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Para leer después de Semana Santa

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Por: Otto Martín Wolf

Ya sabemos que la lectura menos deseada después de Semana Santa son los Estados de Cuenta de las Tarjetas de Crédito.

Así, con mayúscula debido a la gravedad del caso.

Pero, antes de que éstos empiecen a llegar, hay algunas cosas que quizá se perdió con todo el alboroto y desorden que provocan los días feriados.

Viene una ley de cambio de placas y hasta se habla de que impondrán una tercera, dizque para establecer una especie de certificado de propiedad o algo parecido. Como siempre el dueño de vehículos terminará pagando más. ¿Quieren una idea que quizá ayude? Eviten la placa delantera (en los USA la eliminaron hace unos ochenta años) Piensen, no tiene ninguna utilidad y le podría economizar algunos dólares a cada propietario y millones al país.

La Ley de Privación de dominio creo que debería quedar así: “los bienes asegurados no podrán ser vendidos, hipotecados o establecer sobre ellos ningún gravamen, pero continuarán siendo propiedad del acusado hasta que el mismo sea vencido en juicio. De la misma manera todos los ingresos y utilidades que produzcan las empresas o negocios involucrados quedarán en depósito preventivo, listos para pasar a ser propiedad del Estado o regresados a su legítimo dueño.

Por otra parte, creo que por ley deberá de prohibirse cambiar el nombre a ciertas cosas relacionadas con el crimen. Por ejemplo: las cárceles deberán seguirse llamando cárceles y no Centros de Privación de Libertad, así como el nombre de los presos o reos no podrá cambiarse a “privados de libertad”, nombre demasiado tímido cuando se trata de aplicarlo a quien violó o mató una mujer o un niño o asesinó una o varias veces.

Creo que no afecta los derechos humanos de nadie llamar cárcel a la cárcel y preso al preso. Todos los mamitas de los derechos humanos favor leer el significado de esas palabras en el diccionario.

O a lo mejor, ya que en algunas cárceles ya no tienen mucho qué comer, porqué no llamarlas “Centro de Privación de Alimentos”.

Oyendo algo sobre las sanciones por conducir en estado de ebriedad, creo que la ley debería ser mucho más estricta, ¿Por qué la primera vez sólo imponer una multa? ¿Para que el borracho quede suelto y la siguiente cause una tragedia?

La primera vez deberían quitarle la licencia por seis meses y la segunda para siempre. Algunos alegan que si se trata de choferes para quienes manejar es su medio de vida la pena sería demasiado fuerte. Pues precisamente por eso; quizá quienes dependen de manejar para sobrevivir nunca lo harían bajo los efectos del alcohol. ¿Queremos salvar vidas? Quitemos a los bolos del volante. Y, si eso va a ser así, seamos igual de estrictos con los que lo hacen bajo los efectos de drogas.

De paso, alguien debería de tomarse la molestia de establecer de una vez por todas las rutas de buses y rapiditos. Es intolerable el uso que algunos de los malditos hacen de las calles en las colonias residenciales, donde nada tienen que andar haciendo, excepto demostrado que hacen lo que les da la gana y que no hay quien mande.

Creo que Honduras es el único país en el mundo donde las rutas del transporte urbano establecidas (si es que las hay) no se respetan para nada. ¿Nos civilizamos o qué?

Finalmente; ¿Empezamos la dieta hoy?

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