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Reflexivo Vía Crucis pide por Siria, Honduras y la paz mundial

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Tegucigalpa – El camino que vivió Jesús en la cruz del calvario fue retratado en un reflexivo Vía Crucis que encabezó el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, Juan José Pineda, evento religioso que contó con la presencia de miles de feligreses católicos que vivieron una a una las 15 estaciones.

– Honduras necesita dar esperanzas a sus hijos para que no mueran jóvenes, dijo Pineda para luego remarcar “que no sigan muriendo nuestros jóvenes”.

– El Vía Crucis fue protagonizado por jóvenes de la Iglesia La Catedral de Tegucigalpa.

El Vía Crucis es la meditación de los momentos y sufrimientos vividos por Jesús desde que fue hecho prisionero hasta su muerte en la cruz y posterior resurrección. Literalmente, Vía Crucis significa “camino de la cruz”.

Al rezarlo, se recuerda con amor y agradecimiento lo mucho que Jesús sufrió por salvarnos del pecado durante su pasión y muerte. Dicho camino se representa mediante 15 imágenes de la Pasión que se llaman «estaciones».

El santo Vía Crucis recorrió las calles del centro de la capital bajo un sol abrazador que no fue impedimento para que miles de católicos vivieran este acto sobre la pasión y muerte de Jesús.

via crusis5Primera estación
Jesús sentenciado a muerte

via crusis3Aquí el obispo auxiliar Pineda se refirió a la situación de violencia que atraviesa Siria ante un mundo que únicamente ve expectante lo que sucede, pero que poco hace para revertir esa situación que cobra la vida de miles de niños, mujeres, ancianos y hombres.

Pidió a Dios para que reine la paz en esa zona conflictiva del mundo, que se derriben las ambiciones de los líderes mundiales y que todos unan esfuerzos para asistir a los que ahora sufren.

Segunda estación
Jesús cargado con la cruz

Pineda citó el caso de los miles de obreros hondureños que ahora enfrentan despidos en sus trabajos, también citó cada una de las construcciones que se hacen en la ciudad y que las mismas son gracias a la mano de obra de personas que exigen conservar su empleo.

Elevó plegarias al Señor para que no desampare a los que todos los días llevan una pesada carga (cruz) y que en su lugar ofrezca el regocijo de la palabra santa.

Tercera estación
Jesús cae por primera vez

En esta estación el obispo Pineda retrató la situación de calamidad que atraviesan los hospitales del país. “Visita a los enfermos porque sufren en cuerpo y alma”, adicionó.

“Tenemos que acercarnos a los hospitales con tu fortaleza ante aquellos que están caídos para llevar tu palabra, ellos que están experimentando un zarpazo de la siniestra muerte, necesitan un zarpazo de la vida”, citó.

Ejemplificó que los hospitales están abarrotados de muchos que caen en accidentes, otros por la violencia, todos sufren dolor, pero nunca morirán si tienen en amor de Dios.

Cuarta estación
Jesús encuentra a su madre

Asimismo, volvió a mencionar los zarpazos mortales y heridas que deja el terrorismo en el mundo.

“El pueblo sirio hoy está en Tegucigalpa y viceversa, vemos los zarpazos mortales y las heridas del terrorismo, nada extraño de lo que pasa allá pasa en nuestra Tegucigalpa, son tus hijos y tus hijas las que sufren estas torturas, terrorismo y asesinatos”, sermoneó.

Demandó levantar la mirada y abrir el corazón. “Vemos a hermanos sometidos a nuevas formas de esclavitud por un mundo globalizado, hoy las máquinas lo hacen todo, se reemplaza la mano de obra, hombres y mujeres son olvidados en el silencio, pedimos que veas y escuches a los que son desechados y despreciados en su trabajo”.

via crusis1Quinta estación
El Cirineo ayuda a Jesús a llevar la cruz

Aquí el líder espiritual criticó la prostitución que golpea a Honduras, donde mujeres e incluso hombres “sonríen sin ganas de hacerlo” y sudan bajo las sábanas que no son de amor.

“Estas mujeres que desde la prostitución desviven su vida, tiemblan débiles y vulnerables”.

Continuó que “algunas veces estas mujeres son manipuladas por mafias escondidas… El mundo de la prostitución no tiene manos, ni labios, ni ojos, ni amor… los que venden su cuerpo han perdido la emoción, simplemente sobreviven porque vivir vivir no viven”.

Remató: “Envía Señor algunos Cireneos que con el bálsamo de tu misericordia puedan encontrar a estas hombres y mujeres que negocian con sus vidas, para que encuentren una casa de misericordia”.

Sexta estación
Verónica enjuga el rostro de Jesús

Esta estación es propicia para mencionar que la enfermedad nos visita de vez en cuando. “Imaginémonos que llegamos a un centro de salud, hacemos fila desde la madrugada para lograr un turno, ahí están nuestros enfermos y familiares con el deseo de encontrar un cupo para mejorar en nuestro dolor”.

