La entrega tuvo lugar en el área de Jambaló, donde cayó la aeronave, un Súper Tucano de fabricación brasileña que apoyaba operaciones contra los insurgentes como parte de la flotilla de aviones y helicópteros de la Fuerza Aérea desplegada para proteger al presidente Juan Manuel Santos en su visita al Cauca.
La misión del CICR se desplazó, tras recibir el primer cadáver, hacia otro punto del departamento para recoger el otro cuerpo sin vida, que en este caso al parecer no está en poder de las FARC, según Raich.
Las víctimas son el teniente Andrés Serrano Lemus, de 29 años; y el técnico primero Oscar Castillo Moncaleano, de 38 años.
El equipo de la Cruz Roja Internacional llegó al lugar después de que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) contactara con ellos y les detallaran donde se iba a producir la entrega.
El comandante de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), general Tito Saúl Pinilla, indicó que el suceso fue un accidente.
«No tenemos ningún indicio de que el avión haya sido derribado» por las FARC, enfatizó Pinilla, al puntualizar que la versión que manejan es que se trató de «un accidente aéreo que debe ser investigado».
Hasta Jambaló se han desplazado inspectores para determinar las causas, «una vez sea desminada el área», aseguró la FAC.
En esa zona del Cauca se han sucedido en la última semana ataques guerrilleros, enfrentamientos y bombardeos del Ejército que han dejado un niño muerto y otros quince civiles heridos.
