Julio Raudales
La macroeconomía es una ciencia poderosa. Aunque la prensa y la opinión pública intentan restar méritos a su impacto en nuestras vidas, al final siempre terminan hablando de ella, buscando explicaciones a los problemas sociales mediante sus postulados y variables.
¿Cuántas veces no escuchamos a algún “analista” diciendo que tal o cual gobierno arregló la parte macroeconómica, pero que esto no mejoró en nada el nivel de vida de la gente? Y lo que es peor, ¿cuántos gobernantes actuaron en el pasado al margen de sus leyes, incrementando los salarios, fijando los precios o aumentando el gasto público de manera artificiosa y posteriormente tuvimos que pagar todos y todas la factura de estos desafueros?
La Macroeconomía tiene 4 componentes o sectores fundamentales: a) La producción; b) el Sector monetario y financiero; c) el Gobierno y d) nuestra relación con el Resto del Mundo.
Cada uno de ellos tiene un set de indicadores que nos ayudan a saber si las cosas andan bien o mal.
El crecimiento del PIB y el nivel de desempleo por ejemplo, nos sirven para saber como está la actrividad económica; el Déficit Fiscal nos indica si el gobierno está bien administrado, el nivel de Inflación y las tasas de interés nos ayudan a saber si el Banco Central está gestionando adecuadamente el secor monetario y el crecimiento en las Reservas Internacionales nos muestran si nuestra relación con el resto del mundo es buena.
Hay muchos mas indicadores que muestran la gobernanza macroeconómica, pero estos que menciono son algunos de los más populares.
Otro asunto importante, es que los cuatro sectores mencionados interactúan entre si, es decir, no son independientes uno del otro y la pérdida sistemática en el equilibrio de uno, invariablemente afectara a los otros tres.
Por ejemplo, si el Banco Central emite una gran cantidad de dinero, la tasa de interés a la cual los bancos prestan cae, la gente ahorra menos, quiere consumir mas y esto estimula la producción y la demanda de bienes extranjeros, por tanto mejora la producción, pero a su vez, hace que haya presión para que los precios suban y que además la cantidad de moneda extranjera (o dólares) que hay en el país sea insuficiente para satisfacer los deseos de la gente y esto provoque que el país se endeude mucho con el resto del mundo.
Ejemplos como este, muestran que es básico que antes de tomar cualquier decisión con la macroeconomía, las autoridades mediten en cuales serán los efectos posteriores de la misma.
En nuestro país se ha dado muy poca importancia práctica a los efectos que las malas decisiones macroeconomicas tienen en la vida y futuro de la gente.
Es cierto que cada vez que una misión del FMI llega, provoca revuelo en los medios de comunicación, al final en el imaginario de la gente permean mas las necesitades cotidianas que la exigencia a las autoridades para que mantengan la disciplina y eviten descalabros futuros.
Es por ello que resulta crucial que el Gabinete Económico se mantenga firme en el cumplimiento de las metas propuestas y no ceda a las presiones para desequilibrar específicamente sectores como el gasto público y la emisión monetaria, cuyos excesos provocan severos ajustes posteriores que terminan afectando la producción y el empleo como es el caso presente.
En estos dias, las autoridades se encuentran en un proceso de revisión de los cuatro sectores de la macreoconomía, a propósito de la visita de una misión del FMI.
Luego de los problemas fiscales en los que se incurrió como producto de malas decisiones tomadas entre 2007 y 2013, se busca reducir el déficit fiscal que llegó a ser de mas de 7% del PIB en 2013 a un poco mas del 5% para 2014, hasta llevarlo a 2% en 2017, lo cual es sostenible.
Esto tiene mucho sentido, y aunqe lo ideal es que todos los sectores esten equilibrados, es decir, no haya déficits, ni fiscal, ni monetario, ni en el sector externo, lo mas importante es que la producción no se vea afectada, porque al final esto es lo que tiene impacto en el nivel de vida de la gente.
Tal y como se ven las cuentas presentadas por el gobierno, la cosa camina relativamente bien en tres de los sectores descritos, pero aun nos quedará pendiente la tarea mas colosal: ¿Cómo hacer que la producción y el empleo aumenten?
