Nairobi.- La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció hoy que lanzará una campaña de vacunación masiva contra la fiebre amarilla en la frontera entre Angola y República Democrática del Congo (RDC) para intentar frenar el avance del brote que ha matado al menos a 420 personas en los últimos meses.
La campaña se ha puesto en marcha ante la multiplicación de nuevos casos y el peligro de contagio a otros países y ya se han transportado más de 15 millones de dosis a la zona de actuación, aunque las autoridades locales tienen problemas logísticos y de financiación para llevar a cabo las vacunaciones.
«Es vital interrumpir la transmisión, en especial en las zonas transfronterizas para controlar el brote y detener la expansión internacional», declaró el director regional de la OMS, Matshidiso Moeti.
La primera fase comenzará a principios de julio con el objetivo de crear una zona de seguridad de unos 100 kilómetros entre ambos países y se centrará en los distritos fronterizos con mayor movimiento de personas y mercancías, así como en Kinshasa, la capital de la RDC y uno de los focos potenciales de transmisión.
Angola sufre el peor brote de fiebre amarilla de las últimas décadas y desde diciembre de 2015 ha registrado más de 2.500 casos sospechosos, con 345 muertes, según datos de la OMS, mientras que la RDC cuenta ya con más de un millar de posibles casos y 75 muertos.
Las autoridades locales, con la ayuda de la OMS, han establecido punto de control en los principales pasos fronterizos -Luanda, Kinshasa, Lubumbashi y Matadi-, donde también se ofrece la posibilidad de vacunar a los viajeros que reúnan los requisitos.
En mayo, la OMS aseguró que el brote de fiebre amarilla en Angola, desde donde ha llegado a la República Democrática del Congo, Kenia y China, es grave y debe ser vigilado de cerca, pero no constituye por el momento una emergencia sanitaria de alcance internacional.
Asimismo, el Grupo Asesor de Expertos sobre Inmunización (SAGE) de la agencia de la ONU decidió la semana pasada que en el caso de un brote epidémico y de escasez de vacunas, se podría usar una quinta parte de la dosis habitual para poder inmunizar al mayor número de personas posible.
