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Parece mentira pero fue verdad: anecdotario de la historia olímpica

Tokio – Veintiocho ediciones de los Juegos Olímpicos y 125 años de historia dan para muchas anécdotas. Algunas resultan tan insólitas que parecen mentira; pero todas ocurrieron de verdad.

Helene Mayer fue la única judía del equipo alemán en los Juegos de 1936. De apariencia aria, su participación fue un ‘salvaconducto’ para el régimen nazi ante la mirada internacional.

Tras ganar la medalla de plata de florete en Berlín, Mayer hizo el saludo nazi en el podio con la esperanza, según explicó luego, de que eso protegiera a su familia.

El piloto argentino de Fórmula Uno Roberto Mieres, que firmó tres cuartos puestos en los circuitos del Mundial, fue velerista olímpico en los Juegos de Roma’60. Formando pareja con Víctor Fragola, ocupó el decimoséptimo lugar en la clase Star.

En aquellos Juegos, y en la misma clase, fue decimonovena la embarcación que tripulaba el príncipe Bira de Siam, que corrió en 19 grandes premios de F1 en la misma década que Mieres. En 1954 ambos coincidieron en Maserati.

José Panizo, olímpico español en lucha grecorromana en Roma’60 y Tokio’64, se ganó después la vida en la industria del cine. Fue el doble de Arnold Schwarzenegger en la película ‘Conan, el destructor’, de 1984. EFE

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