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Las tropas sirias y los rebeldes intensifican sus ataques en Alepo y Damasco

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El Cairo – Los combates entre rebeldes sirios y las tropas del régimen azotaron hoy con dureza la provincia de Alepo, en el norte del país, y los alrededores de Damasco, en un día en que los esfuerzos para solucionar el conflicto sufrieron un serio revés con la renuncia del mediador de la ONU, Kofi Annan.
 

En su lucha diaria contra los leales al presidente sirio, Bachar al Asad, los rebeldes del Ejército Libre Sirio (ELS) bombardearon el aeropuerto militar de Menagh, en la provincia de Alepo, según explicó a Efe por teléfono su «número dos» de la milicia, el coronel Malek Kurdi.

En la acción, los opositores utilizaron un carro pesado de combate que habían logrado arrebatar en operaciones anteriores a las fuerzas gubernamentales.

Kurdi destacó que se trata de la primera vez que el ELS utiliza tanques contra las fuerzas gubernamentales, y agregó que la batalla por Alepo continúa centrada en el barrio de Salahedin, donde el régimen prosigue los bombardeos con artillería pesada, morteros y cohetes lanzados desde helicópteros y cazabombarderos.

Para el lugarteniente de los alzados, estos bombardeos buscan facilitar la ofensiva por tierra del Ejército y, con esa finalidad, han llegado a la ciudad refuerzos de la Guardia Republicana, con cobertura aérea.

«El Ejército está usando el aeropuerto internacional de Alepo para transportar refuerzos y pertrechos para lanzar una ofensiva desde varios ejes contra Alepo», agregó Kurdi.

La provincia de Alepo, corazón económico de Siria, es escenario de una de las principales batallas entre los opositores al régimen de Al Asad y las fuerzas del régimen, que intentan recuperar las posiciones ganadas por los rebeldes en las últimas semanas.

Otro de los puntos más conflictivos fue la provincia de Rif Damasco, en los alrededores de la capital, donde se sucedieron los choques entre los combatientes del ELS y el Ejército sirio.

Los opositores Comités de Coordinación Local contabilizaron al menos 130 fallecidos este jueves, de los que 50 se registraron en Damasco y sus inmediaciones, 25 en la provincia meridional de Deraa y 16 en la de Homs (centro), la mayoría de estos últimos por bombardeos.

En Damasco, las tropas del régimen castigaron el barrio de Tadamun tras enfrentarse a los rebeldes, mientras que el campo de refugiados palestinos de Yarmuk también fue objeto de bombardeos, que mataron a al menos siete personas, de acuerdo a la citada red de activistas.

Las tropas leales a Al Asad también atacaron con artillería pesada y helicópteros localidades como las de Al Qabun, Zabadani, Zamalka y Harasta, todas ellas a las afueras de la capital.

Similares actos de violencia se vivieron en las provincias de Idleb (norte), Deir al Zur (este) y Hama (centro).

Los grupos opositores alertaron además de la muerte de decenas de personas en la noche del miércoles en una operación militar de las fuerzas del régimen contra el pueblo de Yadidat Artuz, en Rif Damasco, que incluyó disparos y ejecuciones sumarias.

Además, las tropas sirias hirieron la pasada noche por disparos a un número indeterminado de refugiados sirios cuando estos intentaban cruzar la frontera con Jordania, según informó el ministro de Información de Jordania, Samih Maaytah.

El responsable hachemí negó, además, que hubiera habido choques entre las fuerzas de Damasco y las jordanas, como aseguró la oposición siria.

A Ammán llegó esta jornada el secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, para abordar con las autoridades jordanas el conflicto en Siria y la ayuda a los refugiados sirios en el país vecino, calculados en más de 145.000 desde el inicio del conflicto en marzo de 2011.

Las dificultades para encontrar una solución política en Siria motivaron la renuncia del enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan.

Desde Ginebra, Annan atribuyó la continuación de la violencia «a la intransigencia del Gobierno sirio», y «a la escalada de la campaña militar de la oposición, unida a la división internacional».

El secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, destacó en El Cairo los esfuerzos de Annan y dijo que ha empezado a analizar con la ONU el futuro de la misión del mediador y los posibles candidatos para sucederle en el cargo.

Al Arabi se reunió, además, con el líder del recientemente constituido Consejo de Secretarios Generales Revolucionarios Sirios, el destacado opositor Haizam al Maleh, que hace dos días dijo que iniciaría los contactos con otros grupos para crear un gobierno sirio en el exilio.

El jefe de la Liga Árabe apoyó la propuesta, si bien matizó que para ello se necesita la unión de la oposición, que actualmente mantiene importantes divergencias respecto a la forma de salir del conflicto y encarar una transición política en Siria.


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