Tegucigalpa – En uno de los semáforos del boulevard Morazán de Tegucigalpa, una mujer vende agua en bolsas, aunque su atención no se centra del todo en el negocio, porque además del líquido sostiene un teléfono móvil en el que escribe e interactúa queriendo a la vez captar a los clientes que pasan en los vehículos por su lado o hacen el alto obligado.
Muy cerca de ella, otra mujer, ambas de entre 25 y 30 años, algo pasadas de peso y con sus ropas un tanto ceñidas, parece no sentir los fuertes rayos solares meridianos y sentada en la base de un poste del alumbrado público, con sus piernas extendidas se dedica a leer y escribir en su aparato celular, de gran tamaño y enfundado en un cobertor de tono rosa.
La escena se repite en los suburbios, mercados y espacios públicos de las urbes hondureñas. Vendedores ambulantes, canillitas, desocupados, amas de casa, barrenderos, profesionales, estudiantes son parte de la amplia gama de los usuarios de los teléfonos móviles.
El fenómeno redunda de igual forma en los poblados de tierra adentro y hasta en las comunidades más remotas.
Los teléfonos celulares de gama alta o media, con acceso a la Internet, llegaron y se posesionaron en Honduras, un país donde más del 60 por ciento de la población en vive en la pobreza.
El teléfono móvil se ha convertido en un recurso necesario de comunicación, entretenimiento, trabajo y otros usos por parte de los hondureños.
La penetración es tal que también los niños en sus edades más cortas usan el móvil, incluso en muchas escuelas.
Un claro ejemplo de la penetración del celular ocurrió en el rural poblado de La Unión, Lempira, en el occidente del país, durante la boda de Herminio y Wendy, una pareja de jóvenes rurales que atrajo la atención mediática de los hondureños quienes vía redes sociales , televisión por cable o presencialmente participaron del evento. Los presentes, usaron sus móviles y tabletas para comunicar masivamente el acontecimiento.
Cada teléfono móvil cuenta con diferentes paquetes o planes de internet a los que la población hondureña tiene acceso para consumir los datos de acuerdo con su necesidad y posibilidad económica. Cada día las telefónicas, – grandes oligopolios -, reinventan estrategias mercadológicas para mantener enganchados a una clientela cautiva y creciente.
En 2017. los datos de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conaltel), indican que dos millones 267 mil 184 hondureños estaban suscritos a servicios de internet móvil.
Conatel revela que de 2008 a 2017, las líneas móviles crecieron en 2 millones 45 mil 328, lo que coloca la telefonía celular una de las que más ha crecido en el país en los últimos 10 años.
Oficialmente se reportó que en 2008 las líneas celulares eran cinco millones 823 mil 915. Lo que representó una densidad de 75 por ciento (75 de cada 100 hondureños tenían móvil).
Ya para 2017, según Conatel, el número de usuarios de la telefonía móvil fue de siete millones 869 mil 243 usuarios lo que indica una densidad de 90 por ciento.
Expertos señalan que el desarrollo de la telefonía móvil es fundamental en el impulso al crecimiento del Internet móvil de banda ancha e igual de otros servicios bajo esa misma banda.
Bajo la modalidad de servicio de Internet móvil con velocidades mayores a la conectividad 3G, respecto a la banda ancha, el alcance geográfico supera el 93 por ciento de las cabeceras de los municipios en el país donde la cobertura poblacional alcanza más del 70 por ciento, informaron expertos que laboran para un corporativo de telefonía móvil.
Con tecnología 4G, se estima que el Internet móvil tiene un radio de alcance superior al 36 por ciento de las cabeceras locales y un alcance de por lo menos 50 por ciento de la población lo que representa más del 90 por ciento de los habitantes.
Más de dos millones de hogares poseen celulares
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), hasta septiembre del 2018 proporcionados a Proceso Digital, hay dos millones 152 mil 827 de hogares en Honduras, que cuentan con el servicio de telefonía móvil.
Sin embargo, la misma institución aclara que esta cifra puede no coincidir con la sumatoria de los hogares en una vivienda o la cantidad exacta de celulares en una casa.
De esa cifra, dos millones 128 mil 168 hogares tienen acceso a teléfonos celulares representando un 98.9 por ciento del total en Honduras incluyendo la zona rural.
La institución detalló que en la zona rural hay un registro de 920 mil 917 teléfonos móviles, equivaliendo un 43.3 por ciento del país, mientras que en el área urbana un millón 207 mil 251 hogares poseen aparatos celulares.
En Honduras, los municipios del Distrito Central y San Pedro Sula por ser la principal densidad poblacional tienen la mayor cantidad de teléfonos móviles registrados en el país, 256 mil 027 y 151 mil 167 respectivamente.
En el resto de la zona urbana tiene una cantidad de 800 mil 057 celulares.
Teléfonos prepagos los más usados
De acuerdo con el registro de Conatel en 2017, de los más de ocho millones de usuarios con celulares, siete millones 570 mil 847 portan un teléfono prepago.
Según una publicación de la Asociación Hondureña de Instituciones Bancarias (Ahiba), los jóvenes y estudiantes prefieren este tipo de servicio para controlar los gastos.
Esto significa que la mayoría prefieren pagar las recargas antes de consumir los datos, situación que aprovechan las compañías telefónicas que ofrecen planes o paquetes de minutos para llamadas nacionales o al extranjero y mensajes.
Asimismo, es beneficioso para el uso del wifi que solo se necesita la configuración del celular para navegar en Google, WhatsApp, Facebook, Twitter, YouTube, Instagram, Snapchat u otras aplicaciones.
Por su parte, Conatel reveló que 662 mil 652 usuarios prefieren la línea post pago.
La telefonía móvil con acceso a Internet es también una herramienta para las familias hondureñas que en su mayoría tienen familiares o amigos que han migrado a los Estados Unidos, México o España y que usan las redes sociales como medio de comunicación de fácil y alcanzable acceso.
