En el vuelo venían 33 menores entre edades de nueve meses a 14 años con sus respectivas madres, quienes fueron recibidos por la primera dama, Ana García de Hernández, personal gubernamental y representantes del Centro de Atención al Migrante Retornado (CAMR).
Las personas que han sido deportadas este viernes en su mayoría residen en Cortés, Olancho, Atlántida y Francisco Morazán.
La primera dama dijo a la prensa al momento de recibir el segundo vuelo de las unidades familiares que el mismo contiene 31 mujeres, 19 niños, 14 niñas y dos adolescentes.
“Todas son madres de familia que han salido de diferentes lugares del país en busca de un sueño, y como vimos en el vuelo anterior, estas madres vienen con tristeza, acongojadas, preocupadas, endeudadas en su mayoría, pero aquí estamos para darle esa mano solidaria y recibirlas de las mejor manera”, argumentó la esposa del presidente Juan Hernández Alvarado.
García de Hernández urgió la importancia de construir capacidades que permitan mejorar las condiciones en el país.
“Tenemos que diseñar un plan de desarrollo para nuestro país que permita combatir la inseguridad, la violencia, el narcotráfico y que podamos de esa manera llegar a las causas estructurales de este problema que hace que muchas familias emigren de nuestro país y busquen oportunidades en otros países”, detalló.
El martes de la presente semana, la Casa Blanca estimó que la llegada a Honduras de un primer vuelo con 22 menores de edad y 8 madres que habían cruzado sin documentos la frontera a EEUU enviará una «clara señal» a potenciales migrantes de que ese país del norte del continente «no los recibirá con los brazos abiertos».
En total, EEUU ha deportado a unos 87 mil centroamericanos entre septiembre de 2013 y este mes, según la Casa Blanca, pero el vuelo del lunes marca el inicio de una oleada de repatriaciones aceleradas de las familias que han llegado en los últimos meses y que han generado una crisis humanitaria en la frontera.
