Tegucigalpa – En Nicaragua ha pasado de la represión al extremismo, ahorita hay una metamorfosis de un estado totalitario radical a un estado “talibanizado”, y eso salpica a todos los países de Centroamérica, lamentó el empresario nicaragüense exiliado y director de la organización Hagamos Democracia, Luciano García.
En entrevista con Proceso Digital, el opositor en el exilio, dijo que la decisión del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo de cerrar, el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), junto a sus 18 cámaras asociadas, no cayó de sorpresa, sino que es la legalización de un divorcio unilateral que hace la dictadura.
El Cosep desde el 2018 estaba totalmente callado, pero ahora lo han terminado, porque el régimen ya perdió la vergüenza y ahora lo que buscan es un modelo de empresariado a fin al régimen, añadió Luciano García.
Han desaparecen el gremio como tal y dejan en estado de indefensión a miles y miles de empresarios, obviamente el temor es mucho mayor y eso se traduce en que los empresarios no van a invertir un peso más en Nicaragua, las empresas desaparecen y cada día va a haber más desempleados y obviamente el más afectado va a ver es el pueblo de Nicaragua donde la van a empobrecer cada día.
Graves repercusiones para Centroamérica
La pérdida del estado de derecho y el deterioro democrático de Nicaragua representa un serio problema para la región centroamericana y en general para Latinoamérica y del Caribe.
En la plática con Proceso Digital, Luciano García, resaltó que la radicalización se agudizará cada día más y las repercusiones son muchas para toda la región.
“Esto salpica a la región en primer lugar porque los empresarios de los países como El Salvador, Honduras, Guatemala, Costa Rica y Panamá están horrorizados al ver el nivel de represión y de la falta de oportunidades que se les da a las inversiones en un país como Nicaragua donde el estado de derecho no vale y eso interrumpe como región el intercambio empresarial disminuye”, expresó.
Las empresas de Nicaragua seguirán saliendo y se radicaran en países donde haya estado de derecho, otro problema es que habrá mucha migración de nicaragüenses a países de la región y eso va a ser catastrófico porque obviamente va a desencadenar en mayor pobreza y otras repercusiones sociales, anotó el empresario. LB
