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Periodista hondureña destaca en cadena Telemundo

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Tegucigalpa – Su niñez estuvo marcada por las balaceras que protagonizaban jóvenes pandilleros en la colonia Santa Domingo de Tegucigalpa, capital de Honduras, donde el mercado de las drogas también tenía uno de sus espacios favoritos. A eso hay que sumarle que el ámbito familiar de Ana Flores no creía en sueños de hadas y menos que esa catrachita lograra vencer obstáculos para conquistar el éxito en Norteamérica.
 

– La periodista hondureña se destaca como presentadora de la cadena norteamericana Telemundo. Vale la pena mencionar que para llegar a ese sitio tuvo vencer muchas barreras.

En el Día del Periodista hondureño, Proceso Digital conversó con Ana Flores Jurka (apellido de casada), quien se une al exclusivo club de nacidos en este país centroamericano que traspasaron las fronteras para poner el alto el nombre de Honduras.

Su historia comienza en su infancia cuando, la pequeña soñadora, construía en su mente a la Ana que quería ser de grande. “Me veía en la televisión, haciendo cosas y desafiando al mundo”, dijo.

Creció en la colonia Santo Domingo, ubicada al sur de la capital hondureña. También vivió en la populosa Kennedy, Casamata, Tepeyac, Lomas del Guijarro, y finalmente residió en Santa Lucía y Valle de Ángeles. “Desde que me escapé de mi casa, me mudé por todos lados”, bromeó.

Recordó que cuando era una niña soñó con llegar a la pantalla chica, sin embargo recibía muchos reproches de sus familiares, quienes le decían que pusiera los pies en la tierra. “Eso sólo es para la gente de sociedad y de dinero me decían… en lugar de recibir apoyo, lo que conseguía eran puros regaños. Lastimosamente en nuestro país tenemos un complejo de inferioridad y debemos superarlo de una vez por todas”.

“La zona de El Pedregal (capital de Honduras), es como de donde sale lo peor… la mara 18, la prostitución y otros males. Era impensable que la niña que se crió en el nido de pandillas y drogas, lograra trabajar y salir adelante. Nunca escuchen cuando les digan que no pueden hacer algo o llegar a convertir sus sueños”, recordó con tristeza.

Nacida hace 29 años Ana estudio mercadotecnia en Tegucigalpa. Se marchó hacia los Estados Unidos apenas en 2012 pero casi desde su llegada a Norteamérica los destellos del éxito la han hecho brillar con luz propia.

Pasión por el periodismo

Nuestra entrevistada recuerda que el gusto por el periodismo nació desde que era pequeña. “Empecé en el programa ‘Sobre Ruedas’ en canal 11 con Juan Carlos Cuéllar. Siempre me gustó la tele, siempre quise estar en la televisión. Luego pasé a ‘Zona Joven’, ‘Hecho en Casa’ y ‘Radicales’, poco a poco crecí y ahora estoy aquí en Estados Unidos”.

Pese a haber trabajado en medios relativamente discretos en Honduras, Ana Jurka asegura no creer el dicho: ‘que nadie es profeta en su tierra’; “Pensar de esa forma sería como no agradecer las oportunidades que me dieron en Honduras. Aquí hay varias compatriotas que nunca tuvieron la oportunidad en mi país, pero yo sí la tuve”.

Continuó que “debo decir que sí tuve apoyo y si nunca llegué a lo más grande en el país, fue porque en Honduras las cosas se manejan entre los mismos círculos. Gracias a Dios elegí hacer cosas que para muchos eran pequeñas, pero a la larga se convirtieron en importantes”.

Agradeció que pese a que en Honduras trabajó en medios pequeños, contó con el apoyo de diarios impresos importantes.

Su llegada a Telemundo

La comunicadora catracha relata que llegar a triunfar en los espacios televisivos en la Unión Americana no ha sido fácil. Al inició llegó a la ciudad de Orlando, Florida, hizo un demo (corto) durante una audiencia y luego la llamaron para realizar un casting (prueba).

“Me acuerdo que fui, hice el casting que duró como mil años -exagera- me quedé y comencé a dar noticias; luego la presentadora de deportes de la cadena se fue porque le salió una mejor oportunidad y fue así como después de dos semanas de pruebas logré quedarme con la plaza del segmento de deportes de la ciudad de Orlando”, recordó.

Fue así como Anita -así le dicen de cariño sus amigos- afiló sus virtudes durante un año en Telemundo de Orlando y posteriormente traspasada a la cadena que transmite a nivel nacional.

“Empecé en Telemundo de Orlando (Florida), pero ahora estoy en Miami desde diciembre de 2013 y me siento feliz con lo que hago”, relató.

Ana Jurka se destaca en la sección de deportes de la prestigiosa cadena norteamericana. Su especialidad es el boxeo, fútbol inglés y automovilismo. Su imagen suele aparecer los fines de semana en el programa: “Titulares Telemundo”.

La hondureña contó que a los que llegan a Estados Unidos les toca comenzar de cero, no importa el recorrido que tengan. “Si no hiciste algo increíble en países como Argentina o México, te toca comenzar de cero. Incluso me atrevo a decir que esa gente que viene de esos lugares, específicamente de Televisa o TV Azteca, les toca empezar de cero”.

Comentó que en su caso cuando llegó, únicamente la avalaba su pasión por los deportes. “Fue una bendición de Dios que se fijaran en mi talento. He ido creciendo y aprendo todos los días, debo remarcar que soy bendecida al estar en Telemundo a nivel nacional”.

Sin embargo no todo ha sido color rosa en la vida de Anita. Refirió que el campo de la producción ha sido un hueso difícil de roer y agregó que la disciplina es fundamental para lograr las metas trazadas. “También fue difícil volver a empezar de cero cuando en mi país ya era conocida y aceptada. Aquí el medio es más frío y hay más competencia, extraño la convivencia de Honduras”, añoró.

A pesar que su corta edad, Ana ya conoce lo que es trabajar en televisión y radio, aunque confiesa que su mayor sueño es tener un programa radial, un campo en el que cree puede explotar su mayor potencial. “Me gustaría muchísimo la oportunidad de hacer radio aquí en Estados Unidos, esa es la asignatura pendiente”, reveló.

La comunicadora catracha tuvo palabras para quienes abrazan la carrera del periodismo y que sueñan con llegar a triunfar algún día en el extranjero. “Creo que aparte de soñar, se debe hacer algo al respecto” puntualiza llena de esperanzas.

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