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Por seguridad y economía, hondureños estudian en universidades nicaragüenses

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Tegucigalpa – La seguridad en la zona y los bajos precios, han generado que muchos hondureños se trasladen hasta Nicaragua para cursar estudios superiores en una universidad del vecino país, según ha destacado en las últimas horas en su edición digital El Nuevo Diario.

El artículo resalta que para Hilda Castro Hernández, los sábados es día de madrugar en su natal Tegucigalpa, capital de Honduras, ya que tiene que tomar de madrugada el bus que la trasladará a Ocotal, a 150 kilómetros al sur, junto a otros 23 compañeros de estudio.

“Nos levantamos a las 03:00 de la madrugada, tomamos el bus a las 04:30; a las 07:00 estamos en el puesto de migración de Las Manos. Llegamos a Ocotal a las 08:00 directo a clases”, relató.

Castro Hernández es enfermera desde hace 25 años y ha acumulado experiencia en áreas críticas de la atención hospitalaria. “Siempre quise sacar una licenciatura, pero por varios motivos nunca pude entrar a la universidad en mi país”, manifestó.

Dijo que se dio cuenta de las facilidades que ofrecen las universidades nicaragüenses por una amiga suya que ya se había matriculado y le relató paso a paso cómo llegar desde la capital hondureña a la ciudad de Ocotal.

“Y así me vine un día como a conocer la Universidad Martín Lutero. Me plantearon todo fácil, todo bonito. Entonces me matriculé y ese mismo día me quedé recibiendo mis primeras clases”, recordó.

El artículo añade que Jonathan Enrique Aragón averiguó en Internet dónde podía estudiar más barato y seguro. “Así fue como vinimos a Nicaragua un grupo de tres compañeros. Hablamos con las autoridades de la universidad y nos recibieron bien”, expresó.

Rememoró que al inicio solo eran cinco y después invitaron a otros amigos a sumarse al estudio y de esa manera vieron la ventaja de alquilar un bus para que los trajera directamente a Ocotal desde Tegucigalpa.

Los contactos

Aragón reveló que cada fin de semana gasta unos 700 lempiras, aproximadamente 30 dólares. “Me vengo el viernes de Tegucigalpa, pago hotel y compro la comida aquí en Ocotal. También compro los folletos (de estudio). Eso es más barato que allá (en Honduras).

Por su parte, la hondureña Karen Julissa Hernández supo de las ventajas de estudiar en Nicaragua a través de las redes sociales, donde se enteró que un amigo y excompañero de clases en Honduras venía los sábados a la universidad de Ocotal. Esa modalidad de estudio era lo que buscaba.

“Por Facebook me contacté con él y me dijo: ‘fíjate que solo te piden tanto de matrículas, tanto mensual, y solo es lo sábados’ ¿Solo los sábados y cómo te quedás allá en Ocotal?, le pregunté. Y él me contesta: ‘No solo los sábados se puede ir y regresar a Tegucigalpa’. ¡Suena bien!, ya que aquí en Honduras no hay esa oportunidad de estudiar los sábados, dije. Somos personas que trabajamos de lunes a domingo. Venimos varios del Hospital Escuela, del Seguro Social y del Hospital Militar”, contó.

Agregó que así es como llegó a Ocotal a iniciar la carrera de licenciatura en enfermería profesional.

“Aquí todo cambia. Es más tranquilo y tratamos de ser unidos. El primer día que vine resentí el calor, pero ya me acostumbré. Ahora me hace falta venir Ocotal. Me gusta, me adapté”, añadió Hernández.

En el caso de Liseth Aguilar, originaria de la ciudad de Danlí, es diferente. Ella vino a Nicaragua para ubicar a su hijo en alguna universidad de Ocotal. Al final, él se quedó estudiando una carrera relacionada con la agronomía y ella se matriculó para estudiar psicología, carrera que ya está por culminar y le ayudará a mejorar su docencia en su país.

Además de los factores económicos favorables, decidió por Ocotal porque es fácil llegar desde Danlí (57 kilómetros). “Aparte de eso, tenemos el aspecto de la seguridad ciudadana y las carreteras, los medios de transporte. Aquí tienen unas carreteras muy preciosas con un mantenimiento que da gusto”, comentó.

Wilfredo Espinoza, originario de Tegucigalpa, dijo que las ventajas que encontró en las universidades de Ocotal para estudiar derecho, carrera que ya finaliza, fueron los bajos aranceles y las facilidades sabatinas que ofrecen.

“Allá (en Honduras) nuestro trabajo no da para pagar altos costos de matrículas y mensualidades. Lo otro, es la seguridad. En mi país, si uno sale en la noche es objeto de asaltos y hasta puede perder la vida por un teléfono o por no dar 100 lempiras. Aquí en Ocotal he caminado solo por las calles y nunca he visto problemas”, expuso. Resaltó la calidad de la docencia porque tienen por profesores a profesionales en funciones dentro del Estado, como fiscales y jueces.

Alta presencia hondureña

El rector de la Universidad Martín Lutero, Arnulfo Aguilera, dijo que entre los más de mil estudiantes que atiende esta universidad, más de 100 son de nacionalidad hondureña.

En la Universidad del Norte de Nicaragua la cantidad de hondureños estudiando anda entre seis y siete por cada carrera, según Jimmy José Castillo Hernández, académico de la Carrera de Ingeniería en Sistemas de Producción Agropecuaria.

Según Arnulfo Aguilera la demanda está creciendo porque su universidad ya ha formado a profesionales salvadoreños. “Y estos cuando llegan a su país, le cuentan a sus amigos sobre las condiciones de estudio en Nicaragua y se animan a venir. Es un fenómeno que al inicio de la universidad no lo esperábamos”, dijo.

“Los hondureños exponen sus motivaciones del por qué decidieron venir a Nicaragua. Son los altos costos de aranceles (en Honduras) y falta de seguridad en su país. Casi todos los estudiantes ya son trabajadores con el deseo de completar y calificar sus conocimientos”, añadió Castillo Hernández.

Agregó que las universidades de Ocotal ya están adaptando condiciones para facilitar a los hondureños el sistema de evaluación.

 “Aquí en UNN Se elaboran planes de prácticas para que ellos puedan estar presentes”, anotó.

En 1996 se instalaron en Ocotal las primeras dos filiales de estudios superiores, la Universidad Internacional de Integración de América Latina (Unival) y Universidad del Norte de Nicaragua (UNN); posteriormente se agregaron la Universidad Politécnica de Nicaragua, la Universidad Martín Lutero (UML) y Universidad Martin Luther King.

Ofrecen desde ciencias sociales, educación, idioma, derecho, sicología hasta las de físico-matemáticas y agronomía. Todas tienen una duración de cinco años, excepto la de educación que es de cuatro. Según el registro de estudiantes de las universidades, el sexo femenino integra la mayoría de la población universitaria en Nueva Segovia.

Tanto la UML como la UNN están en camino hacia la acreditación institucional que exige la Comisión Nacional de Acreditación y Autoevaluación. “Trabajamos en cuatro elementos en función de la calidad: gestión, proyección, docencia e investigación”, concluyó Aguilera.

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