Mencionó que “el cuerpo es sagrado, Dios habita en él. Gracias a Dios por los que se dedican a sanar nuestras heridas en el alma y el cuerpo”.

“Gracias por los agentes sanitarios que sanan nuestro cuerpo. Dios sea bendito en nuestros centros de salud. Te pedimos que a nadie le falte donde el cuerpo sea asistido de manera digna”.

Séptima estación
Jesús cae por segunda vez

El obispo Pineda aprovechó esta estación para preguntar: ¿cuántos hombres y mujeres son esclavos de las drogas?

A renglón seguido, abogó para que Dios obre en la vida de estas personas para que no sean más obedientes a deseos del cuerpo y a vicios del alma.

Octava estación
Jesús encuentra mujeres de Jerusalén

via crusis2Este apartado fue reprochar a los padres y madres irresponsables, sin embargo también destacó la valentía de los cumplen bien esta labor en la sociedad.

“Muchos de éstos son el corazón de nuestro pueblo, padres fieles a sus hijos, lastimosamente muchos de ellos en hogares desintegrados, hogares frágiles porque no han tenido el amor en su hogar, en el caso de estos jóvenes viven horas de peligro y miedo. Pedimos por estos jóvenes, ellos encuentran en nuestros templos una ventana para ver el rostro de María, de Jesús, se llenan con su presencia”.

Exteriorizó que “gracias Señor porque en nuestras parroquias nuestros sacerdotes ofrecen la palabra de Dios, se acabó la soledad porque encontraron en la iglesia un hogar”.

Novena estación
Jesús cae por tercera vez

“Sentimos vergüenza porque muchas veces no somos a tu imagen y semejanza. Tu quieres que seamos felices, pero andamos buscando que nos quieran por aquí y por allá, no podemos negar que cuando tocamos la orla de tu manto nos sentimos apasionados por ti. Señor ayudamos a encender nuestros corazones para apasionarnos por ti, tu palabra y al amor al prójimo”, dijo.

Pineda insistió en buscar a Jesús para saciar nuestros temores y las carencias del corazón.

Décima estación
Jesús es despojado de las vestiduras

Aquí el obispo Pineda pidió  a Jesús que acompañe a los que añoran su libertad.

“No tengas miedo porque no estás solo, sigue vistiendo a otras con las vestiduras de la libertad”.

Citó que despojarse de las vestiduras debe permitir quitar todo lo que como seres humanos nos hace daño. 

Décimo primera estación
Jesús clavado en la cruz

via crusis4Aquí, el obispo Pineda preguntó: “¿quién eres Señor para entregarte así por nosotros?”

Continuó: “¿Qué hacemos con la vida humana, con tantos abortos, asesinatos, secuestros y mutilaciones, qué hacemos con los que le llega el momento de la ancianidad o discapacidad, qué estamos haciendo con la creación que nos has confiado, qué hacemos con nuestros bosques y nuestra agua”.

Reclamó que “no podemos seguir tratándonos con tanta codicia, envidia y soberbia”.

“Viendo cómo te crucifican te preguntamos quién eres para que mueras de esa manera, no permitas que crucifiquemos a nuestros prójimos con nuestra indiferencia”.

Décimo segunda estación
Jesús muere en la cruz

Casi para finalizar la jornada del Vía Crucis, expresó que “no podemos olvidar la triste realidad de nuestra Honduras, los jóvenes mueren demasiado pronto. El Señor Jesús murió joven, Señor aquí ante tu cruz te adoramos y confiamos en ti, escuchamos tu silencio, ya no podemos escuchar tus palabras”.

Pidió súplicas a Dios para que tenga piedad de Honduras.

“Confiamos un día cruzar el umbral de la eternidad. Sabemos que la vida no termina con la muerte. Ayúdanos Señor porque no solamente nos lamentemos por las muertos del mundo, y ayúdanos a responder qué puedo hacer para que haya menos jóvenes muertos, necesitamos madres y padres responsables, sagradas familias, amigos fieles y que nuestros jóvenes tengan esperanza de trabajo”.

Décimo tercera estación
Jesús es bajado de la cruz y entregado a su madre

Aquí Pineda pidió a las mamás que tengan a sus hijos en sus brazos desde que nacen, pedimos a las mamás que no pierdan esa capacidad de tener corazón paterno y a los padres que tengan corazón materno.

“Líbranos Señor de la hipocresía de decir que tenemos a Dios en nuestras manos y no a nuestro prójimo, que nadie sufra y nadie muera sin la mano de Dios”.

Décimo cuarta estación
Jesús es colocado en el sepulcro

El líder católico se preguntó: “¿Y ahora qué? todo no puede finalizar así. Silencio, silencio, silencio, desde aquí nuestra oración para tener la certeza de un nuevo amanecer”.

“Todos sabemos que un día nos iremos de esta tierra y no le tenemos a la muerte porque hemos sabido vivir junto a ti. Sabemos que nos has preparado otro lado para nosotros en el cielo, queremos llegar a esa otra orilla del mundo y de esta vida”.

Concluyó: “Danos amor, fe y esperanza”.

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