«Si no somos responsables en recoger las heces fecales de los animales, éstas finalmente se secan, si llueve se diluyen y después se vuelven polvo y después viene el aire y nos contaminan los ojos, lo respiramos y nos infecta el tracto respiratorio, pero también el tracto digestivo», sostuvo Ahued.
Esto «ocasiona problemas como salmonella, tifoidea, shigella, amibiasis y problemas de la piel dermatológicos y también oftalmológicos», agregó el funcionario.
Ahued hizo el lanzamiento de la campaña en la explanada del Parque México, en el barrio Condesa, donde en días pasados se distribuyó un documento en el que unos supuestos vecinos de la zona, cansados por los excrementos de los perros en el parque, amenazaron con matar mascotas usando albóndigas envenenadas.
«Afortunadamente les quiero decir que no ha habido ningún perro que se haya encontrado envenenado, no ha muerto ningún perro en esta zona, no hemos encontrado las famosas albóndigas», sostuvo.
Como parte de la iniciativa, las autoridades capitalinas repartirán unos volantes en los que se lee: «Sé un dueño responsable, evita sacar a tú perro a defecar a la calle, jardines y parques públicos».
Además, la Alcaldía recomienda a los dueños de mascotas sacarlas siempre con correa y llevar una bolsa.
«Hay gente que tiene a su mascota en la azotea, y en la azotea también no recogen las heces, se secan, vuela y contamina, primero a la casa y a los habitantes de la casa y después a los vecinos», aseveró Ahued.
En Ciudad de México una persona que saca un perro sin correa y no recoge sus excrementos puede recibir una multa de uno a 10 días de salario mínimo (de 4,5 a 45,2 dólares), con arresto de seis a doce horas, aunque rara vez se aplica.