Santiago de Chile – El fenómeno meteorológico de «La Niña» y la reducción de la actividad solar explican la ola de frío que afecta estos días al Cono Sur, coincidieron hoy expertos chilenos.
Según explicó a Efe el meteorólogo de la Universidad Católica de Valparaíso Sergio Erazo, el fenómeno de «La Niña», caracterizado por la disminución de la temperatura superficial del mar, explica en gran medida la ola de frío que ha dejado al menos 225 muertos y miles de personas afectadas en Latinoamérica.
El experto señaló que el agua fría produce menos evaporación, lo que reduce la creación de nubosidad.
La falta de nubes disminuye, a su vez, las posibilidades de precipitación, que ayudan a suavizar las temperaturas, además de dejar el camino libre al aire del Polo Sur, que trae temperaturas muy bajas.
Asimismo, dijo Erazo, la baja nubosidad impide que la Tierra retenga el calor que obtiene del sol durante el día y que pierde a lo largo de la noche.
El experto recordó los fríos intensos que afectaron el año 2007 al valle central chileno y que mantuvieron por varios días los termómetros bajo cero a causa de una condición anticiclónica parecida a la actual, pero explicó que en esta ocasión se trata de un fenómeno de mayor extensión geográfica, que no se observaba desde hace 40 años.
Por otro lado, el meteorólogo apuntó a la reducción de la radiación solar, que registra los valores más bajos de los últimos 100 años, como otra causa de la ola de frío que afecta al Cono Sur de América y especialmente a Bolivia, donde han fallecido 25 personas en las últimas semanas.
«Hay informaciones de la NASA que argumentan que en los últimos dos meses ha habido un cambio a nivel de la termósfera (tercera capa de la atmósfera) en la recepción de la energía solar, que es mínima», indicó.
Según el meteorólogo de la Universidad de Santiago, Álvaro Mauro, el nivel de actividad solar llegó a su punto máximo en 1985 y «lo que estamos viendo hoy es una continuación de la tendencia a la baja».
Esta menor radiación genera una alteración en las temperaturas superficiales, explicó Erazo, que prevé que los termómetro suban en los próximos días debido a las precipitaciones que se esperan.
Para el académico de la Universidad de Santiago, aunque la ola de frío que vive el hemisferio sur «ha alcanzado un rango de excepcionalidad» por su persistencia y duración, «confirma lo apuntado por los modelos de cambio climático: el planeta avanza hacia un clima de extremos», dijo refiriéndose también a la ola de calor que se vive en Europa.
«El sistema climático se está volviendo cada vez más variable y los eventos meteorológicos se hacen más extremos, con más episodios de frío y de calor», puntualizó.
Mauro instó a gobernantes, empresarios y ciudadanos a reflexionar sobre la urgencia de adoptar un estilo de vida «más amigable con el medio ambiente».
«Los impactos del cambio climático, los fenómenos meteorológicos extremos y la importancia del clima en el desarrollo económico del país son aspectos en los cuales debemos poner atención, teniendo en cuenta la importancia de sus efectos en los diferentes sectores productivos del país, así como la planificación y desarrollo de las actividades del quehacer de la población», concluyó.
El experto señaló que el agua fría produce menos evaporación, lo que reduce la creación de nubosidad.
La falta de nubes disminuye, a su vez, las posibilidades de precipitación, que ayudan a suavizar las temperaturas, además de dejar el camino libre al aire del Polo Sur, que trae temperaturas muy bajas.
Asimismo, dijo Erazo, la baja nubosidad impide que la Tierra retenga el calor que obtiene del sol durante el día y que pierde a lo largo de la noche.
El experto recordó los fríos intensos que afectaron el año 2007 al valle central chileno y que mantuvieron por varios días los termómetros bajo cero a causa de una condición anticiclónica parecida a la actual, pero explicó que en esta ocasión se trata de un fenómeno de mayor extensión geográfica, que no se observaba desde hace 40 años.
Por otro lado, el meteorólogo apuntó a la reducción de la radiación solar, que registra los valores más bajos de los últimos 100 años, como otra causa de la ola de frío que afecta al Cono Sur de América y especialmente a Bolivia, donde han fallecido 25 personas en las últimas semanas.
«Hay informaciones de la NASA que argumentan que en los últimos dos meses ha habido un cambio a nivel de la termósfera (tercera capa de la atmósfera) en la recepción de la energía solar, que es mínima», indicó.
Según el meteorólogo de la Universidad de Santiago, Álvaro Mauro, el nivel de actividad solar llegó a su punto máximo en 1985 y «lo que estamos viendo hoy es una continuación de la tendencia a la baja».
Esta menor radiación genera una alteración en las temperaturas superficiales, explicó Erazo, que prevé que los termómetro suban en los próximos días debido a las precipitaciones que se esperan.
Para el académico de la Universidad de Santiago, aunque la ola de frío que vive el hemisferio sur «ha alcanzado un rango de excepcionalidad» por su persistencia y duración, «confirma lo apuntado por los modelos de cambio climático: el planeta avanza hacia un clima de extremos», dijo refiriéndose también a la ola de calor que se vive en Europa.
«El sistema climático se está volviendo cada vez más variable y los eventos meteorológicos se hacen más extremos, con más episodios de frío y de calor», puntualizó.
Mauro instó a gobernantes, empresarios y ciudadanos a reflexionar sobre la urgencia de adoptar un estilo de vida «más amigable con el medio ambiente».
«Los impactos del cambio climático, los fenómenos meteorológicos extremos y la importancia del clima en el desarrollo económico del país son aspectos en los cuales debemos poner atención, teniendo en cuenta la importancia de sus efectos en los diferentes sectores productivos del país, así como la planificación y desarrollo de las actividades del quehacer de la población», concluyó.
