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Préstamos “gota a gota”, de la necesidad a la extorsión

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Tegucigalpa – Miles de comerciantes hondureños recurren a los llamados préstamos “gota a gota” por los que pagan altísimas tasas de interés a organizaciones, presuntamente integrada por extranjeros, que en determinado momento se convierten en extorsión por los métodos que se utilizan para recuperar los capitales asignados.  

– Los préstamos (gota a gota) son una opción para nosotros, los que se quejan es porque llegan al punto que no pueden pagar”, dijo un comerciante.

– Colombianos, guatemaltecos y mexicanos prestan dinero a altas tasas de interés diario y luego extorsionan a la gente, denunció recientemente el presidente Hernández.

Este tipo de negocios son atribuidos, especialmente a ciudadanos colombianos, quienes prestan sumas de dinero a un 20 por ciento de interés. Esta “industria” parece haber cambiado de manos y ahora está en manos de los que comenzaron como cobradores, pero que ahora se han apoderado de esta especie de economía subterránea.

Las autoridades reconocen que este tipo de transacciones de capitales son “difíciles de rastrear” porque no se utiliza el sistema bancario, tampoco hay declaración de ganancias y mucho menos tributan a las arcas naciones.

Los que se dedican a este florido negocio cometen delitos que van desde la usura, evasión de impuestos hasta lavado de activos.

prestamo gota a gota

Los créditos “gota a gota” ofrecen dinero rápido, sin garantías ni avales, a devolver en cuotas muy pequeñas, pero intereses altísimos. Esta modalidad se ha exportado a varios países de Latinoamérica desde Colombia por grupos criminales, y Honduras no ha sido la excepción.

El pasado 6 de marzo, el presidente Juan Orlando Hernández solicitó a la Fuerza Nacional Anti Maras y Pandillas (FNAMP) que investigue a los extranjeros y algunas asociaciones ilegales que otorgan créditos con altas tasas de interés en todo el país y que luego los utilizan como armas de extorsión.

El presidente Hernández especificó -en aquella oportunidad- que se ha detectado en varios sectores del país la presencia de extranjeros, algunos colombianos, mexicanos y guatemaltecos, así como maras y pandillas, que se dedican a esa actividad.

Señaló que, según las investigaciones realizadas por el servicio de Inteligencia, esos extranjeros “están prestando dinero a un altísimo interés diario, que se vuelve un problema porque luego eso es extorsión”.

Relato de comerciante

Proceso Digital tuvo una conversación con un comerciante que opera en el mercado Zonal Belén de la capital hondureña. Por aspectos de seguridad lo llamaremos “José”, quien relató que “ellos prestan dinero, pero las cuotas son a diario”.

Ejemplificó que cuando alguien quita un préstamo de cinco mil lempiras, tiene 20 días para pagarlo con una cuota diaria de 300 lempiras, es decir que al final del plazo pagó el capital y mil lempiras. Sin embargo, si lo pagara antes de la fecha tendría que igualmente cancelar seis mil lempiras.

Consultado si los que prestan el dinero en los mercados capitalinos son ciudadanos de Colombia, México y Guatemala, refirió que “no, eso se quedó así porque los que comenzaron el negocio fueron colombianos”.

“En el mercado en general ellos se han quedado con el nombre de los colombianos y en eso ellos se ufanan porque les conviene. Aquí en el mercado la gente les teme porque saben que mientras estén trabajando con ellos tienen que pagar o pagar”, reveló.

Apostilló que -en su mayoría- son hondureños los que se han quedado con el negocio, especialmente lo que iniciaron trabajando como cobradores. “Es un negocio súper rentable y el dinero se mueve a diario”, afirmó.

calle comercio la kennedy

José agregó que estos grupos de prestamistas operan en toda la ciudad, siendo sus principales mercados: La Kennedy, La Quezada, Mayoreo, Comayagüela y centro de la ciudad.

“Prestan en base a la capacidad de pago del cliente”, dijo para luego agregar que es toda una red que se encarga de poner en marcha el negocio. Tienen cobradores que usan unas tarjetitas elaboradas a base de cartulina, de color amarillo, que es donde anotan los pagos diarios. Tanto el cobrador como el cliente tienen una tarjeta de este tipo.

