Tegucigalpa – El gobierno, la empresa privada, la academia, iglesias y otros sectores sociales expusieron este domingo un plan consensuado de reapertura inteligente que será gradual y progresivo, donde la prioridad sigue siendo salvaguardar la vida de los hondureños.
-El canciller, Lisandro Rosales, indicó que se buscará un mecanismo especial para el transporte del personal que se reincorporará a sus labores.
-Lunes 8 de junio inicia la segunda fase con el reinicio de la actividad comercial y productiva.
-Se espera que al 15 de agosto esté abierto el 100 por ciento de los negocios.
No obstante, aclararon que continúa la cuarentena y la salida ordenada de los ciudadanos de acuerdo al último dígito de su documento de identidad.
Detallaron que el programa empieza con la fase 0 a partir del 1 de junio que es la etapa preparatoria y el próximo 8 de junio comenzaría la reapertura inteligente y progresiva, pero diferenciada en las tres regiones.
Los organizadores de la Mesa Técnica, a cargo de presentar el plan, señalaron que el mismos se basa en la Unidad y la cooperación, Aplicar correctamente las medidas de bioseguridad, Plan de reapertura enfocada a que la gente salga a trabajar para que pueda llevar el sustento a casa y el liderazgo de la mesa donde están representados todos los sectores.
Reapertura por regiones
Se expuso que donde se comenzará a abrir primero la actividad económica será la región número uno que es la menos afectada por la pandemia del COVID-19 y que comprende a 232 municipios que tienen baja incidencia en la epidemia, baja densidad poblacional y un bajo riesgo de contagio por lo que se necesita darle un tratamiento especial.
Se continuaría con la región número dos que incluye a 53 municipios que tienen una mediana incidencia y una mediana densidad poblacional, donde se necesita atención y brindar tratamiento ambulatorio.
Finalmente, se incorporará la región tres donde están los 13 municipios más afectados por la pandemia que incluye al Distrito Central, los municipios del departamento de Cortés, La Ceiba y dos casos particulares Nueva Arcadia en Copán, que a pesar de tener poca incidencia tiene una altísima densidad poblacional y baja capacidad de atención médica y es el mismo caso de Siguatepeque donde hay pocos casos, pero hay un alto riesgo de contagio y baja capacidad de atención médica.
En la presentación del plan participaron el ministro de la Presidencia, Ebal Díaz, el canciller y comisionado presidencial para atender la pandemia del COVID-19, Lisandro Rosales, el coordinador del proceso de reapertura inteligente, Alden Rivera y los demás miembros de las mesas técnicas que han venido consensuando el plan, donde están representados el gobierno y los diferentes sectores económicos, sociales y académicos, entre otros.
Acción consecuente
En la declaración se establece que la decisión de una reapertura de las actividades económicas y sociales, en el marco de la pandemia del COVID-19, se hace sobre la base de informes presentados por la Unidad de Vigilancia de la Secretaría de Salud y la Unidad de Epidemiología del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager), quienes manifiestan que es posible el reinicio de dichas actividades, con el estricto apego a las respectivas medidas de seguridad,
El documento apunta que la reapertura económica y de las actividades sociales en Honduras se visualiza como una acción consecuente con los más altos intereses de la nación, subordinada a la protección de la salud y la vida de todos los hondureños y como una medida que se anticipa a la ocurrencia de una recesión económica sin precedentes en la historia hondureña, que puede poner en precario el futuro de las actuales y nuevas generaciones en el país.
En ese sentido, acordaron reconocer como válida la conformación de tres regiones claramente diferenciadas denominadas como región uno, región dos y región tres, caracterizadas en base a los siguientes criterios: región uno, con baja incidencia positiva y baja densidad poblacional; región dos, con mediana incidencia positiva y mediana densidad poblacional y; región tres, con alta incidencia positiva y alta densidad poblacional. Los mapas y listados de municipios anexos a la declaración consensuada deben ser consideradas como parte inseparable de la misma.
Reapertura progresiva
Recomiendan que la reapertura económica y de las actividades sociales se realice de manera progresiva, utilizando como mecanismo de control el número de colaboradores que podrán incorporarse al trabajo siguiendo las siguientes directrices: cinco fases de progresión en la región tres, comenzando con la incorporación del 20 por ciento de los colaboradores de las unidades productivas, comerciales y de servicios y avances de 20 por ciento en períodos de 14 días, llegando al 100 por ciento en un período total de 75 días.
