El PINU-SD hizo público hoy un análisis de los dos primeros años de la administración Zelaya, que se cumplieron el pasado 27 de enero, en el cual también señalan al Partido Liberal y al Partido Nacional de ser los responsables de la pobreza de Honduras.
Dijeron que “hace más de 100años, los explotadores de este país hicieron un pacto (…), crearon dos instrumentos para alternarse en el poder, dieron vida al Partido Nacional y al Partido Liberal, un monstruo de dos cabezas, la misma cosa”.
“Hoy, continuaron, le toca gobernar a Manuel Zelaya, solo que les está haciendo muy mal la tarea, está enojando a los hambrientos, está poniendo en peligro el estilo de vida de los que lo pusieron en el poder”.
En el comunicado escribieron que los partidos Nacional y Liberal que han gobernado el país por más de 100 años son los culpables de que hoy en América Latina, “Honduras sea uno de los países más pobres, más corruptos, con mayores niveles de indigencia, con mayores niveles de desnutrición, con mayor desigualdad entre ricos y pobres, con mayor niveles de ignorancia”.
Señalaron que los problemas centrales de la actual administración son, entre otros, el debilitamiento del Estado de Derecho que socava las bases de sus instituciones y sus leyes, el afianzamiento de la corrupción y la ilegalidad como prácticas generalizadas que drenan las bases morales de la institucionalidad pública y de la cohesión social.
Cuestionaron el accionar de los funcionarios de la actual administración, unos, los más, “que solo llegaron a jugar al poder, y otros que han hecho esfuerzos por hacer las cosas bien”.
“Este es un gobierno donde falta capacidad y habilidad polí%26shy;tica para gobernar. En este gobierno falta el talento, de ahí%26shy; que Ministros ocupan hasta cuatro cargos, otros pasan del timbo al tambo, y a otros porque les caen mal a alguien son destituidos”, indicaron.
Calificaron como “una farsa” las evaluaciones que hace la UNAT del accionar de los funcionarios públicos.
“Las evaluaciones son una farsa porque salen mejor evaluados los que hacen peor su trabajo, el mejor es aquel que gasta mas dinero, y en áreas tan sensibles donde se necesita recurso mas bien devuelven el dinero porque no saben que hacer”, señalaron.
El PINU-SD dijo no compartir las estadísticas de la actual administración referentes a que en los dos años de su administración han reducido la pobreza en seis puntos porcentuales.
Según el PINU-SD, en Honduras los pobres siguen siendo pobres, los indigentes siguen siendo indigentes.
“Los salarios no le ajustan a la gente ni para vivir con lo mínimo. El crecimiento económico (del 6,7 por ciento) ha sido para los ricos, que con este sistema excluyente hace más ricos a los ricos y más pobres a los pobres. Este es el paí%26shy;s de las desigualdades”, apuntaron.
También cuestionaron el incremento en los índices de inflación, los aumentos a la energía eléctrica, a los precios de los productos de la canasta básica.
“La falta de vergüenza llega al extremo tal que la economía del país la sostienen los más pobres, y son los inmigrantes los que tienen mayor dinamismo que las exportaciones y los que nos dan la estabilidad económica”, apuntaron.
En el análisis criticaron la situación de inseguridad que vive el país y la falta de una política para hacerle frente, los constantes escándalos de corrupción en diferentes áreas del Gobierno y el derroche de fondos en las llamadas asambleas del poder ciudadano y la Red Solidaria, que preside la esposa del gobernante hondureño.
Cuestionaron la falta de políticas en el campo energético y el pago de 38 millones de lempiras a una sola persona por la fracasada licitación de combustibles y “la forma burda en que el presidente se refiere a los grandes problemas nacionales”.
No olvidaron cuestionar lo que llaman “incompetencia en la planificación estatal” ya que no han podido ni siquiera hacer a tiempo el Presupuesto General de la República, y la poca importancia que han dado al sector de la seguridad social.
Cuestionamientos al Poder Legislativo.
El PINU-SD extendió sus cuestionamientos al accionar del Congreso Nacional, poder del estado que, según ellos, en el actual período “se ha caracterizado por su estilo antidemocrático de decidir las cosas”.
Dijeron que dos ejemplos de estas conductas antidemocráticas fueron la aprobación de las reformas a la Ley Electoral y de las Organizaciones Políticas, y la exclusión de la UD y del PINU Social Demócrata del Tribunal Supremo Electoral.
Advirtieron que “el Congreso corre el riesgo de convertirse en la sede de activismo del Presidente del Congreso Nacional”, por lo que recomendaron al presidente de ese poder del Estado y aspirante presidencial, Roberto Micheletti, “que renuncie a la Presidencia del Congreso y que sea un diputado en igualdad de condiciones contra los demás contendores”.
En su extenso comunicado, el PINU-SD cuestionó el accionar de la actual Corte Suprema de Justicia.
“La Corte Suprema de Justicia ha resultado ser una decepción para la sociedad hondureña, es por ello que el PINU Social Demócrata plantea desde ya la no reelección de ninguno de los actuales magistrados y magistrados”.
Demandaron que las organizaciones sociales integrantes de la Junta Nominadora inicien desde ya un proceso de organización, a fin de lograr cohesionar una Junta calificada para tan delicado proceso de nominación.
A la Fiscalía General de la República pidieron que asuma con mayor responsabilidad su función como defensora de los intereses de la sociedad.
“No es posible que tengamos una Fiscalí%26shy;a contra la Corrupción que pareciera intencional su estancamiento, al grado tal que al año apenas consigue una sentencia contra corruptos y estos de tercer categoría”, apuntaron.
También dijeron que el accionar del Tribunal Superior de Cuentas, la Procuraduría General de la República, el Comisionado de los Derechos Humanos y el Consejo Nacional Anticorrupción “dejan mucho que desear en la lucha efectiva contra la corrupción y la defensa de los derechos humanos”.
A los miembros de esos organismos les recomendaron que “reflexionen y reorienten su accionar para que el pueblo realmente tenga algún nivel de confianza y evitar la erosión de la institucionalidad democrática”.







