En el primera día del juicio para determinar si los restos de Pérez son llevados a Venezuela o se quedan en Miami, donde murió el 25 de diciembre, la familia de Blanca de Pérez Rodríguez, la viuda ante la ley, intentó sin éxito que el juez Arthur Rothenberg excluyera del caso a Cecilia Matos, la compañera del exmandatario.
Matos, por su parte, respondió por medio de su abogada que ella fue la esposa «de facto» de Pérez hasta su muerte, acaecida el 25 de diciembre pasado, y que si él no se divorció fue porque el presidente venezolano, Hugo Chávez, bloqueó el trámite.
Ante la previsión de que el juicio puede durar meses, el juez Rothenberg propuso a las partes depositar provisionalmente los restos de Pérez en una cripta sobre tierra en Miami.
De esa forma, afirmó, se le daría un entierro provisional «con dignidad».
Sin embargo, los representantes de Blanca de Pérez, partidaria de que los restos sean llevados a Venezuela, se opusieron por considerar que hay precedentes de que el entierro provisional se convierte en definitivo porque el proceso judicial no continúa.
Rothenberg dijo que necesita tiempo para analizar el planteamiento de la defensa de la familia Pérez Rodríguez, que estuvo representada hoy por Carolina y Martha Pérez Rodríguez, hijas del expresidente y Blanca de Pérez, y una de sus nietas, María Adreina González, todas ellas llegadas de Venezuela.
Por la otra parte asistieron Cecilia Matos y las dos hijas nacidas de su unión con Pérez, Cecilia Victoria y María Francia, las tres residentes en Miami, donde desean que Pérez sea enterrado.
Según la abogada Rebecca H. Fischer, que representa los intereses de Cecilia Matos, quien vivió con el expresidente durante cerca de tres décadas, Carlos Andrés Pérez intentó divorciarse de Blanca Rodríguez durante diez años, pero el actual gobernante de su país, Hugo Chávez, bloqueó el trámite.
«Carlos Andrés Pérez no pudo obtener el divorcio porque Hugo Chávez lo bloqueó», señaló la abogada.
Fischer mencionó el tema al tratar de desestimar el argumento de la familia Pérez Rodríguez de que la viuda es la persona legalmente autorizada para disponer del cadáver.
En el estado de Florida, según una ley, la viuda es quien determina el lugar del entierro cuando no existe un testamento con instrucciones precisas sobre este asunto.
Pérez y Blanca de Pérez Rodríguez contrajeron matrimonio en 1948, pero estaban distanciados desde finales de la década de los 60 o inicios de los 70 y no mantenían contacto desde hace 17 años, según documentos judiciales.
La abogada dijo que Cecilia Matos era la «esposa legal de facto y él (Pérez) por los últimos diez años trató de obtener un divorcio».
Agregó que quienes conocen los trámites de este tipo de caso, «saben que los más complicados duran solo dos años».
«Este hombre no podía obtener un divorcio en el sistema legal corrupto de Venezuela. Chávez bloqueó el divorcio», enfatizó.
El equipo legal de la familia Pérez Matos llamará a testificar al abogado en Caracas que estuvo a cargo del trámite de divorcio del exgobernante, quien falleció a los 88 años en Miami el pasado 25 de diciembre.
La viuda legal quiere enterrar al dos veces presidente de Venezuela (1974-1979 y 1989-1993) en un cementerio de Caracas al lado de su hija Thais, fallecida hace 15 años, mientas que Cecilia Matos y sus hijas se oponen a la repatriación con el argumento de que Pérez no quería ser enterrado en su país hasta que no cambiase el gobierno de Chávez, quien intentó derrocarlo con un golpe de Estado en 1992.
De hecho, su abogada afirmó que en la solicitud de asilo político de Pérez ante EE.EU, éste manifestó temor de ser «torturado y asesinado» si regresaba a su país.
La vista judicial se inició con el testimonio de dos empleados de la funeraria donde se encuentran los restos mortales de Pérez, que fueron interrogados sobre el procedimiento de embalsar un cadáver y cómo es preservado.
Pero los abogados de la familia Pérez Matos objetaron que se les preguntara cuánto tiempo podría deteriorarse un cadáver embalsamado, al decir que eso era especular.
María Francia Pérez Matos leyó una carta que Pérez les escribió cuando afrontaba en 1993 un juicio por malversación de fondos.
Allí manifestó su dolor porque ella, su hermana Cecilia Victoria y su madre estuvieran obligadas a permanecer en el exterior.
En la misiva, que María Francia leyó con lágrimas en los ojos y que hizo llorar también a Cecilia Matos, Carlos Andrés Pérez expresó esperanzas de reunirse con sus dos hijas en Caracas cuando éstas terminaran sus estudios en Nueva York.
