Jerusalén – Milicias palestinas en Gaza lanzaron hoy un cohete hacia Israel, tras diez días de hostilidades en la zona y siete noches consecutivas con bombardeos israelíes en respuesta al lanzamiento de globos incendiarios y a disturbios en la valla divisoria.
Las alarmas antiaéreas sonaron hoy en la ciudad israelí de Ashkelón y en el kibutz de Zikim, al norte de la Franja, por el lanzamiento de un cohete. El Ejército israelí confirmó el ataque, pero no precisó aún si fue interceptado, cayó en una área despoblada o impactó en alguna de las comunidades colindantes con el enclave.
Este incidente ocurre durante un repunte de tensión que comenzó hace más de una semana con el lanzamiento de globos incendiarios y cargados con artefactos explosivos desde Gaza, que han causado decenas de incendios en tierras israelíes cercanas a la frontera y arrasado cientos de hectáreas.
A estos se sumó el sábado el lanzamiento de dos proyectiles, que no reclamó ninguna milicia pero de los que Israel responsabiliza al movimiento islamista Hamás, que gobierna de facto Gaza desde 2007.
Israel ha respondido con bombardeos a posiciones militares de Hamás durante siete días consecutivos y con medidas punitivas, incluyendo el cierre del único cruce fronterizo por el cual llegan productos a la Franja y la prohibición de faenar en la costa.
En una conversación telefónica con líderes de las comunidades cercanas a la frontera con Gaza, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo hoy que el país se está preparando para la eventualidad de una escalada y advirtió de que «Hamás estaría cometiendo un grave error si continúa así».
Entre las represalias, Israel ha prohibido la pesca en las aguas de Gaza, cerrado el paso fronterizo de Kerem Shalom y cortado la importación de combustible, lo que ha provocado hoy el cierre de su única planta eléctrica, lo que deja a la población con solo unas horas de electricidad al día.
Una delegación egipcia llegó ayer, lunes, a la Franja y se reunió con miembros de Hamás para intentar calmar la situación y restaurar la calma acordada el año pasado con la mediación de El Cairo y Naciones Unidas.
