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Mancini, la fuerza de la tranquilidad

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Roma – Detrás del renacimiento de Italia, protagonista de una goleada en su estreno en la Eurocopa ante Turquía y de una racha de nueve victorias consecutivas, está la tranquilidad, la confianza y la personalidad del seleccionador Roberto Mancini, el técnico que devolvió dignidad a un movimiento futbolístico en crisis.

Pocos meses después de que Gian Piero Ventura no dimitiera pese a no clasificar a Italia para el Mundial de Rusia 2018 y fuera despedido por la Federación de Futbol Italiana (FIGC), Mancini renunció a dos años de su millonario contrato con el Zenit San Petersburgo para tomar el mando de una selección hundida.

Sentía que, tras muchos años en la elite del fútbol de clubes, con trofeos conquistados al mando del Inter de Milán, el Manchester City o el Galatasaray, era el momento de afrontar un nuevo reto y devolver a Italia el brillo perdido.

Aprovechó el «año cero» representado por la ausencia en el Mundial para actuar un profundo cambio generacional y de mentalidad, apostando por un fútbol más ofensivo y técnico, sin renunciar al equilibrio.

Usó sus primeras listas para citar en el centro técnico de Coverciano (Florencia, centro) a muchos jugadores jóvenes que apenas tenían protagonismo en sus clubes. Quería conocerles y verles en el campo para decidir si apostar por ellos en el proceso de renacimiento.

En sus tres años de gestión, Mancini hizo debutar a más de 35 jugadores como internacionales «azzurri», con Giacomo Raspadori, la gran sorpresa de la lista de 26 para la Eurocopa, como último ejemplo.

Selló la clasificación para la Eurocopa con el pleno de victorias, diez de diez, y su equipo practica un fútbol brillante, de buen ritmo, ofensivo y ganador.

El 3-0 logrado en el debut contra Turquía demostró cómo cambió la mentalidad y la confianza del grupo. Pese a toparse con el muro turco en la primera mitad, Italia mantuvo la calma, siguió fiel a su juego y marcó tres goles en la reanudación para deleitar a los aficionados del estadio Olímpico.

Una actitud positiva, optimista, serena y despreocupada que Mancini transfirió a sus jugadores, como destacó este lunes Francesco Acerbi en una rueda de prensa en Coverciano.

«Mancini fue el punto clave de esta selección, cambió nuestra mentalidad. Nos hace estar bien, no nos presiona, dice que nos divirtamos, nos da ayuda para mejorarnos. Creó una familia y el mérito es sobre todo suyo», afirmó Acerbi.

«Tenemos entusiasmo, lo notas, es algo bonito porque nuestro grupo es fantástico. Todos lo hacemos bien, porque el grupo está unido. Ganamos un gran partido contra Turquía (3-0), nos faltan seis. Las dificultades las tendremos, pero gracias a nuestro grupo salimos con ventaja», prosiguió.

Palabras de profundo aprecio que llegan, además, de un jugador que no formó parte del once que doblegó a Turquía y que es suplente habitual de Leonardo Bonucci y Giorgio Chiellini.

Es precisamente este otro gran mérito de Mancini: saber mantener a todos sus jugadores concentrados, comprometidos y unidos en busca de un objetivo común, más allá del protagonismo que tengan en el terreno de juego.

«A mí me gustaría jugar incluso si tuviera por delante a Paolo Maldini y Alessandro Nesta. Pero el objetivo es hacer algo grande en este torneo», confesó Acerbi.

En un ambiente de máximo entusiasmo, Italia sigue preparando la cita de la segunda jornada del grupo A contra Suiza, prevista este miércoles en el Olímpico de Roma contra Suiza.

Lo hace guiada por Mancini, el «míster tranquilidad» que está devolviendo Italia a la elite del fútbol. 

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