Ante llamamiento a las elecciones, la ciudadanía necesita responder, con patriotismo constitucional, para recuperar su soberanía en la construcción y transformación democrática de Honduras.
Vivir en la pobreza, desempleo, desnutrición, discriminación, falto de educación, con un medio ambiente insano, corrupción y, en general, sin oportunidades y posibilidades de vivir con dignidad o de progresar socialmente: no proviene de fuerzas sobrenaturales que obligan a sufrirlas todo el tiempo, por no poderse evitar.
Al contrario, tienen su causa y origen en acciones injustas, inequitativas, excluyentes y faltas de solidaridad de otros seres humanos que, ante nuestra abulia social, han incumplido sus deberes de ciudadanía y solidaridad social, como miembros de la sociedad o servidores del Estado, en perjuicio del bien común de la población.
La realidad enseña cómo hemos actuado contra nuestra propia dignidad individual y como sociedad y Estado, dependiendo de otros y dejándolos actuar por nosotros, en la esfera pública y social, en función de sus propios intereses individuales y de grupos determinados que son contrarios al bien común de los habitantes, en la convivencia social y en el Estado. Así, hemos históricamente perdido nuestra personalidad e identidad como ciudadanos y comunidades y se ha retrasado la evolución democrática de nuestra nación.
A ello se debe, en gran parte, nuestro subdesarrollo y las privaciones insoportables que sufre la mayoría de la población hondureña. Por lo que es impostergable cumplir con el compromiso cívico y político de transformación nacional por la dignidad, el bienestar y la justicia social, en Honduras, a partir de las próximas elecciones generales, en reivindicación del derecho de cada persona y del pueblo entero al funcionamiento legítimo y eficaz del Estado democrático y social de Derecho.
El llamado a las elecciones generales de 28 de noviembre, en consecuencia, requiere de la mejor atención de la población para la selección de personas honradas y efectivas en la gestión de los poderes del Estado que impulse la construcción democrática del Estado constitucional de Derecho, en su gradual avance hacia el logro de su fin supremo de dignidad humana, bienestar y justicia social.
Hay que saber y comprender que, para los partidos políticos, candidatos y candidatas, se inicia legalmente la campaña y propaganda electoral para que los electores y electoras, como siempre, les den su voto confiado sin condiciones, para ejercer directa o indirectamente los poderes del Estado; pero, para la ciudadanía, esta es siempre, en democracia, la mejor oportunidad de conocer y escoger soberanamente, entre esos candidatos (as), a quienes, de forma indudable puedan garantizar, en adelante, condiciones para el ejercicio, real y concreto, del derecho individual y colectivo, de las personas y comunidades municipales, a mejores condiciones de vida, de trabajo, y al progreso social, con crecimiento económico inclusivo, protección al medio ambiente y al orden ecológico nacional
En verdad, hay que despertar la inteligencia, conciencia, voluntad y acción de la ciudadana y del ciudadano, sin distinción alguna, para transformar el Estado y ponerlo al servicio de las personas y comunidades municipales.
Por todo ello, nos importa mucho como ciudadanas y ciudadanos libres e independientes y como comunidades progresistas que conformamos el pueblo soberano: participar en las elecciones, en ejercicio de nuestro patriotismo constitucional, exigiendo, actuando y contribuyendo, desde ahora, a la solidaria y progresiva reconstrucción y transformación democrática de Honduras. requiriendo:
- A los partidos políticos y candidatos y candidatas, presentar a la consideración de los electores y electoras:
A. Sus compromisos para controlar la pandemia COVID 19 y sus variantes, superar los males públicos que frustran la vigencia efectiva del Estado constitucional de Derecho, y fomentar el desarrollo sostenible, local y nacional. Todo ello expresado, con lenguaje accesible a la población, en un completo plan estratégico de gobierno 2022- 2026 acompañado de una presentación breve de las esenciales líneas presupuestarias que, para la gestión y control del desarrollo sostenible, sustentarían el presupuesto público nacional y los municipales. Todo debidamente articulado con un esquema de Plan de Nación 2022- 2034, con la visión de País al 2038 y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible; y,
B. Su declaración concertada, lo más pronto posible, sobre la obligación de cumplir, de buena fe, con lo que la Constitución de la República ordena en su artículo 5, al indicar que : «El Gobierno de la República debe sustentarse en los principios de la soberanía popular, la autodeterminación de los pueblos y la democracia participativa, de los cuales se deriva la integración nacional, que implica participación de todos los sectores políticos en la Administración Pública, la estabilidad política y la paz social”; y
- Estamos también llamando fraternalmente a todos los ciudadanos y ciudadanas con capacidad de ejercer el derecho al voto: a cumplir el deber patriótico y democrático de participar en el ejercicio de la soberanía popular y la autodeterminación del pueblo, teniendo presente toda la información requerida y recibida; y votando libremente de manera consciente y reflexionada, por la mejor propuesta de Plan de Gobierno y esquema de presupuesto; y por candidatas y candidatos capaces, honrados y responsables, con capacidad de dirigir el funcionamiento legítimo y eficaz del Estado, hacia el logro de su fin supremo de garantizar la dignidad humana, el bienestar común y la justicia social, para todas y todos los habitantes.
