Tegucigalpa – Más de 18 mil hogaresde en seis departamentos del occidente de Honduras cuentan ahora con energía solar Como parte del Gobierno e dotar de energía a comunidades aisladas.
El proyecto fotovoltaico avanza en un 85 % con la instalación de sistemas de paneles solares que beneficiará a 21 mil 36 hogares de las zonas más aisladas mediante una inversión de más de mil 124 millones de lempiras.
El Proyecto de Energía Renovable para el Desarrollo Rural Sostenible (Pro-Energía Rural) se perfila como el programa social más grande de este tipo ejecutado en América Latina, con un gran impacto social en las comunidades más vulnerables.
“Esta es una energía limpia, que no contamina y no afecta la salud, ya que el humo afecta las vías respiratorias y el medio ambiente como tal”, dijo la primera dama de Honduras, Ana García de Hernández.
Estas acciones son ejecutadas por el Instituto de Desarrollo Comunitario, Agua y Saneamiento (Idecoas), a través del Proyecto Pro-Energía Rural.
Según el ministro de Idecoas, Mario Pineda, hasta la fecha han instalado más de 18 mil sistemas solares.
El funcionario resaltó que “los sistemas son entregados de forma gratuita a los beneficiados”.
En total, serán 105 mil los habitantes de las zonas rurales del occidente que gozaran de los beneficios de la modernidad que ofrece la energía solar.
“A pesar de los avances de la tecnología en el mundo, hasta ahora conocen la luz de un bombillo en estas zonas”, apunto Pineda.
Agregó que el proyecto llega a las zonas más recónditas, donde en las siguientes décadas resultará imposible que llegue la energía convencional por sistemas de líneas de distribución.
El proyecto favorecerá a 21 mil 36 hogares, 416 centros escolares y 34 centros de salud en los departamentos de Ocotepeque, Lempira, Copán, Intibucá, Santa Bárbara y La Paz, enfatizó el funcionario.
Del monto presupuestado, alrededor de 45 millones de dólares provienen de un convenio de préstamo con una baja tasa de interés, otorgado por el Banco K-Exim Bank de Corea del Sur.
Por su parte, el Gobierno hondureño asignó una contrapartida de más de tres millones de dólares, equivalente a más de 68 millones de lempiras.
Pineda señaló que el proyecto se ejecuta en 109 municipios del occidente del país, alcanzando un total de mil 75 aldeas.
Mediante estos trabajos se estarán generando 444 empleos directos y dos mil 150 indirectos.
Con la instalación de la energía solar en los centros de salud, también se mejora la calidad de los servicios médicos, con el uso de los nebulizadores para atender los problemas respiratorios y con la conservación de las vacunas, acotó Pineda.
El proyecto consiste en la instalación de un panel solar por vivienda, que consta de un inversor de 500 watts, una batería, cuatro lámparas y un tomacorriente.
Mientras, en las escuelas se instala un panel solar con un inversor de mil watts, cinco lámparas y cinco tomacorrientes; igualmente en los centros de salud se instala un panel solar, con su un inversor de 2.000 watts, 16 baterías, dos bombillos y dos tomacorrientes.
“Nosotros vivíamos en oscuridad; estamos muy contentos y agradecidos”, aseguró don Gil Gómez, líder la comunidad de El Rodeo, municipio de Intibucá, donde los niños también se muestran sorprendidos por la presencia de las cámaras, que al igual que la luz eléctrica tampoco conocían.
Gómez reconoció que el proyecto tendrá un alto impacto en la economía familiar, al evitarse la compra de candelas y gas para los candiles; igualmente se resalta su impacto en el ambiente, al reducirse la quema de leña de ocote para alumbrarse durante la noche.
Un poco más al occidente de Honduras, en la comunidad de El Aguacatillo, del municipio de San Manuel de Colohete (Lempira), doña Rosa Rivera dijo que “el hollín se nos va a los pulmones; padecíamos de muchos problemas respiratorios. Ahora nuestra salud va a mejorar, estamos agradecidos porque se acordaron de nosotros”.
El alcalde de San Manuel de Colohete, Inés Ramírez, dijo que “es un día histórico en esta comunidad; el presidente Juan Orlando Hernández está cumpliendo su promesa”.
El alcalde del municipio de Chinacla (La Paz), Jesús Aguilar, indicó que “los habitantes de este municipio, cuando la gente enciende el foquito de luz eléctrica, viven una alegría que no se puede describir; hay que vivir mucha necesidad para entender el impacto del proyecto”.
María Irene García, beneficiaria del proyecto, expresó que antes gastaba hasta dos paquetes de candelas a la semana y muchas veces sus hijos no realizaban las tareas de la escuela debido a que la luz de la candela no es igual que la luz eléctrica.
