Salvador, Brasil – Más de 50.000 fieles se dieron cita este domingo en la ciudad de Salvador para rendir el primer homenaje en Brasil a la «Irma Doce» (hermana dulce), la Santa Dulce de los Pobres, canonizada hace una semana por el papa Francisco en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
Considerada la «Madre Teresa de Calcuta de los brasileños» la Hermana Dulce es la primera mujer nacida en Brasil que es declarada santa y una de las religiosas más populares del país por la labor social que realizó con los más pobres y más necesitados.
Miles de devotos llegaron desde tempranas horas al estadio Arena Forte Nova de Salvador para rendir homenaje a la también considerada como el «Ángel Bueno de la Bahía», oriunda de esa ciudad donde nació el 26 de mayo de 1914 como Maria Rita de Sousa Brito Lopes Pontes.
Además de los milagros que se le atribuyen, la Santa Dulce de los Pobres fundó en su natal Bahía varios hospitales de caridad y un sistema de apoyo social que atiende a cerca de cinco millones de personas anualmente y que dirigió hasta su muerte, el 13 marzo de 1992, a los 77 años.
Aunque las puertas del estadio estaban programadas para abrir hasta el medio día, miles de fieles llegaron hasta seis horas antes para garantizar un lugar durante el homenaje.
Luego de una presentación de bandas religiosas, más de 700 actores, en su mayoría niños y adolescentes, hicieron vibrar de emoción a los fieles con «Imperio de Amor», un espectáculo de teatro, canto y música que narró la historia de la santa.
Luego, una procesión con la imagen de Nuestra Señora de la Concepción, liderada por obispos, padres, diáconos y seminaristas, precedió la misa en honor a la Santa Dulce de los Pobres.
Los fieles acompañaron la procesión con reliquias de la santa y se emocionaron con los cantos religiosos que acompañaban la marcha.
La misa, el momento más esperado por los devotos quienes lo siguieron en recogimiento, llegó con el comienzo de la noche y fue celebrada por el Arzobispo de Salvador y Primado de Brasil, Murilo Krieger, en un altar en el que se alzaba la imagen de la santa.
«Hoy el Salvador está de fiesta, Bahía esta de fiesta, Brasil todo se alegra por el reconocimiento de Su Santidad ocurrida el domingo pasado en la Plaza de San Pedro en el Vaticano».
Con esas palabras el arzobispo Krieger comenzó la celebración litúrgica en el estadio de la ciudad de Salvador, en medio de una multitud de fieles que seguían con atención sus palabras.
El arzobispo resalto la fidelidad «a Jesús, su amor a los pobres enfermos y a las niños desprotegidas».
«Un ángel» que acogió a desolados y que «dejó un rastro de caridad en todo Brasil», señaló.
«El pueblo reconoce eso y ahora lo llama aquí el ángel bueno de Brasil», precisó.
La Hermana Dulce fue canonizada el 13 de octubre por el papa Francisco en la plaza San Pedro en el Vaticano, momento a partir del cual se convirtió en Santa Dulce de los Pobres.
Su proceso de canonización ha sido el tercero más rápido en la historia reciente de la Iglesia católica, al ser proclamada santa solo 27 años después de su muerte.
San Juan Pablo II lo fue a los 9 años de su muerte y Santa Teresa de Calcuta, 19 años después de su fallecimiento.
