Managua – La burocracia de las autoridades de México está retrasando el traslado de los 18 mexicanos, condenados por narcotráfico, que simularon ser periodistas de Televisa y a los que se les incautó 9,2 millones de dólares en Nicaragua, afirmaron hoy las autoridades nicaragüenses.
«El problema es esa burocracia (en México), entonces eso es lo que está atrasando» la repatriación, aseguró la presidenta de la Corte Suprema de Justicia de Nicaragua, Alba Luz Ramos, a periodistas.
Desde noviembre pasado, las autoridades nicaragüenses anunciaron que ejecutan trámites para repatriar a todos los presos extranjeros a sus países de origen antes de enero, incluso los 18 mexicanos, con los que, según Ramos, han enfrentado trabas con México.
«Ellos (autoridades mexicanas) quieren aclarar hasta la última letra de cada nombre de cada una de estas personas», se quejó la magistrada nicaragüense.
La jefa de la Policía nicaragüense, Aminta Granera, confirmó a periodistas lo dicho por la presidenta del Poder Judicial.
«Hay bastante burocracia en el traslado. Ojalá fuera en este año. Nosotros queremos que sea lo más pronto posible», señaló Granera.
Las autoridades nicaragüenses no descartan que en México no quieran recibir al grupo.
«Puede ser que no les guste mucho la idea de que vayan a su país. Esto es una especulación», aclaró la presidenta del Supremo.
Ramos añadió que los mexicanos tendrán que regresar a su tierra natal tarde o temprano bajo las normas legales de la Convención Interamericana para el Cumplimiento de Condenas en el Extranjero y un convenio bilateral sobre el cumplimiento de sentencias penales.
Los mexicanos, encabezados por Raquel Alatorre Correa, considerada la cabecilla del grupo, fueron condenados en enero pasado a 30 años de prisión, la pena máxima en Nicaragua, por los delitos de transporte internacional de drogas, crimen organizado y lavado de dinero en perjuicio del Estado nicaragüense.
En octubre pasado un tribunal de apelaciones de Managua redujo la pena a entre 16 y 18 años.
Alatorre, quien se hacía pasar como jefa de prensa de Televisa, fue retenida junto a los otros 17 mexicanos el 20 de agosto de 2012 en un puesto de seguridad en la zona fronteriza con Honduras y la Policía nicaragüense halló 9,2 millones de dólares, además de rastros de cocaína, en las seis camionetas en las que viajaban y que tenían logotipos de Televisa.
Los 18 mexicanos, acusados de ser un grupo criminal «altamente organizado» dedicado al tráfico de «grandes cantidades» de droga entre Costa Rica y México, habían sido declarados culpables de narcotráfico, lavado de dinero y crimen organizado el pasado 20 de diciembre.
Los mexicanos se presentaron como periodistas de Televisa para entrar a Nicaragua y llevaban una carta falsa, según las autoridades, firmada por el vicepresidente de información nacional de esa empresa, Amador Narcia Estrada, para que respaldara la cobertura periodística a los falsos comunicadores.
Televisa ha negado tener algún vínculo con los delincuentes.
Desde noviembre pasado, las autoridades nicaragüenses anunciaron que ejecutan trámites para repatriar a todos los presos extranjeros a sus países de origen antes de enero, incluso los 18 mexicanos, con los que, según Ramos, han enfrentado trabas con México.
«Ellos (autoridades mexicanas) quieren aclarar hasta la última letra de cada nombre de cada una de estas personas», se quejó la magistrada nicaragüense.
La jefa de la Policía nicaragüense, Aminta Granera, confirmó a periodistas lo dicho por la presidenta del Poder Judicial.
«Hay bastante burocracia en el traslado. Ojalá fuera en este año. Nosotros queremos que sea lo más pronto posible», señaló Granera.
Las autoridades nicaragüenses no descartan que en México no quieran recibir al grupo.
«Puede ser que no les guste mucho la idea de que vayan a su país. Esto es una especulación», aclaró la presidenta del Supremo.
Ramos añadió que los mexicanos tendrán que regresar a su tierra natal tarde o temprano bajo las normas legales de la Convención Interamericana para el Cumplimiento de Condenas en el Extranjero y un convenio bilateral sobre el cumplimiento de sentencias penales.
Los mexicanos, encabezados por Raquel Alatorre Correa, considerada la cabecilla del grupo, fueron condenados en enero pasado a 30 años de prisión, la pena máxima en Nicaragua, por los delitos de transporte internacional de drogas, crimen organizado y lavado de dinero en perjuicio del Estado nicaragüense.
En octubre pasado un tribunal de apelaciones de Managua redujo la pena a entre 16 y 18 años.
Alatorre, quien se hacía pasar como jefa de prensa de Televisa, fue retenida junto a los otros 17 mexicanos el 20 de agosto de 2012 en un puesto de seguridad en la zona fronteriza con Honduras y la Policía nicaragüense halló 9,2 millones de dólares, además de rastros de cocaína, en las seis camionetas en las que viajaban y que tenían logotipos de Televisa.
Los 18 mexicanos, acusados de ser un grupo criminal «altamente organizado» dedicado al tráfico de «grandes cantidades» de droga entre Costa Rica y México, habían sido declarados culpables de narcotráfico, lavado de dinero y crimen organizado el pasado 20 de diciembre.
Los mexicanos se presentaron como periodistas de Televisa para entrar a Nicaragua y llevaban una carta falsa, según las autoridades, firmada por el vicepresidente de información nacional de esa empresa, Amador Narcia Estrada, para que respaldara la cobertura periodística a los falsos comunicadores.
Televisa ha negado tener algún vínculo con los delincuentes.
