El Plan de Acción 2014 – 2020 “Vanguardia de la Dignidad Humana” del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH) tiene por objetivo general el de asegurar el respeto y promoción de la dignidad humana de todas (os) los habitantes y migrantes.
Al señalar, expresamente a los migrantes, reflejamos nuestra convicción sobre una de las principales cuestiones humanitarias que deberíamos atender, lo que hicimos al dar la voz de alerta, en el año 2014, sobre la situación de la niñez centroamericana no acompañada en las fronteras norteamericanas; al propiciar la unidad de los ombudsman centroamericanos para promover la responsabilidad de atender las causas estructurales del flujo migratorio forzado y de proteger a las que ya están en el ciclo migratorio y cuyos derechos deben ser salvaguardados; y al contribuir a impulsar, con nuestra participación nacional y centroamericana, el esfuerzo de los gobiernos para concluir el acuerdo hoy denominado: “Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte de Centroamérica”.
El CONADEH participa, en la atención de la situación de los migrantes y desplazados, en el Consejo Centroamericano de Procuradores de los Derechos Humanos, así como en la Red de la Federación Iberoamericana del Ombudsman (FIO), sobre Migración y Trata de Personas; y está contribuyendo en la elaboración del “Protocolo de Actuación para la protección de los derechos humanos de las personas en contexto de migración” y en la preparación de la Segunda Cumbre de Migrantes de la FIO que se realizará en mayo de éste año, en México.
La institución del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH) ha evolucionado en su organización y funcionamiento para atender las necesidades de las personas en condiciones de vulnerabilidad, entre las cuales se encuentran las migrantes y desplazadas, al contar también con una Defensoría Nacional de las Personas Migrantes que estamos desarrollando, en la cual disponemos ya de una “Unidad del Desplazamiento Forzado”, con el apoyo del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y estamos ampliando nuestras perspectivas de colaboración con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Cruz Roja Internacional.
Como Defensor del Pueblo, creo que la institución del CONADEH debe aliarse también con otros actores estatales y organizaciones de la sociedad civil con el objetivo coordinar esfuerzos que posibiliten un significativo impacto positivo en el bienestar de las personas. En esa dirección, la firma del Convenio, en días recién pasados, con la Asociación Hermanas Misioneras de San Carlos Borromeo Scalabrinianas- Pastoral de Movilidad Humana, la hemos venido contemplando, desde el 2014, año que iniciamos contactos directos con las hermanas misioneras, a partir de la visita que hicimos al Centro de Atención al Migrante Retornado en la Lima, Cortés, donde las hermanas misioneras dirigen el funcionamiento para brindar asistencia a los retornados y contribuir a la reincorporación integral de los mismos en sus comunidades.
Con ellas hemos visitado, la frontera (Corinto), hemos atendido, cada uno, diferentes etapas de quejas y necesidades, y hemos mantenido un diálogo para unir nuestros esfuerzos en favor de los migrantes y de los desplazados.
Hoy, en circunstancias internacionales aún más amenazantes, decidimos forjar una alianza abierta a unir a instituciones estatales y organizaciones de sociedad civil, incluyendo la empresa privada, hacia el propósito de proteger y promover los derechos humanos de las personas migrantes y desplazadas forzadas.
Como Ombudsman llamo a aplicar integralmente la ”Ley de Protección de los hondureños migrantes y sus familiares”(2013); unir nuestros potenciales en un plan de acción con capacidades y recursos para la defensa de derechos y protección de personas migrantes y desplazados internos; e incidir para que se construyan políticas públicas que reconozcan las causas estructurales y la forma como nuestro Estado provoca la migración, para atender los fundamentos u origen de los flujos migratorios desde nuestro país y el desplazamiento dentro del mismo, y para prevenir esas situaciones que generan violación persistente de derechos humanos principalmente en Honduras, en lo que respecta a nuestros (as) connacionales migrantes y desplazados forzados.
Exhorto también a mejorar la reunión de datos debidamente desglosados para contar, en Honduras, con registros y estadísticas integrales sobre el flujo migratorio forzado hacia los Estados Unidos de América, y que nos permita información más precisa sobre el número y situación de nuestros migrantes que son devueltos, deportados o repatriados desde México y de los Estados Unidos, así como de los (as) compatriotas indocumentados en la ruta del migrante, los que se encuentran en los Estados Unidos de América y la de aquellos que dependen de renovaciones anuales de su permiso para trabajar en territorio norteamericano. Por eso, contribuiremos al diseño de registros y estadísticas integrales sobre personas migrantes en el ciclo de la migración o desplazamiento forzado, aprovechando también los avances del Gobierno y de la sociedad civil, en esta área.
He conducido la institución del CONADEH para avanzar también, por medio de la estrategia local de seguridad humana y desarrollo sostenible municipal, que hemos diseñado como “Municipios de Bienestar Solidario”, en apoyo a las comunidades municipales innovadoras, que faciliten concretar el cumplimiento de la obligación de proteger y promover el goce efectivo de los derechos humanos de las personas en los municipios, en especial de los grupos más desfavorecidos o en condiciones de vulnerabilidad, entre ellas, las personas en riesgo de migración o desplazamiento forzado o las retornadas a sus municipios.
Esos son algunos potenciales que tenemos y objetivos principales que nos proponemos decididamente alcanzar, impulsando acciones conjuntas de instituciones estatales, de sociedad civil incluyendo empresa privada, y de organizaciones internacionales.
