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Libertad para vivir con dignidad

Por: H. Roberto Herrera Herrera Cáceres
Comisionado Nacional de los Derechos Humanos

Honduras, nuestra Patria, forma parte de los pueblos de 193 Estados que nos hemos unido, como Organización de las Naciones Unidas, para trabajar por la dignidad y el valor de la persona humana, de sus derechos y libertades fundamentales, de la igualdad de derechos de hombres y mujeres; y para promover que todas y todos podamos gozar de esos derechos, a lo largo de nuestras vidas.

Desde un 24 de octubre hace setenta y un años, el principal compromiso internacional es hacer posible, en el mundo, el bienestar y la seguridad de las personas, liberándolas del temor o del miedo, liberándolas de las necesidades y creando condiciones de vida con dignidad, ya que, tal como lo proclama la Declaración Universal de los Derechos Humanos: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, y dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”.

En reconocimiento a la importancia esencial de ese compromiso, Honduras declaró el 24 de octubre de cada año como“Día de los derechos humanos” y fiesta nacional cuya celebración debe efectuarse durante toda la igualmente declarada “Semana nacional de los derechos humanos”.
Esa celebración la hacemos para tener presente siempre que todas y todos somos seres humanos y que, por ese solo hecho, tenemos igual dignidad humana y libertad para tomar nuestras propias decisiones, sin ser el instrumento de otros; para gozar de bienestar y respeto, respetando igualmente esos mismos derechos de los demás,de nuestras familias, la gente del barrio, la comunidad, el pueblo de Honduras y los pueblos del mundo.

Los derechos humanos tienen su raíz en nuestra dignidad como personas y cubren todos los aspectos de nuestra existencia, entre ellos, el derecho a la vida, personalidad, propiedad, seguridad, libertad, educación, cultura, recreación, salud, agua, energía eléctrica, vivienda, medio ambiente, paz, democracia, desarrollo.

Lo que se pregunta frecuentemente es si los derechos humanos son solamente aspiraciones o deben ser realidades para todas y todos. La respuesta es que los derechos humanos son imperativos universales para la vida digna de toda la población, y no admiten excepción o discriminación, todos debemos gozar de ellos, en cualquier tiempo y lugar donde nos encontremos y solamente con las limitaciones expresamente establecidas por las leyes conformes a los instrumentos internacionales.

Por ello, todos debemos defender y promover los derechos humanos, en todas partes, recordando la declaración central de la Constitución de la República, según la cual: “La persona humana es el fin supremo de la sociedad y del Estado. Todos tienen la obligación de respetarla y protegerla. La dignidad del ser humano es inviolable. Para garantizar los derechos y libertades reconocidos en esta Constitución, créase la Institución del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos…” (Art. 59)

En esa línea de acción encontramos, sin embargo, que en nuestras comunidades, hay numerosos casos de personas marginadas o excluidas cuya dignidad requiere ser debidamente protegida, respetada y ubicada en condiciones de igualdad para que puedan gozar de condiciones básicas de vida decente para ellas y sus familias.

Como un pequeño pero significativo ejemplo de lo que acontece también en otros lugares del territorio nacional: hemos sido informados, por autoridades de esta escuela, que hay cinco niños que están siendo educados y una familia relacionada con la institución, que no cuentan todavía con partidas de nacimiento. Lo que significa una situación de incumplimiento del derecho de estos niños y de los miembros de la familia, al reconocimiento de su personalidad jurídica. Esa falta de reconocimiento implica negarles capacidad de ser titulares y gozar de derechos y deberes humanos, en las diferentes etapas de su vida dentro del Estado.

Esa situación debe ser corregida y el derecho humano debe ser restituido, por lo que procederemos a recoger la información necesaria e iniciaremos inmediatamente las diligencias, ante el Registro Nacional de las Personas, para inscribirlos y obtener las partidas de nacimiento que el Estado debe entregarles, cumpliendo con la responsabilidad de reconocer formalmente a estos compatriotas como dignos seres humanos que son.

Proteger, respetar y crear las condiciones favorables para que todas las personas puedan gozar de sus derechos humanos y libertades fundamentales: es responsabilidad principal pero no exclusiva del Estado. Hay responsabilidades compartidas con las familias, las empresas y toda la comunidad local, nacional e internacional.

Más que en el pasado, a partir de este año 2016, las condiciones están dadas para que hagamos efectivas esas responsabilidades compartidas, ya que las Naciones Unidas, han logrado poner en vigencia un acuerdo mundial de cooperación con el nombre de Agenda para el Desarrollo Sostenible, cuya implementación fortalecerá la acción nacional de los Estados, como Honduras, a fin de que, dando especial atención a los sectores más desfavorecidos, encontremos soluciones a problemas como pobreza, alimentación y nutrición, salud, agua y saneamiento, educación, medio ambiente, violencia, discriminación, falta de desarrollo y de democracia.

El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, como garantía del Estado, vela por la protección, defensa y promoción de todos los derechos humanos y recomienda la adopción de políticas responsables para que la acción se mantenga, en forma permanente, en esa dirección. A título de ejemplo, es de señalar nuestro reconocimiento al Gobierno, por medio de la Secretaría de Educación, por haber aceptado, desde este año, nuestra recomendación de adoptar las medidas conducentes a incluir la educación en derechos humanos, como parte del currículo Nacional Básico, en los diferentes niveles de enseñanza de preescolar, primaria y secundaria. Sobre lo cual ya estamos trabajando.

Como otro ejemplo, el Gobierno ha aceptado nuestra recomendación de impulsar la adaptación de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo sostenible y aplicarla en todos los municipios de Honduras, para lo cual señalamos instrumentos y ofrecimos también la cooperación correspondiente del CONADEH.

Para el nuevo año, esperamos formular recomendaciones especiales al Estado y la sociedad hondureña, para atender mejor y resolver la situación de inseguridad excepcional que actualmente vive Honduras y las preocupaciones ciudadanas por diversos aspectos que limitan el goce de derechos humanos de las y los habitantes.

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