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Quien ingresa al crimen organizado no vive más de cinco años, advierte jefe de las FF AA

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Tegucigalpa – El jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, general Fredy Díaz, aseveró este domingo que quien ingresa a organizaciones del crimen organizado, no vive más de cinco años.
 

“Aquellas personas que han querido dañar a este pueblo, deben entender de una vez por todas de que hay un lugar para ellos que va a ser una cárcel o lo que le sucede a la mayoría de las personas que toman la decisión de pertenecer a una banda delictiva, que entre ellos mismos se están matando y que hay ya estadísticas que indican que más o menos cinco años ellos van a tener de vida porque el crimen organizado no perdona, ellos sólo tienen una forma de resolver los problemas o las diferencias, que es a través de la muerte”, advirtió.

En declaraciones a la radioemisora HRN, Díaz indicó que hay un nuevo enfoque sobre seguridad en el país ya que no se podría dar resultados con las mismas estrategias y por eso se tenía que cambiar y se recibieron instrucciones precisas para cooperar con todas las instituciones del Estado.

Agregó que eso ha dado pié a una fortaleza que se llama Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), donde están integrados todos los operadores de justicia y los órganos del Estado que tienen que ver con seguridad.

“Eso nos ha permitido coadyuvar esfuerzos, ver cuáles son las limitantes de una institución para fortalecerla con otra institución y de esa manera tener claro que también los jueces y fiscales, son hondureños y que hay que salvar al país y en ese sentido, los resultados han sido fantásticos, muy objetivos, donde hemos podido ver que el año pasado se paró el crecimiento de los homicidios y hoy vamos en una baja muy pronunciada”, aseguró el jerarca militar.

Añadió que esa estrategia ha dado resultados y la misma se está afinando cada día más y que las Fuerzas Armadas cada vez están más fuertes y sólidas, en una permanente depuración para sacar a todas aquellas personas que no han entendido cuál es el compromiso que debe asumir un soldado ante la patria.

Vaticinó que vienen mejores tiempos para Honduras y a finales del año, el país estará en una situación totalmente diferente pues no se le seguirá midiendo por la cantidad de homicidios que ocurren cada día.

Por otro lado, Díaz se refirió a la asignación que les dio el Consejo Nacional de Defensa y Seguridad a las Fuerzas Armadas para hacerse cargo de los centros penales, lo que para él significa un reconocimiento al trabajo que esa institución hace para poder colaborar con el Estado en todas aquellas tareas que les asignen los gobernantes.

Señaló que hay que aceptar que el país tiene problemas graves, pero con personas que han asumido el reto como el presidente Juan Hernández Alvarado, quien ha estado día a día detrás de esas exigencias para dar una respuesta correcta y no sólo sean palabras las que se estén exteriorizando, sino que sean hechos los que demuestren que Honduras va a cambiar y que el crimen organizado entronizado en la sociedad, sepa que hay personas comprometidas y que van a ir hasta el último lugar para devolver a la nación esa paz que tanto añora.

Díaz aseveró que tienen conocimiento de que los miembros del crimen organizado van a realizar algunas acciones en contra de la institucionalidad, pero las fuerzas del orden están preparadas, hay una institución sólida, de hondureños que han decidido hacerle frente a todas las vicisitudes que se puedan venir.

Añadió que además hay un apoyo permanente de parte del pueblo de Honduras a una institución que sabe que depende y que forma parte de la población y cuya plataforma descansa en principios y valores y que respeta los derechos humanos.

Destacó que en el caso de la Policía Militar del Orden Pública (PMOP), respeta la vida humana y los derechos humanos a cabalidad a tal grado que no hay ni una tan sola queja en contra de esa unidad y eso la fortalece más y representa una alternativa correcta para el país.

El jefe castrense indicó que los análisis comparativos indican que la situación conflictiva que se vivía en zonas como los departamentos de Gracias a Dios y Colón, ha mejorado en relación a cómo estaban antes.

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