Calidonio dijo que las líneas de investigación policial apuntan a otras aristas que no reveló, tras afirmar que “es altamente improbable que las investigaciones, una vez concluidas, den a conocer que estas muertes sean por el ejercicio de la profesión. Se que pongo mi nombre en juego en esto, pero nueve de los diez periodistas asesinados, las líneas de investigación no dicen nada respecto al ejercicio profesional”.
El asesinato del último comunicador, Henry Suazo, dijo que lo están investigando y en este caso “no le puedo adelantar nada porque estamos en eso, pero en los otros nueve, lo digo sinceramente y se lo digo al gremio periodístico, no hay nada que hasta ahora involucre su muerte al ejercicio profesional”.
“Nosotros somos los más interesados en que se esclarezca esta situación, tenemos muy buenas relaciones con la prensa, respetamos su trabajo y le puedo asegurar que de las nueve muertes, cuya investigación está bien avanzada, cuatro están siendo judicializadas y eso lo está llevando la Fiscalía”, agregó.
El viceministro de Seguridad dijo que la muerte de periodistas no es una “política de Estado” como se ha pretendido hacer creer en el exterior, “aquí más bien hay un exceso de libertad de expresión y nadie dentro del gobierno está interesado en promover una escalada contra la prensa, eso también lo puedo asegurar”, recalcó.
Al cierre del 2010, Honduras reportó la muerte de diez periodistas, el último fue abatido antes de fin de año en la región de La Masica, en Atlántida. Se trata de Henry Suazo y las causas del crimen aún se desconocen, pero en tanto el país es señalado por organismos humanitarios internacionales y de libertad de expresión, como la segunda nación más riesgosa para ejercer el periodismo en América Latina, después de México.
