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Odebrecht: La corrupción pende de nuevo sobre Honduras

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Tegucigalpa – Otro escándalo con raíces internacionales está a punto de confirmar la participación de personajes políticos hondureños. Se trata de Odebrecht, por ahora, devela que ciudadanos de este país centroamericano “transaron” con funcionarios de la empresa brasileña señalada de pagar millonarios sobornos para lograr el otorgamiento de contratos en materia de construcción de represas, carreteras y otros campos de la ingeniería.

– Recién el “FIFAgate” también develó las transacciones irregulares de políticos hondureños en ese escándalo mundial. El Bananagate es otro triste episodio.

Desde el pasado fin de semana comenzó a correr como pólvora la versión oficial que ciudadanos hondureños habrían recibido pago de coimas por la multinacional brasileña que otorgó al menos 788 millones de dólares en sobornos en unos 12 países de América Latina.

Lo que inició como un rumor poco a poco ha ido agregando aristas a esta trama relacionada a la construcción de la represa Los Llanitos y Jicatuyo, otorgada a la firma sudamericana y que mantiene bajo la lupa a tres gobiernos hondureños.

El máximo funcionario de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (MACCIH), Juan Jiménez Mayor, ha develado en las últimas horas que las diligencias investigativas apuntan a personajes políticos hondureños de haber cobrado importantes sumas de dinero.

Lo reconfirma la MACCIH

Este martes, el vocero de la Misión Anticorrupción de la Organización de Estados Americanos (OEA), afirmó que un equipo de fiscales del Ministerio Público y un experto de la MACCIH tomaron declaración de Marcelo Odebrecht para encarrilar eventuales acciones en los tribunales hondureños.

“En este momento hay un fiscal de Honduras con un experto de la misión en Río de Janeiro para abordar esta diligencia. Sí se tiene información sobre contacto de ciertos personajes de Honduras con Marcelo Odebrecht y lo que esperamos es que esto se pueda determinar para efectos de poder continuar con la investigación”, reveló Jiménez Mayor.

El diplomático peruano, que fungió como ministro del Interior en su país, amplió que el modus operandi de la empresa Odebrecht “era relacionarse con políticos de los países para obtener prebendas y beneficios, y recibir obras de manera de violar las normas de contrataciones y ejecutar obrar con sobreprecios y utilizar los mecanismos de modificaciones de los contratos para obtener mayores beneficios de personajes políticos, esto ha sucedido en los 14 países en los que Odebrecht ha tenido operaciones y en donde llegaron los tentáculos de corrupción de esta compañía”.

Siguió explicando que “en el caso de Honduras lo que se está haciendo es verificar si efectivamente estas operaciones ilegales se han realizado, no se parte de un supuesto donde se encuentran culpables, todavía se sigue la investigación para determinar si esto ha sucedido”.

Jiménez Mayor destacó que la MACCIH aún no ha mencionado nombres en estas diligencias investigativas. “Estoy viendo que algunas informaciones ya manejan nombres, eso es un asunto que todavía no está determinado, tomemos el tema con seriedad para no afectar tampoco a ninguna persona”.

¿Qué es Odebrecht?  

Fundada en la década de los 40 en Salvador de Bahía, la organización Odebrecht es un conglomerado empresarial de construcción, ingeniería y energía. Sus negocios han pasado de generación en generación, desde Norberto Odebrecht, patriarca y empresario a la antigua usanza, hasta su hijo Emilio, conocido por su habilidad para relacionarse con presidentes políticamente enfrentados como Fernando Henrique Cardoso y Lula da Silva, y, por fin, a su nieto Marcelo, hoy con 48 años y entre rejas desde 2015.

Fue Marcelo Odebrecht quien multiplicó la facturación del grupo en los tiempos de bonanza, entre la recta final de Lula y los inicios de Dilma Rousseff. Bajo su mando, la compañía llegó a tener más de 125.000 empleados en casi una treintena de países. Pero también fue él quien presidió su declive. Detenido por su participación en el esquema de Petrobras, el ‘príncipe’ de la familia terminó condenado a 19 años de cárcel y no tuvo más remedio que desvelar ante los investigadores los secretos de sus oscuras relaciones con mandatarios brasileños y extranjeros.

Odebrecht ha admitido haber pagado, entre 2001 y 2016, una avalancha de sobornos de 788 millones de dólares a partidos, funcionarios e intermediarios de una decena de países latinoamericanos y de las ex colonias portuguesas de Angola y Mozambique.

