Tegucigalpa/Managua – A punto de cumplir tres meses desde que se desatara la rebelión popular contra el matrimonio presidencial nicaragüense de Daniel Ortega y Rosario Murillo, la represión se ha intensificado y Nicaragua da evidencia que se desangra, mientras la comunidad internacional asiste solo como observadora pasiva a los acontecimientos.
-Auténticos escuadrones de la muerte se pasean por Nicaragua asesinando y secuestrando a opositores, los cuales operan coordinados con la Policía Nacional.
La Policía Nacional, apoyada por grupos parapoliciales y paramilitares, está a la cabeza de la feroz represión contra los nicaragüenses que reclaman la salida del poder del presidente Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo.
Organismos de derechos humanos de Nicaragua informan de hasta 350 muertos como mínimo que se registran hasta mediados de julio, mientras los heridos y desaparecidos están en alza.
Así quedó la parroquia Divina Misericordia tras el ataque de los paramilitares. LA PRENSA de Nicaragua.
Las fuerzas de choque de Ortega y su grupo sandinista en el poder, los denominados grupos parapoliciales y paramilitares, operan como auténticos escuadrones de la muerte, ya que en cada operativo matan o secuestran a opositores.
Los nicaragüenses mayores recuerdan los hechos, pero a la inversa. La Guardia Nacional y sus grupos paras al servicio de la dictadura de la familia Somoza atacaba a los sandinistas y demás opositores en la Nicaragua del siglo XX, pero ahora es a la inversa.
Sandinistas y sus grupos de choque se enfrentan a universitarios, jóvenes, pobladores y no tienen reparo en entrar a iglesias para sacar por la fuerza a opositores e incluso matar al interior de las mismas.
Ciudadanos hicieron vigilia cerca de la parroquia Divina Misericordia. Cortesía de LA PRENSA de Nicaragua.
Este sábado, se reportó el asesinato de dos universitarios que se encontraban en la iglesia Divina Misericordia, donde se habían atrincherado tras ser expulsados de las instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) por los grupos de choque, ya que en el asalto fueron heridos por grupos parapoliciales.
Los grupos parapoliciales y paramilitares, que se identifican siempre como seguidores del “Comandante Daniel” y defensores de la revolución sandinista, impidieron el acceso de las ambulancias de la Cruz Roja.
CRISIS EN NICARAGUA
Unos jóvenes nicaguarenses, atrapados en una parroquia, se grabaron mientras eran atacados por las fuerzas del Gobierno: dos de los que se refugiaban allí murieron. pic.twitter.com/ciuDfIIuB1— Clarín (@clarincom) 14 de julio de 2018
Una de las universitarias que se encontraba al interior de la iglesia, identificada como Valeria, narró por medio de las redes sociales lo que ocurría e incluso se había despedido de su familia, segura de que iba a morir.
Valeria relata todavía entre lágrimas: «Sólo mirábamos cómo venían las (bombas) ‘trazadoras’, los (fusiles de precisión) ‘dragunov’ y las ak-47».
Estudiantes nicaragüenses salen de iglesia donde eran asediados por policías. EFE.
«Nosotros miramos a los paramilitares y los tuvimos a unos 20 pasos, no eran nicaragüenses, ellos eran cubanos, nosotros los vimos y los escuchamos hablar», asegura.
Posteriormente a la salida de los estudiantes, tras mediación de los jerarcas de la iglesia Católica, escuadrones de la muerte secuestraron a cuatro estudiantes que se dirigían a sus hogares, denunciaron dirigentes de la UNAN.
El viernes dos personas murieron en Masaya, luego que oficialistas y opositores se enfrentaron durante la jornada conocida como el “repliegue” y que consiste en la celebración sandinista cuando salieron de Managua a Masaya para engañar a las fuerzas somocistas el siglo pasado.
La caravana partió de la rotonda Jean Paul Genie. LA PRENSA de Nicaragua.
Caravana exige salida del poder
Hora después de concluido el asedio, nuevamente miles de nicaragüenses en autos, motos, camiones y bicicletas salieron a las calles en una caravana para desafiar a la familia presidencial y el régimen sandinista, exigiendo la salida del poder de Ortega y Murillo.
Los nicaragüenses opositores como siempre salieron con la bandera de su país, el distintivo que los une y los diferencia de los oficialistas que utilizan el rojo y negro de la bandera sandinista, mientras los pobladores de las zonas populares sacaron sus cacerolas para acompañar la protesta.
Las protestas contra Ortega se iniciaron el 18 de abril pasado, por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra.
Decenas de carros, motocicletas y camionetas se sumaron a la caravana. LA PRENSA de Nicaragua.
OEA, testigo de la represión
Mientras la represión se acrecienta en toda Nicaragua, las instituciones como la OEA se muestran inmovilizadas, sin poder salir en defensa de la ciudadanía.
El normalmente locuaz y muy tuitero secretario general, Luis Almagro, exhibe sus guantes blancos cuando se trata de abordar el tema Nicaragua.
Lo último que escribió Almagro en su cuenta de Twitter, “Deben cesar inmediatamente las acciones de violencia y represión del Estado contra población civil en UNAN, en Masaya, Monimbo y Managua. Garantías plenas para la integridad de todos. Los autores de estos atentados serán hechos responsables por sus crímenes #Nicaragua ”
Deben cesar inmediatamente las acciones de violencia y represión del Estado contra población civil en UNAN, en Masaya, Monimbo y Managua. Garantías plenas para la integridad de todos. Los autores de estos atentados seran hechos responsables por sus crímenes #Nicaragua
— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) 14 de julio de 2018
Tras su tuit, cuatro opositores fueron asesinados, dos al interior de la parroquia y dos en Masaya, cuatro fueron desaparecidos y varios heridos, sin que volviera a escribir condenando la acción. Únicamente retuiteo un mensaje en la misma red social del obispo Silvio José Báez, que anunciaba la muerte de uno de los universitarios en el templo católico de Managua.
Por su lado la Comisión Interamericana de derechos Humanos (CIDH) sólo llamó a la comunidad internacional a exigir al Estado de Nicaragua a garantizar los derechos de la población, aunque ya contabiliza 351 muertos desde que el pasado 18 de abril se desató la crisis política cuando se aprobaron alzas a las cuotas del Seguro Social, además de recortar beneficios a los trabajadores y jubilados.