Además, cuatro fases de progresión en la región número dos, comenzando con la incorporación del 40 por ciento de los colaboradores y avances de 20 por ciento hasta llegar a 100, en un período total de 60 días.
Asimismo, tres fases de progresión en la región uno, comenzando con la incorporación del 60 por ciento de los colaboradores y avances de 20 por ciento hasta llegar a 100, en un período total de 45 días.
Recomiendan el uso de salvoconductos emitidos por la Secretaría de Seguridad como el mecanismo de control de las personas que, de manera progresiva, se integren a las actividades económicas y sociales a nivel nacional.
Equipos de protección
Piden declarar el suficiente abastecimiento de equipo de protección personal y de tratamientos de carácter ambulatorio y hospitalario, así como la implementación de un sistema de relevo para el personal del sistema de salud, todo debidamente certificado por el Gobierno, como factores fundamentales y condicionantes de la reapertura económica y social.
Este abastecimiento debe ser coherente con las proyecciones de personas expuestas oficializadas por la vía de la Unidad de Vigilancia de la Secretaría de Salud (Sesal).
El 1 de junio de 2020 inicia las fases progresivas de reapertura, quedando autorizadas las empresas del sector privado a realizar del 1 al 7 de junio de 2020, únicamente actividades de carácter preparatorio relacionadas con el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad por sector aprobados por la Secretaría de Trabajo y Seguridad Social (STSS).
La adquisición de equipo de protección personal para sus colaboradores y la gestión de salvoconductos ante la Secretaría de Seguridad, teniendo el 8 de junio como fecha efectiva para la realización de sus actividades bajo los parámetros de progresividad establecidos en el numeral dos de la declaración.
Las empresas medianas y grandes, de acuerdo a la categorización vigente establecida por la Secretaría de Trabajo y Seguridad Social (STSS), que progresivamente se incorporen a la actividad económica, actuarán como centros de triage para sus colaboradores y clientes, comprometiéndose a actuar en completa coordinación con el Sinager a efecto de ampliar la capacidad del país para la identificación de personas sospechosas, a quienes se les aplicará el protocolo respectivo relativo al régimen de aislamiento y tratamiento de carácter ambulatorio.
Unidad de Fiscalización
Proponen la integración de un Comité Nacional de Vigilancia, con la participación de los sectores representados en esta Mesa Multisectorial, que asuma la responsabilidad de dar seguimiento, monitoreo y evaluación al proceso de reapertura en sus diferentes regiones y fases, con facultades suficientes para dejar en suspenso o acelerar el proceso de reapertura, en función del comportamiento de la pandemia en cada uno de los municipios del país.
El Comité Nacional de Vigilancia debe contar, a juicio de esta mesa multisectorial, con comités departamentales que pueden estar incorporados en las ya existentes representaciones del Sinager a nivel de departamentos, desde donde se atenderán las necesidades de vigilancia en sus respectivos ámbitos territoriales a efectos de trasladarlos de manera periódica al Comité Nacional.
Toda la información derivada de la vigilancia de este comité debe ser publicada y difundida a la población en general.
Piden que el Comité Nacional de Vigilancia verifique, de manera permanente, el debido y suficiente abastecimiento de tratamientos ambulatorios, tratamientos hospitalarios y equipo de protección personal, en el sistema de salud del país.
Insta a la Secretaría de Trabajo a vigilar de manera permanente el respeto a los derechos de los trabajadores del país, reconociendo que la reapertura de la economía y las actividades sociales en Honduras lleva implícito el deseo de proteger los empleos y dinamizar el mercado de trabajo.
Principios del plan
El coordinador del proceso de reapertura inteligente, Alden Rivera, explicó que el plan contiene cuatro principios básicos y el primero es una estrecha coordinación entre el gobierno y los sectores comerciales y productivos del país, protegiendo la salud de las familias, los empleos, el mercado interno y el comercio exterior.
El segundo principio es la reapertura Convive con la Cuarentena en donde la cuarentena aplica al transporte urbano; el tercero es la progresividad con enfoque territorial y el cuarto es una nueva cultura de trabajo bajo la figura de protocolos de bioseguridad, autorregulación y vigilancia
Se plantea mediante la incorporación económica progresiva, ordenada y segura de regiones que responden a patrones homogéneos relacionados a densidad poblacional, incidencia positiva, capacidad de atención médica y relevancia económica.
En adición y de manera paralela, se propone la continuidad del mecanismo de excepciones, para sectores particulares de la economía que requieren un tratamiento diferenciado.
