Tegucigalpa– Nuevamente otra ruta del transporte público paralizó sus unidades producto de la extorsión en la capital.
Delincuentes entregaron un teléfono extorsivo en la ruta Carrizal-Miraflores para posteriormente llamar y dar instrucciones para la entrega del cobro del mal llamado “Impuesto de Guerra”.
La particularidad de esta operación extorsiva es que la amenaza va dirigida a propietario de varias unidades de rapidito que operan en el lugar excluyendo al resto de los conductores.
El llamado es a las autoridades de Inteligencia de la Secretaría de Seguridad para que estudien el caso y den con esta estructura criminal que mantienen amedrentados a estos hondureños.
Unas tres rutas de transporte se encuentran paralizadas en la capital hondureña producto de la extorsión. IR