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Programa de huellas dactilares, otra grave amenaza contra inmigrantes

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Tegucigalpa – Mientras Arizona se puede convertir, casi de inmediato, en el primer estado estadounidense en criminalizar la presencia de inmigrantes indocumentados otra iniciativa como el programa de huellas dactilares también les amenaza.
 

Por un lado la iniciativa SB 1070 conocida como la Ley Antiinmigrante de Arizona es enfrentada por organizaciones nacionales y locales que preparan una movilización a nivel estatal que comenzará este miércoles con una vigilia en varias ciudades, seguida por demostraciones el día jueves en el Capitolio estatal en Phoenix y en el edificio estatal en Tucson, lo que les impide ver otras amenazas un tanto veladas.


La Ley de Arizona ocupa a los activistas y defensores de los inmigrantes y eso les ha distraído para ver los fantasmas de leyes igualmente dañinas en contra de los inmigrantes que también se erigen en los Estados Unidos.


Una especie de apartheid pende sobre los ciudadanos que residen en los Estados Unidos y que buscan alcanzar los sueños que ven lejanos y hasta imposibles de alcanzar en sus naciones donde la pobreza extrema les hace vivir en una abismal marginalidad.

Criminalizar a un inmigrante

La ley estatal SB1070, que entrará en vigor el próximo jueves, otorga funciones de agentes de inmigración a los policías locales, quienes podrán cuestionar el estatus migratorio de cualquier persona que «sospechen» se encuentra de manera ilegal en EE.UU.


Una vez que entre en vigor la nueva regulación en Arizona también será un delito emplear o transportar a un inmigrante indocumentado. La norma también exige que todos los extranjeros porten sus documentos migratorios.

Las esperanzas de muchas familias inmigrantes y de activistas están puestas en la jueza federal Susan Bolton, quien la semana pasada escuchó argumentos de las demandas presentadas por grupos civiles y el Gobierno federal en contra de la implementación de la SB1070.


Bolton tiene tres opciones en sus manos, dejar que la ley entre en vigor, evitar que ciertas partes sean implementadas o suspenderla por completo.

Hasta el momento, no ha tomado ninguna decisión, ni ha determinado una fecha para dar a conocer su determinación.


Mientras tanto, los negocios cerrados y las múltiples casas en renta en barrios hispanos son un recordatorio de las familias que continúan dejando el estado.


Desde hace unas semanas en ciudades como Phoenix y Tucson es común ver los fines de semana a familias que llevan a cabo ventas de garaje donde tratan de vender todas sus pertenencias para recaudar la mayor cantidad de dinero posible.


Un potencial apartheid

La nueva embestida en contra de los indocumentados es el programa de huellas dactilares que busca “descubrir” quienes de los detenidos en esa nación tienen papeles que evidencien su estatus migratorio.

La idea viene del gobierno federal y tiende a expandirse como la pólvora en los estados de la unión americana.

De convertirse en realidad, con el empuje de este proyecto se estaría a un paso de afectar a millares de indocumentados que estarían expuestos a retornar a sus países debido al nuevo control.

El esquema se conoce como “Comunidades Seguras” y comprende lo toma de huellas dactilares a toda persona detenida.

Más allá de la toma de huellas también se contempla el cruce de la información con otras agencias como el Departamento de Seguridad Nacional y el FBI.

Se estima que el programa de Comunidades Seguras y sus herramientas estarán presentes en todos los Estados de los Estados Unidos dentro de dos años y medio.

Actualmente cerca de 500 jurisdicciones ya son parte de Comunidades Seguras.

Los alcances del plan de huellas dactilares representan un mayor peligro para los inmigrantes que no están documentados. Se estima que sus alcances racistas y también sus efectos en cuanto al número de inmigrantes afectados serían avasalladores.

Inmigrantes hondureños

En Estados Unidos habitan más de un millón de hondureños, gran parte de ellos indocumentados.

Por ahora no se conoce un pronunciamiento oficial del gobierno hondureño relacionado al programa de huellas dactilares pero si sobre la Ley SB 1070.

Voceros oficiales dijeron que el tema de huellas dactilares se estudia en las instancias de gobierno.

Frente a la Ley SB 1070, Honduras se pronunció oficialmente condenándola y dijo que “llegó la hora de impulsar una reforma migratoria que regularice la situación de más de 11 millones de indocumentados que radican en suelo norteamericano”.

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