Washington – Las dificultades de acceso a medicamentos en América Latina y la alta tasa de infección por VIH entre los hispanos en EE.UU. centraron hoy la XIX Conferencia Internacional sobre el Sida en Washington, donde una marcha pidió más compromiso de los países para combatir la enfermedad.
Uno de los problemas más graves de los infectados con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) en América Latina y el Caribe es la dificultad de acceso a antirretrovirales, según los expertos.
En algunos países de esa región «los Gobiernos no proporcionan los medicamentos y en otros los seguros médicos no cubren estos tratamientos», dijo a Efe Jaime Valencia, del grupo AidforAIDS International, con sede en Nueva York y oficinas en la República Dominicana, Panamá, Venezuela, Perú, Colombia y México.
Actualmente hay más de dos millones de personas en América Latina y el Caribe que son portadoras del virus, una cifra mayor que en Estados Unidos, Canadá, Japón y el Reino Unido combinados.
Más de los casi 100.000 nuevos casos de infección con VIH cada año en la región ocurren entre hombres homosexuales.
La excepción en la región es Brasil, cuyas políticas para combatir el VIH fueron expuestas hoy en la conferencia y deben servir de ejemplo para otros países, según los expertos.
«Brasil ha llevado el liderazgo en materia de lucha contra el sida apostando por el desarrollo de las medicinas genéricas y sacando el tema a la palestra. Ha tenido un enorme papel», explicó el economista estadounidense Jeffrey Sachs.
El país suramericano registró su primer caso de sida en 1982 y fue en 1985, tras finalizar la dictadura, cuando comenzó a construir un sistema para la lucha contra el VIH.
«No puedo evitar decir esto con un poco de miedo a estar equivocado, pero creo que Brasil es el único país del mundo con más de 100 millones de habitantes que tiene un sistema de salud público para toda la población, lo cual marca una tremenda diferencia», dijo el director del Programa contra el Sida de Brasil, Dircen Greco.
Actualmente, según explicó Greco, Brasil produce 10 de los 20 tipos de antirretrovirales que proporciona a los enfermos en forma de genéricos, permitiendo así el suministro universal al abaratar los costos del producto.
En la conferencia, que reúne hasta el viernes en Washington a más de 20.000 personas, también se habló hoy del estigma social que sigue impidiendo en EE.UU. que los hispanos portadores del virus busquen cuidado médico y participen en estudios clínicos.
Los hispanos tienen las tasas más altas de infección con el VIH en Estados Unidos, después de los afroamericanos, «y por ello son esenciales los programas de educación e información», dijo a Efe Jacqueline Pérez, del Proyecto PACT.
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), el número de latinos infectados por el VIH es desproporcionadamente alto, pues representan casi el 20 por ciento de los nuevos casos cada año en EE.UU., aunque son solamente el 16 por ciento de la población total.
En paralelo a la conferencia, miles de personas marcharon hoy por el centro de Washington para pedir un mayor compromiso de los Estados en la lucha contra el sida y respeto a los derechos de los colectivos más vulnerables.
Organizaciones no gubernamentales de lucha contra el sida, representantes de enfermos, trabajadores sexuales, activistas por los derechos de la mujer y hasta asociaciones para que se aplique una tasa a las transacciones financieras especulativas confluyeron en la marcha rodeados de una fuerte presencia policial.
Athena Moore, que trabaja con varios organizadores de derechos de la mujer, de afroamericanos y enfermos de sida, dijo que es necesaria «una estrategia integral para que, por ejemplo, se dé tratamiento y ayuda a colectivos doblemente afectados como el de las mujeres».
Los jóvenes de entre 15 y 24 años representan el 40 % de las nuevas infecciones por el VIH en adultos y los casos en mujeres de esa edad, muchas de ellas víctimas de violencia sexual, son el doble de los registrados entre los hombres, según el último informe de la agencia de Naciones Unidas contra el Sida (ONUSIDA).
En algunos países de esa región «los Gobiernos no proporcionan los medicamentos y en otros los seguros médicos no cubren estos tratamientos», dijo a Efe Jaime Valencia, del grupo AidforAIDS International, con sede en Nueva York y oficinas en la República Dominicana, Panamá, Venezuela, Perú, Colombia y México.
Actualmente hay más de dos millones de personas en América Latina y el Caribe que son portadoras del virus, una cifra mayor que en Estados Unidos, Canadá, Japón y el Reino Unido combinados.
Más de los casi 100.000 nuevos casos de infección con VIH cada año en la región ocurren entre hombres homosexuales.
La excepción en la región es Brasil, cuyas políticas para combatir el VIH fueron expuestas hoy en la conferencia y deben servir de ejemplo para otros países, según los expertos.
«Brasil ha llevado el liderazgo en materia de lucha contra el sida apostando por el desarrollo de las medicinas genéricas y sacando el tema a la palestra. Ha tenido un enorme papel», explicó el economista estadounidense Jeffrey Sachs.
El país suramericano registró su primer caso de sida en 1982 y fue en 1985, tras finalizar la dictadura, cuando comenzó a construir un sistema para la lucha contra el VIH.
«No puedo evitar decir esto con un poco de miedo a estar equivocado, pero creo que Brasil es el único país del mundo con más de 100 millones de habitantes que tiene un sistema de salud público para toda la población, lo cual marca una tremenda diferencia», dijo el director del Programa contra el Sida de Brasil, Dircen Greco.
Actualmente, según explicó Greco, Brasil produce 10 de los 20 tipos de antirretrovirales que proporciona a los enfermos en forma de genéricos, permitiendo así el suministro universal al abaratar los costos del producto.
En la conferencia, que reúne hasta el viernes en Washington a más de 20.000 personas, también se habló hoy del estigma social que sigue impidiendo en EE.UU. que los hispanos portadores del virus busquen cuidado médico y participen en estudios clínicos.
Los hispanos tienen las tasas más altas de infección con el VIH en Estados Unidos, después de los afroamericanos, «y por ello son esenciales los programas de educación e información», dijo a Efe Jacqueline Pérez, del Proyecto PACT.
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), el número de latinos infectados por el VIH es desproporcionadamente alto, pues representan casi el 20 por ciento de los nuevos casos cada año en EE.UU., aunque son solamente el 16 por ciento de la población total.
En paralelo a la conferencia, miles de personas marcharon hoy por el centro de Washington para pedir un mayor compromiso de los Estados en la lucha contra el sida y respeto a los derechos de los colectivos más vulnerables.
Organizaciones no gubernamentales de lucha contra el sida, representantes de enfermos, trabajadores sexuales, activistas por los derechos de la mujer y hasta asociaciones para que se aplique una tasa a las transacciones financieras especulativas confluyeron en la marcha rodeados de una fuerte presencia policial.
Athena Moore, que trabaja con varios organizadores de derechos de la mujer, de afroamericanos y enfermos de sida, dijo que es necesaria «una estrategia integral para que, por ejemplo, se dé tratamiento y ayuda a colectivos doblemente afectados como el de las mujeres».
Los jóvenes de entre 15 y 24 años representan el 40 % de las nuevas infecciones por el VIH en adultos y los casos en mujeres de esa edad, muchas de ellas víctimas de violencia sexual, son el doble de los registrados entre los hombres, según el último informe de la agencia de Naciones Unidas contra el Sida (ONUSIDA).
