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Presidente de Ecuador cambia a dos altos mandos militares tras protestas

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Quito – El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, designó mediante un decreto ejecutivo a dos altos mandos militares en sustitución del jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y del comandante general del Ejército, al concluir once días de protestas y disturbios en los que tuvo que intervenir el Ejército.

En un comunicado el Ministerio de Defensa informó de que Moreno nombró mediante el decreto 895 rubricado este martes al general de división Luis Lara Jaramillo como nuevo jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas ecuatorianas.

Y a través del decreto presidencial 896 nombró al general de brigada Luisa Altamirano Junqueira comandante general del Ejército, con responsabilidad sobre las fuerzas terrestres en Ecuador.

El boletín concluye agradeciendo los «servicios prestados» a los mandos que dejan sus funciones, el general de división Roque Moreira y el general de división Javier Pérez, que «han cumplido con profesionalismo tan altas funciones dentro de la institución militar».

El Ministerio de la Defensa no ha ofrecido más detalles acerca de las circunstancias de los nuevos nombramientos, que se producen un día después de que el Gobierno ecuatoriano derogara el polémico decreto que eliminaba los subsidios a los combustibles y que desató once días de protesta del movimiento indígena y otros actores sociales.

El Ejército ha tenido que intervenir en esta crisis social y política al decretarse el 3 de octubre el estado de excepción en todo el país, para garantizar la seguridad, habilitar vías que fueron cortadas, proteger instituciones públicas y estratégicas, además de garantizar el suministro de recursos básicos.

El sábado el mandatario decretó un toque de queda en Quito y los valles vecinos así como la militarización de la capital, medida que quedó en suspenso de facto el lunes tras alcanzarse un acuerdo entre el Ejecutivo y el liderazgo indígena.

El lunes, Ecuador retomó la normalidad una vez que el Gobierno y los líderes de los indígenas movilizados llegaron a la noche del domingo un acuerdo, que puso fin a las protestas, muchas de ellas de de un nivel de violencia nunca antes visto en Ecuador.

En medio de las protestas radicales incendiaron el edificio de la Contraloría General del Estado, saquearon locales, quemaron vehículos y atacaron sedes de medios de comunicación.

Una vez recobrada la normalidad, este martes, miles de estudiantes de colegios y escuelas retomaron sus actividades tras varios días de suspensión como medida de prevención para velar por la seguridad de los alumnos. 

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