El funcionario manifestó sus preocupaciones de cara a la realidad económica hondureña, un país agobiado por una deuda interna sin precedentes y que supera los 50 mil millones de lempiras.
Pino, ex presidente del Banco Central de Honduras (BCH), se refirió a un comunicado divulgado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), hace menos de una semana, al concluir una visita de monitoreo a Honduras y dijo que es importante entender que ese órgano tiene , en muchas oportunidades, una cuestionada visión ortodoxa.
Las recomendaciones del FMI indican la necesidad de fortalecer el marco de políticas macroeconómicas, el desempeño monetario y fiscal, además del avance en las reformas estructurales aprobadas.
Reafirmó su preocupación por la actuación de los políticos criollos al decir “no veo una dirigencia política a la altura de la realidad….están en plena campaña, no hay preocupación por Honduras, ni por lo pobres o el desempleo”.
Pino también cuestionó la falta de un plan nacional anticrisis.
Señaló que mientras otros países de preparan para hacerle frente a una probable recensión mundial, Honduras se ve inmóvil frente el tema.
Agregó que este es un momento importante para consenso y diálogos reales.
Frente a esas aseveraciones el ministro de Planificación, Julio Raudales, arguyó que Honduras ya presentó su plan anticrisis con la confluencia de obreros y empresarios organizados
Raudales dijo que la administración del presidente Porfirio Lobo creó que mecanismo para enfrentar la recesión a un plazo de 18 meses y que comprende elementos como salarios, inversión pública, gasto corriente, inversión local e internacional y protección social, aunque no especificó detalles concretos para la implementación de cada eje.
El director ejecutivo del ICEFI, dijo que una medida concreta que Honduras debe tomar pasa por hacer de la oficina tributaria una agencia independiente, sin influencia política.
Asimismo dijo recomendó que el país busque un acuerdo para ingresar a Petrocaribe y recibir sus beneficios aunque calificó la medida como un paliativo y no una solución a los problemas económicos hondureños.