Las ramificaciones de la trama también podrían causar nuevas turbulencias en la inestable Venezuela de Nicolás Maduro, en la vecina Colombia, donde Juan Manuel Santos es sospechoso de haber recibido un millón de dólares para su campaña, e incluso en Argentina, donde las acusaciones apuntaban hasta ahora a la era Kirchner, pero ya empiezan a salpicar a un amigo de Mauricio Macri.

Otros escándalos con hondureños involucrados

El conocido como FIFAgate, otra trama de sobornos que involucró a 42 dirigentes del fútbol, entre ellos el expresidente de Honduras Rafael Callejas (1990-1994) y Alfredo Hawit, así como empresarios de compañías de televisión y marketing que fueron acusados en el escándalo que ha sacudido a la Federación Internacional de Asociaciones de Fútbol (FIFA).

Más de veinte se han declarado culpables -incluidos Callejas y Hawit- y algunos han recibido ya una sentencia, mientras otros aguardan por conocer su condena.

Hawit, de 65 años, se declaró culpable de cargos en su contra el 11 de abril 2016, cuando hizo su confesión frente al juez Raymond Dearie.

Su admisión de culpabilidad incluyó el reconocimiento del cobro de sobornos de empresas de marketing deportivo a cambio de contratos para derechos de marketing y retransmisión de torneos de la Concacaf y de la Unión Centroamericana de Fútbol (Uncaf).

Por su parte, Callejas (73 años), que además de presidente de la Fenafuth fue presidente de Honduras y miembro del Comité de Marketing y Televisión de la FIFA, se declaró culpable el 28 de marzo de conspiración con fines de fraude y crimen organizado.

El FIFA-Gate se destapó a finales de mayo de 2015, en vísperas de un congreso de esa organización en el que iba a reelegirse como presidente al suizo Joseph Blatter, que ocupaba el cargo desde 1998.

En ese entonces, la policía, en una operación que fue preparada en conjunto por Estados Unidos y Suiza, irrumpió en el hotel de Zúrich donde se alojaban la mayoría de los directivos y realizó varias detenciones.

Latin Node

Tres ex gerentes de HONDUTELOtro escándalo internacional en que se vieron involucrados funcionarios hondureños fue el de Latin Node, donde altos funcionarios de la estatal Empresa Hondureña de Telecomunicaciones (Hondutel) recibieron sobornos de la empresa norteamericana.

Fiscales de Estados Unidos investigaron pago de sobornos de parte de la firma de telecomunicaciones de Estados Unidos y tras presentar cargos, Latinn Node se declaro culpable ante un tribunal federal en abril del 2009.

Según informó la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), tras investigaciones los dos principales ejecutivos de Latin Node admitieron haber pagado cientos de miles de dólares en sobornos a funcionarios hondureños de Hondutel.

La Fiscalía hondureña desde el 2011 estaba trabajando para llevar a los funcionarios señalados de recibir sobornos a los tribunales, en los años 2006 y 2007 durante el mandato del entonces presidente Manuel Zelaya.

Por dicho caso fue condenado a cuatro años de prisión el ejecutivo de Latin Node, Jorge Granados, por la justicia estadounidense el 2013.

El año pasado la Corte Suprema de Justicia ordenó repetir el juicio contra el exgerente de Hondutel, Marcelo Chimirri, por el caso Latin Node, ya que el 2013 había sido sobreseído de las acusaciones.

Bananagate

El General Oswaldo López Arellano.El primer gran caso de corrupción de la era moderna que recuerdan todavía las generaciones mayores fue el llamado “bananagate” que involucró a las entonces poderosas compañías bananeras Standard Fruit Company y la United Brands que se oponían a un impuesto de 50 centavos de dólar por caja exportada de banano, decretada por el gobierno militar de Oswaldo López Arellana.

Tras la denuncia del diario The Wall Street Journal en 1975, se nombró una comisión investigadora en Honduras que constató que se ofreció pagar 2.5 millones de dólares a funcionarios hondureños para reducir el impuesto.

Tras el informe de la comisión, las Fuerzas Armadas, que tenían el control del gobierno hondureño, destituyeron al general López Arellano como jefe de Estado y lo sustituyeron por el también general Juan Alberto Melgar Castro.

Igualmente fue destituido el entonces ministro de Economía, Abraham Bennaton Ramos.

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