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Mi romance con una italiana… máquina de escribir

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Miami, (EEUU) – La historia comenzó en Nueva York en 1962, cuando la vi en una tienda de material de oficina. Fue amor a primera vista.

Me acompañó en el barco italiano que me llevaba a Madrid a estudiar Periodismo. En el camarote que compartía con otro pasajero, quise tocarla, pero para no incomodar a mi vecino, me abstuve.

Y el idilio terminó en París, seis años después, cuando ya no daba para más, por uso excesivo. En Londres, la abandoné por otra, más moderna, esbelta y mejor pinta.

La máquina de escribir portátil Olivetti Lettera 32, italiana, fue mi primer romance con el periodismo. Con ella, escribí mis primeros reportajes desde Madrid para la prensa latinoamericana.

OLIVETTI 422La máquina de escribir Smith-Corona con la que Gabriel García Márquez escribió «Cien Años de Soledad» y su medalla del Premio Nobel de Literatura (Foto Biblioteca Nacional de Colombia).

Era liviana, precioso diseño, pesaba poco y una vez en su maletín, era fácil de transportar. Era la herramienta ideal para alentarte u obligarte a escribir.

Y fue la que me salvó de dificultades económicas. Ya que la empeñaba con frecuencia en el Monte de Piedad por unas mil pesetas. Pero la rescataba tan pronto recibía un cheque de mi padre.

Mi carrera periodística de casi 40 años, está ligada a esa Lettera 32, de color azul claro. Y me conforta saber que escritores famosos como Cormac Mcarty escribió en 2006, su “best seller”, “The Road” (“La Carretera”) en una similar y del mismo color. Con esa obra ganó el premio Pulitzer por ficción.

olivetti hemingwayErnest Hemingway con su máquina de escribir.

En 2009, la casa de subastas Christie’s la vendió a un coleccionista por 250,000 dólares.

Y otros escritores americanos usaron la Lettera 32 antes que llegaran las eléctricas y las computadoras. Entre ellos, Gore Vidal, Stephen King y Phillip Roth.

El colombiano Gabriel García Márquez escribió “Cien Años de Soledad”, (por el que ganó el Premio Nobel de Literatura en 1982) en una Smith-Corona, la primera eléctrica de las cinco que tuvo. En esa comenzó la historia de Macondo.

olivetti hemingway 111Ernest Hemingway escribia de pie.El norteamericano Ernest Hemingway escribió en 1940 “To Whom the Bells Tolls” (“Por quién doblan las campanas”), sobre la guerra civil española, en una Underwood portátil.

También escribió sus otras novelas en una Corona 3 y una Royal portable. En una ellas escribió “The Old Man and the Sea” (“El Viejo y el Mar”), que le valió en 1953 el Premio Pulitzer y al año siguiente, por su obra completa, el Premio Nobel de Literatura.

En sus casas-museos de La Vigía en Cuba (a 12 kilómetros de La Habana) y en la de Key West, en el sur de Florida, se exhiben varias de las Royals que Hemingway usó.  Como pude comprobar en mis visitas a ambos lugares.

La actriz Angelina Jolie intentó comprar la Underwood de Hemingway a un coleccionista de California por 250,000  dólares, para regalársela al actor Brad Pitt en el día de su boda. Pero el trato fracasó, así como su matrimonio con Pitt.

El guatemalteco Miguel Ángel Asturias batalló con una Hermes Baby para escribir “El Señor Presidente”. En 1967, recibió el Premio Nobel de Literatura.

Ahora, la Olivetti Lettera 32 se vende como una reliquia en internet, al doble precio que la compre en Nueva York.

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