Washington – La Reserva Federal estadounidense inició este martes su última reunión del año con el convencimiento de los mercados de que aprobada una nueva rebaja del precio del dinero, pese a que en el anterior encuentro los miembros de la junta de gobernadores se mostraron divididos sobre la posibilidad de implementar un tercer recorte de tipos consecutivo.
Tras sendos recortes en septiembre y octubre que totalizaron medio punto porcentual, y con la inflación en niveles por encima de la meta del 2 % de la entidad, la opinión mayoritaria apuntaba a un tercer movimiento flexibilizador consecutivo.
El último informe de proyecciones que publicó la Fed en septiembre mostró además que la mayoría del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) estaba a favor de dejar el precio del dinero en una horquilla entre el 3,5 % y el 3,75 % para final de año.
No obstante, las actas de la anterior reunión de la entidad emisora, en octubre, mostraron división entre sus miembros ante una posible nueva rebaja del referencial, que actualmente está anclado entre el 3,75 % y el 4 %.
En esas minutas, los miembros de la Fed reconocen que la inflación en EE.UU. sigue siendo elevada, especialmente a nivel subyacente, pero también mencionan el enfriamiento del mercado laboral y la persistente incertidumbre económica, especialmente en lo que respecta a las políticas gubernamentales del Ejecutivo de Donald Trump, lo que plantea dudas sobre el siguiente movimiento del FOMC.
En cualquier caso, Wall Street abrió hoy al alza convencido aparentemente de que los tipos bajarán otro 0,25 %.
«El mercado prevé un recorte de 25 puntos básicos el 10 de diciembre. La principal razón para estar de acuerdo con esta valoración tan segura del mercado es que, por lo general, a la Fed no le gusta sobresaltar al mercado», opinan el economista jefe y gestor de carteras y el analista de renta fija de MFS Investment Management, Erik Weisman y Kish Pathak.
«Sin embargo, a veces se producen sorpresas», apuntaron ambos, refiriéndose a las minutas de octubre, en las que, «muy en contra de las expectativas», el propio presidente de la Fed, Jerome Powell, se mostró opuesto a una flexibilización adicional.
A su vez, los dos analistas subrayaron que «en cuanto a los datos macroeconómicos recientes, las nóminas de septiembre, aunque desfasadas, no respaldan la posibilidad de un recorte en diciembre».
A esto se suma el reciente cierre del Gobierno Federal en EE.UU., que ha retrasado la publicación de datos económicos y que ha impedido divulgar otros cruciales como la inflación de octubre.
El hecho de que los próximos datos sobre el empleo e IPC vayan a difundirse el 16 y el 18 de diciembre, debido al cierre Federal, condicionarán de seguro lo que decida mañana la Fed, la cual, según muchos analistas, va a estar mirando con mayor exhaustividad si cabe cada indicador en los próximos meses antes de mover ficha debido al doble desafío que encara actualmente (inflación y enfriamiento del empleo). EFE
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