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Los acuerdos no llegan a la Universidad

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Tegucigalpa – La crisis en la UNAH subió de tono en las últimas horas cuando un dirigente del Congreso Nacional dijo que si en una semana no se resuelve la parálisis, el poder legislativo intervendrá, mientras una coalición de la sociedad civil rechazó toda intervención externa que ponga en peligro los avances logrados en el primer centro de estudios superiores de Honduras.

– Directivo del Congreso Nacional dice que pueden debatir el tema próxima semana, APJ rechaza intervención y que no haya retroceso en reforma universitaria.

El secretario del Congreso Nacional, Mario Pérez, dijo que si los estudiantes y la administración de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) no logran resolver la crisis por el diálogo, el Congreso Nacional puede ayudar a resolver la misma.

Indicó que la próxima semana podrían debatir el tema.

Recordó que los diputados tienen iniciativa de ley o pueden hacer mociones, pero están a la espera para definir si el Congreso Nacional pueda participar en la solución de la crisis.

La diputada liberal Waldina Paz dijo que presentaría un proyecto de ley mediante el cual el Congreso Nacional ordene una Junta Especial de Transición en la UNAH, que tendría el poder completo y le retiraría las facultades a la rectora Julieta Castellanos, así como a los vicerrectores, decanos y directores de centros regionales.

Pero los líderes estudiantiles señalaron que no han dado autorización a ningún diputado para presentar iniciativa de ley que permita la intervención a la UNAH.

La Universidad tiene varias semanas de estar paralizada parcialmente, ya que los integrantes del Movimiento Estudiantil Universitario (MEU), reclaman su participación en los organismos de gobierno de la misma.

Asimismo, exigen la salida de la rectora Julieta Castellanos y su equipo de trabajo y que se vuelva a reformar la Ley Orgánica de la UNAH.

La misma fue reformada hace más de 10 años a fin de recuperar la gobernabilidad en el alma mater y en la misma se eliminó la paridad estudiantil, cuando las asociaciones estudiantiles tenían el 50 por ciento del voto en los organismos de gobierno.

Pero desde la reforma, los estudiantes no lograron ponerse de acuerdo en un reglamento electoral que regulara como elegirían las autoridades de las asociaciones estudiantiles y sus representantes.

APJ rechaza intervención y pide que reforma no sea anulada

Logo Alianza por la Paz y la Justicia2Pero la Alianza para la Paz y la Justicia (APJ), que aglutina a varios entes de la sociedad civil, rechazó una intervención de la UNAH “desde instancias externas que se presten a manipulaciones con sesgo político que vengan a disminuir el principio de autonomía universitaria”.

La APJ también destacó que la salida a la crisis “no debe saldarse con un retroceso en el proceso de la reforma universitaria” por intereses ideológicos o políticos-partidarios.

En un comunicado emitido la APJ señaló que tampoco la reforma no puede ser revertida por propósitos egoístas de “sectores perversos” que buscan beneficiar a grupos que perdieron su influencia que tuvieron en el pasado.

También exigió que los “logros alcanzados en los últimos años” no “deben anularse”, así como los cambios no deben detenerse.

Estudiantes divididos

Mientras los sectores estudiantiles se encuentran divididos, ya que un grupo reclama la intervención de la máxima casa de estudios y otros rechazan la misma.

Los estudiantes de la Faculta de Derecho rechazaron en una consulta la toma del edificio de la misma y optaron por la continuidad de las clases.

El máximo dirigente del MEU y presidente de la Asociación de Estudiantes de Derecho (AED), Fausto Cálix, dijo que acataría la decisión de los estudiantes, aunque señaló que las tomas continuarían en otras unidades académicas.

Los estudiantes de la Facultad de Ciencias Económicas también reclamaron una consulta para su unidad, a fin de que sean los alumnos quienes voten si mantienen la toma de edificios o continúan las clases.

Aunque hay sectores al interior del MEU quienes han señalado que a pesar de los votos en Derecho, algún grupo podría tomarse el edificio académico.

Otros sectores a lo interno de la universidad abogan por el dialogo que permitan retomar el fundamento de la reforma universitario sustentado en un gobierno de pesos y contrapesos donde prime la academia sobre los intereses políticos o de grupos como se han manifestado durante la actual problemática.

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