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La Estrategia para la Reducción de la Pobreza: Un fracaso

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Tegucigalpa – A diez años de su implementación, la Estrategia para la Reducción de la Pobreza (ERP) en Honduras no ha logrado ni logrará los objetivos para la cual fue creada, “es un fracaso”, dijo el viceministro de Planificación, Julio César Raudales.
 

La ERP entró en vigor en 2001 con el objetivo de reducir la pobreza en Honduras al 40 por ciento en el año 2015.

A todas luces, este objetivo no se logrará a cinco años de la meta, por muy grande que sea el esfuerzo de la presente administración, que concluye su período en el 2014.

“Estamos claros que la pobreza no se va a reducir de aquí al 2015 porque ya solo faltan 5 años; estamos al 60 por ciento y la meta era que llegara a 40 por ciento al 2015, no se va a hacer”, dijo Raudales a Proceso Digital.

Es un proceso, dijo, “que prácticamente no tuvo ningún efecto en estos primeros 10 años”, tiempo en el cual solo se lograron reducir los índices de pobreza en cinco puntos.

Refirió que en el año 1991 la pobreza en Honduras era del 76 por ciento y en el 2000 la pobreza era de 66 por ciento, “o sea que bajó 10 puntos en diez años, sin ERP”.

“En el 2001 comenzamos la ERP y en el 2010 baja a 60”, la mitad.

Raudales considera que el fracaso de la estrategia tiene su punto central en “la falta de compromiso político”, porque los gobiernos utilizaron la ERP, primero como un instrumento para la condonación de la deuda externa, y no invirtieron los fondos disponibles en acciones encaminadas a lograr el objetivo primordial de la estrategia, reducir la pobreza.

“Básicamente, y hay que aceptarlo, en el 2006, ya con la mesa servida, sin deuda externa prácticamente, con una posición macroeconómica envidiable, con la Cuenta del Milenio ya aprobada y con una serie de compromisos aprobados a fin de que los organismos internacionales aumentaran la cooperación para lograr la reducción de los Objetivos del Milenio nos dedicamos a gastar la plata a lo loco, en cosas que no tienen nada que ver con la reducción de la pobreza”, planteó el economista, quien expone que a pesar del comprobado fracaso, es una estrategia “que no debemos desechar”.

“La ERP es un instrumento bueno, tiene elementos que ordenan las políticas sociales del país para lograr llegar a los pobres”, indicó.

Además porque en países como Honduras “cualquier esfuerzo de política que se haga tiene que ser para reducir pobreza, porque en un país donde el 60 por ciento de la población es pobre y 40 por ciento es pobre extrema no podes hacer políticas públicas sino es pensando en reducir la pobreza”.

Esta es la razón, dijo, por la cual la reducción de la pobreza es uno de los principales objetivos del Plan de Nación que impulsa la administración del presidente, Porfirio Lobo.

“El Plan de Nación tiene 13 lineamientos estratégicos, de los cuales el tercero es la ERP, porque nosotros lo vemos más allá de los organismos internaciones, con este gobierno muere la ERP y no puede ser porque siempre van a seguir habiendo pobres en Honduras”, anotó.

Una evaluación de la ERP encargada por la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo, publicada en febrero de 2007, ya advertía del fracaso del proceso.

Ya para entonces, el estudio advertía en una de sus conclusiones que no se alcanzarían las metas definidas.

Referían que dos de cada tres lempiras de los fondos de condonación estimados para el 2006 se destinaban a asuntos relacionados con las promesas de campaña del entonces presidente Manuel Zelaya, tales como el salario para aumentar la fuerza policial, salarios a maestros, médicos y otros rubros relacionados.
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