“Con mucha sorpresa e indignación he leído el informe que el señor, si se le puede llamar embajador, un chismoso que tiene Estados Unidos acá en Honduras, donde dice que yo participé en la actividad de un contrato de una concesión y que yo soy socio. Yo quisiera que la Fiscalía investigara, ya que él -Llorens- dio esa declaración, y probara cómo yo soy socio de un señor de esos. De los que mencionan allí soy amigo de Roberto Turcios, Johnny Kafati y de Saro Bonano; pero no tengo nada que ver, ni nunca he tenido nada que ver con negocios con ellos”, dijo Micheletti al diario La Prensa, que se edita en San Pedro Sula.
“Yo exijo al Ministerio Público, exijo a la Corte Suprema de Justicia que se investigue a ver si yo tengo una relación con esas compañías, especialmente con la que se menciona en el asunto de Nacaome si hay un documento que me involucre con esa autorización”, declaró el ex gobernante.
Micheletti, en la misma entrevista, le pide a Llorens, “presente las pruebas que correspondan a eso”, y le anuncia que va a “investigar con mis abogados y voy a ir a los Tribunales a exigir, y ojalá que sea el primer precedente que se presente en este país, que ese señor aunque sea gringo tenga que pagar por conductas irregulares como las que les hemos probado durante mucho tiempo. No es justo que el país o un ciudadano paguen por chismes que este señor le da a su Gobierno”.
Dijo que todo es parte “de una campaña que ese señor montó contra nosotros desde que pasó lo del 28 de junio”, fecha en la cual el Congreso Nacional, que él presidía decidió defenestrar al entonces presidente del país, Manuel Zelaya.
“Comprobado está que (Llorens) es un seguidor de Manuel Zelaya o así le habían ordenado los jefes de él y eso provocó una ira inmediata contra nosotros. Incluso, tuvo el favor de muchos hondureños cobardes que se prestaron para señalar a personas para que les quitaran la visa”.
“Hay una campaña montada de los gringos, porque allí posteriormente hablan que me exigieron a mí que me saliera unos días antes. Yo entregué mi gobierno el 27 de enero de 2010 tal como lo manda la sucesión constitucional. Yo no creo haber cometido ningún delito, y exijo, no pido, que se investigue la conducta completa de los siete meses que fui gobernante para que el pueblo hondureño se dé cuenta que la conducta irregular la ha tenido él, este embajador -Hugo Llorens- en contra de todos los hondureños”, reiteró.