Consultado sobre si la gente está a favor de este tipo de transacciones, narró que “lo bueno es que aquí poca gente puede tener acceso a préstamos en cooperativas o bancos, lo que significa que esta gente es una buena opción. Mientras uno puede pagar todo tranquilo, pero cuando se empieza a caer en mora los vendedores comienzan a mostrar su malestar”.

El entrevistado dijo que cuando “un cliente” no puede pagar llega al extremo de perder sus puestos (negocios) y terminan yéndose para evitar “males mayores”. “Hay quienes pierden la mercadería… esta gente siempre trata de recuperar el dinero de cualquier forma”.

Concluyó que la disponibilidad del dinero es un punto a favor de los prestamistas, quienes tienen los recursos inmediatos para abastecer a los comerciantes sin la firma de ningún tipo de documento.  

Sin capturas al respecto

German VelásquezGerman VelásquezEn comunicación con Proceso Digital, el general German Velásquez, comandante de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), confió que la Dirección de Inteligencia del Estado trabaja para identificar a estas bandas que se dedican a prestar dinero bajo la modalidad de “préstamo gota a gota”.

Reconoció que pese a la instrucción del presidente Hernández, al día de hoy aún no se materializa una sola captura ligada a este flagelo.

“Este es un tema muy delicado por la naturaleza de la transacción, en vista que es de orden privado que alguien le preste dinero a otra persona”, detalló.

Reiteró que están en proceso de investigación para cumplir con la ordenanza del Poder Ejecutivo.

El general Velásquez citó que colombianos, mexicanos y guatemaltecos son los que mayormente integran estas organizaciones de prestamistas que centran su epicentro de operación en los mercados.

“Estos grupos se están aprovechando de la necesidad de esta gente. Estamos en proceso de investigación para poder judicializar los casos porque es un tema difícil de investigar”, puntualizó.

Economía subterránea alta

Ismael Zepeda, (Fosdeh)Con base al análisis del economista del Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), Ismael Zepeda, la economía subterránea no logra contabilizar todo lo que se mueve en el bajo mundo que va desde el narcotráfico, trata de personas y los llamados créditos destinados a lavar activos.

En el caso específico de Honduras, debido a sus altos indicadores de subdesarrollo, no se justifica tener una economía subterránea muy alta.

“En el caso puntual de los mercados -préstamos de grupos irregulares- viene a favorecer la microeconomía, porque son personas que no entran de manera legal y así obtener créditos en el sistema financiero”, arguyó.

Refirió que el capital inmediato que disponen estas bandas del crimen, hace que abusen en las tasas de interés, muchas de las cuales son totalmente desproporcionadas.

“La economía informal de los mercados se surte del capital diario, y estas bandas de prestamistas suelen ser una alternativa casi obligatoria. Este tipo de economía mueve mucho dinero y genera empleo, pese a no contar con la protección del Estado”, desglosó.

El analista del Fosdeh señaló que estos flujos de capitales al no ser controlados por el Estado, hacen que las personas que se valen de esto sean vulnerables a la extorsión, amenazas y violaciones de derechos humanos.

Calificó este fenómeno como “un mundo oscuro” por el que se evaden impuestos.

Usura, lavado y evasión de impuestos

Una funcionaria del Servicio de Administración de Rentas (SAR) -que prefirió el anonimato- dijo que esa institución tiene un registro de prestamistas no bancarios que controla a los que prestan a una tasa más alta que la vigente en el sistema bancario.

Sin embargo, el SAR no controla a estos grupos de prestamistas que abastecen de papel moneda a los comerciantes de la economía informal.

“La ley establece que si estos prestamistas no están regulados por la Comisión de Banca y Seguros o como prestamistas no bancarios, se convierte en usura que es un delito castigado por las leyes del país”, explicó.

La burócrata indicó que en el caso de estos prestamistas que no están regulados, no tributan a las finanzas públicas, asimismo se vuelve una dificultad rastrear estos capitales que en la mayoría de los casos se consuman como lavado de activos.

Puntualizó que “este tipo de préstamos debería de estar pagando un 15 por ciento del Impuesto Sobre la Renta”, lo que significa que afecta la recaudación tributaria.

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