Miami, (EEUU) – Como muchos otros tradicionales oficios, los limpiabotas están desapareciendo de las grandes ciudades de Estados Unidos, ante el auge de las zapatillas deportivas y por la vejez.
Hoy fui a buscar a mi limpiabotas de los últimos diez años en Miami, en su sitio habitual de la Calle Ocho, entre la quinta y cuarta avenida del suroeste.
A sus casi 90 años, el cubano Ramón (siento no saber su apellido) ha decido jubilarse. Era uno de los últimos limpiabotas de Miami y toda una institución. Le gustaba jactarse de que había límpido los zapatos de varios alcaldes y gente famosa.
Para que hiciera su labor, había que subirse a una silla alta que tenía en un armatoste móvil antes que empezara a contar los chismes del barrio, de sus mujeres o de sus aventuras luchando en la Sierra Maestra de Cuba contra las fuerzas de Fidel Castro.
A mis preguntas, le daba vergüenza admitir que formó parte de las fuerzas del dictador cubano Fulgencio Batista.
Antes de comenzar, siempre preguntaba lo mismo: “¿Tienes prisa”?
Había que mentirle y decirle que sí, porque si no su verborrea era interminable. Pero yo lo adoraba y cuando no lo vi en su sitio de todos los días, pensé que le había pasado algo debido a su edad.
Pregunté por él en la clínica donde le permitían usar el baño, y me tranquilizaron cuando me dijeron que seguía vivo, pero que “ya no le apetece levantarse de la cama”.
Ramón era un artesano y limpiaba mis zapatos con orgullo de lo bien hecho. Los limpiaba primero y luego aplicaba un tinte negro inglés. Después el betún negro a mano y luego el brillo con un cepillo también inglés. Y volvía a realizar la misma operación por segunda vez, menos el tinte. El brillo final era extraordinario.
Por todo ese trabajo cobraba ocho dólares, más la propina que bien se merecía. Y además, me ayudada a bajar de ese andamio que tenía, con los codos y no las manos manchadas de betún.
Estos son algunos de los famosos que en sus tiempos de jóvenes y humildes fueron limpiabotas: Alejandro Toledo (ex presidente de Perú), Luiz Inácio da Silva (ex presidente de Brasil), Lee Trevino (golfista profesional), Ozzy Osbourne (cantante de “heavy metal”), James Brown (cantante de “soul”) y Eduardo Bitro (barítono dominicano).
Y en una portada ya histórica en la prensa española, el diario madrileño “El Mundo”, del 1 de mayo de 2016, le dedica cuatro columnas al joven torero español Alejandro Talavante, limpiándose sus botas camperas en plena Gran Vía de Madrid. Y el “limpia”, un mexicano.
En Toronto (Canadá), un ingenioso empresario montó un local donde las “limpiabotas” eran mujeres con los pechos al descubierto.
El negocio duró poco tiempo, ante las denuncias de “machismo y abuso laboral”. Y las protestas de grupos feministas.
En San Francisco, un limpiabotas “industrializado”, con cuatro clientes a la vez