Se trata de Blanca Garay Rodríguez, quien fue capturada en Belice por la Policía de ese país por irregularidades en su situación migratoria y por tener una alerta roja internacional por suponerla responsable del delito de trata de personas en Honduras.
A Garay Rodríguez se le acusa de ser la presunta cabecilla de una banda que se dedica a la trata de personas que traficaba con menores de edad con fines de explotación sexual.
Los delitos fueron cometidos en la ciudad de El Progreso, Yoro, norte de Honduras, junto a otros dos hombres que también fueron capturados anteriormente.
“Si a mí me matan en la prisión, le echo la culpa a las autoridades hondureñas; vengo de Belice, eso sí les digo porque soy hondureña, no soy de otro país”, expresó Garay Rodríguez, mientras era trasladada esposada en una patrulla policial.
De acuerdo con los informes de la Policía y la Fiscalía, estas personas engañaban a niñas y jovencitas de entre los 13 y 16 años a quienes prometían conseguirles un trabajo digno, pero las sacaban por puntos ciegos hacia Guatemala y posteriormente las trasladaban en embarcaciones hacia Belice donde las llevaban a centros nocturnos obligándolas a tener sexo con hombres y a trabajar de bailarinas.
Garay Rodríguez fue enviada directamente desde la terminal aérea hacia los juzgados capitalinos donde a partir de hoy tendrá que responder por los cargos que se le imputan.
