«Soy optimista, las investigaciones van por buen camino», explicó el ministro en una entrevista con RCN Radio al recordar, no obstante, que el Gobierno mantiene «abiertas todas las hipótesis» sobre los autores y móviles del atentado, perpetrado el pasado jueves con un automóvil cargado con 50 kilos de explosivos.
La acción terrorista no ha sido reivindicada aún y el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha ofrecido una recompensa de más de 275.000 dólares por información que permita dar con sus autores.
Un día después del atentado, un hombre identificado como Gustavo Ladino se entregó en los juzgados del centro de Bogotá y admitió que fue quien falsificó la matrícula del vehículo marca Chevrolet usado por los terroristas.
No obstante, Ladino aclaró que no tuvo ninguna responsabilidad en la planificación del atentado ni en la colocación del material explosivo, y ahora es testigo protegido.
El sábado, las autoridades detuvieron a Adelmo López, acusado de ocultar durante varios días el vehículo usado para cometer el atentado, que según las autoridades fue robado en el sur de Bogotá dos semanas antes del acto terrorista.
El diario El Tiempo publica hoy que López se ha convertido en una pieza clave de la investigación, puesto que, al igual que Ladino, se ha ofrecido como testigo protegido a colaborar y ha proporcionado la descripción física de tres hombres que supuestamente forman parte del grupo que planeó y ejecutó el atentado.
«Quiero decirles a los medios y a la ciudadanía que no especulemos, el Gobierno no lo va a hacer», insistió Rivera al reiterar hoy que aún «no se puede descartar ninguna hipótesis» sobre quiénes colocaron el coche bomba y cuál era su objetivo.
El atentado se produjo el pasado jueves en torno a las 05.30 hora local (10.30 GMT), hora en la que las actividades cotidianas no habían comenzado, lo que evitó que fueran mayores las consecuencias de la explosión, que no causó víctimas mortales.
El último balance del Sistema Distrital de Prevención y Atención de Emergencias de Bogotá señaló que 808 personas resultaron afectadas, en 424 viviendas se registraron daños y 36 personas quedaron heridas, aunque todas fueron dadas de alta horas después del atentado.
Además, la explosión causó daños en 124 locales comerciales, decenas de oficinas y en 18 vehículos.
