos contra la vida en el país y evitar que se violente el derecho a conocer la verdad que tienen los familiares de las víctimas.
La actual situación que se vive en el país, según el organismo humanitario, hace que el pueblo hondureño no sólo tenga que enfrentar una crisis económica sin precedentes, también se debate en una crisis de inseguridad pública por la cantidad de muertes violentas que se reportan en diversas regiones del país.
«Para el Conadeh es motivo de preocupación el irrespeto del derecho a la vida que priva en el país, a lo que se une el alto nivel de impunidad que, según estimaciones, está por encima del 90 % en los delitos contra la vida», añade el comunicado.
En opinión del delegado Adjunto del Conadeh, Ricardo López, un factor que puede estar influyendo en el alto índice de impunidad es «la intolerancia de las personas cuando su familiar fallece, al no permitir el levantamiento del cuerpo para que la autoridad pueda realizar la correspondiente autopsia».
Otro ingrediente que estaría «abonando» a los altos índices de impunidad, «es que algunos crímenes se cometen en comunidades alejadas de donde se encuentran las instalaciones de Medicina Forense», dependiente del Ministerio Público (Fiscalía).
Cuando un cuerpo es trasladado a Medicina Forense, para su respectiva autopsia, los familiares tienen que ver después cómo se las arreglan para retornar a sus comunidades, muchas veces lejanas, y poder enterrar el cuerpo de la persona fallecida, dijo López.
Añadió que la impunidad no solo genera un sentimiento de impotencia en los familiares, sino que es una «ventana abierta que incita a las personas que cometen este tipo de delitos contra la vida, a seguirlos cometiendo». EFE/ir